Esa canción fue la que le dediqué a mi hermana hoy, cuando apareció en mi oficina un rato. Me sorprendió su visita porque nunca antes lo había hecho, a pesar de decirle que es bienvenida porque, aunque nuestras madres no sean las mismas, nos une un lazo que se llama papá.
Nunca nos hemos llevado mal, puede que ella naciera en otro hogar, pero eso no quiere decir que como hermanas rompamos relaciones que realmente en el transcurso de la vida nos ayudan a crecer, bueno, por lo menos eso me pasa a mí, porque también estoy consciente de que en muchas familias, cuando los hijos son de distintos padres, se declaran la muerte y hasta se cometen crímenes ligados a las herencias.
Esta relación que tengo con ella es buena, sana, tranquila, esto se debe a que mi mamá nunca me envenenó la sangre contra ella y mis otros hermanos, siempre permitió que ellos formaran parte de mi vida, así que cero celos por ese lado, a pesar de mantener distancias porque con quien no me la llevaba bien era con la mamá de ellos, pero no porque "le quitó" a mi mamá su pareja, sino porque su carácter era un tanto difícil de llevar, agradezco a la Virgen que ya no está con mi papá, no le deseo lo peor, pero tampoco lo mejor, me mantengo neutral.
En el caso de mi papá, siempre me enseñó a respetar a los hijos que él tuvo con su segundo compromiso, no me impuso su presencia, tampoco que estrechara lazos con su nueva esposa, sin embargo, me enseñó a entender que, aunque él y mi madre se habían separado, no quería decir que sus hijos tenían la culpa, que ellos compartían conmigo un apellido y más que eso que queda en la registraduría, compartían la misma sangre, los mismos genes.
Hoy que pude compartir con ella porque me contó algunas cosas por las que está pasando y quería desahogarse con alguien, pude notar que lo que mi padre nos enseñó, lo que sembró como semillitas de verdad, ahora son árboles de los que podemos disfrutar los frutos, entonces, cuando nos despedimos, cuando le di un abrazo y un beso en la mejilla, recordé lo que Sariana nos compartió acerca de su experiencia con el respeto y llegué a la conclusión de que lo que los padres enseñan a sus hijos a edades tempranas, sin duda retumba en la juventud y adultez.
Si mi papá no me hubiese enseñado a comprender lo que quiere decir la palabra fraternidad, y si mi mamá me hubiese prohibido tener una relación abierta y sincera con ellos, la verdad mi corazón estuviera lleno de resentimiento, tal vez de odio o rechazo por personas que en realidad son inocentes.
Las enseñanzas de los padres y las madres son valiosas, un tesoro que depende de nosotros guardar y aplicar en cada faceta de la vida porque, la verdad sea dicha, esto nos produce libertad.
Recuerdo tantas cosas que mis padres me han enseñado y ahora que soy una mujer adulta, que por supuesto que comete pecados, pecaditos y pecadotes, les agradezco a los dos porque no se descuidaron en cuanto a hablarme de los valores; les agradezco porque no me enseñaron a ver la tecnología como medio de rescate o as bajo la manga, sino a relacionarme con mi entorno, esto lo hicieron de una manera no solo por palabras impuestas en mi vida, sino a través de ser un ejemplo que me permitía decir: ¡Vaya, cuando yo sea grande quiero ser como ellos!
La relación entre padres e hijos es una de las bases fundamentales para el desarrollo emocional y social de nuestros corazones y por lo tanto de la sociedad en general, nos proporciona un refugio seguro a corto, mediano y largo plazo.
Las enseñanzas de mis padres establecieron límites, normas, corrección y una compresión clara sobre lo que se puede, se tiene y se debe hacer, y lo que no. Sus enseñanzas me dieron autocontrol que progresa conforme voy evolucionando como persona en medio de la sociedad.
Las enseñanzas de mis padres generaron empatía, por eso es que pude recibir a mi hermana con los brazos abiertos, sin miedos ni reproches que ella sí tenía para mí hace algunos años cuando a veces su madre envenenaba el estanque de su alma.
Las enseñanzas de mis padres me permitieron desarrollar habilidades, ya que incluso ahora soy enfermera.
Las enseñanzas de mis padres fomentaron la comunicación abierta y sin pelos en la lengua, pero con respeto porque sabía y sé quiénes son ellos en mi vida.
Las enseñanzas de mis padres, las cuales agradezco infinitamente no solo a través de este pequeño escrito de martes, han sido la base para que sonría con mi hermana y le ayude a encontrar una salida a su dificultad, manteniendo el secreto entre las dos.
La corrección oportuna a través de sus enseñanzas, han permitido que, si me he caído, pueda levantarme para volver a empezar.
Soy muy sincera en esto, yo antes andaba un poquito alejada, distante de mi papá, no porque pensaba que no me quería, sino porque así consideraba llevar la santa paz que el cura solía decir en las misas de domingo, pero de un tiempo para acá, después de seguir el consejo de alguien en serio, papá también, pude ver que me estaba perdiendo de grandes acontecimientos con él, así que ahora, esas llamadas, mensajes o visitas a su trabajo no son una vez a la semana.
Ayer en la noche antes de irme a acostar leí el post de Rebe, un nuevo capítulo (el VI) de "Alianzas", en el que me llamó mucho la atención, aparte del gore (jejeje) mezclado con la melodía de Pink Floyd para un maridaje diferente, esa conversación de dos jóvenes acerca de la importancia de los padres en la vida de los hijos, en cómo hablar, compartir y expresarnos frente a ellos para estrechar lazos y no haya malos entendidos, entonces recordé que:
Cada vez que estoy con mis padres, cada vez que comparto con ellos un tiempo de mi día, vuelvo a recordar sus enseñanzas, sus correcciones y su amor, y por supuesto que quiero más, que atesoro más, que guardo más cada palabra que me han dicho porque sé que un día tal vez no vuelva a escuchar sus voces, y no debo permitir que se extingan para siempre, entonces, la mejor manera que tengo de mantener conmigo lo aprendido es a través de la aplicación cada palabra que me han dicho.
¿Queremos niños, adolescentes, jóvenes y adultos responsables?
El secreto está en la frase: "todo inicia en el hogar".
Y bueno, les dejaré otra idea en caso la quieran desarrollar... ¿Qué enseñanzas recuerdan de sus padres?, si tienen hijos o niños a su alrededor que están en crecimiento (primos, sobrinos, etc), ¿aplican estas enseñanzas o las han dejado en desuso, escondidas en un armario?
Queda en cada lector darse la oportunidad de participar para una vez más conocernos y hacer comunidad sin que el dinero esté de por medio, sea una motivación o un obstáculo.
Saludines y buen martes.
Mi amiga Hilary, que bonito escrito, te la llevas tan chévere con tu papá que siempre pensé que había sido así, hoy leyendo tu publicación pude conocerte más amiga y entender más, me alegra mucho que la relación con tu padre sea ahora tan fuerte y con tu hermana, porque ella no tiene la culpa que su mamá sea su mamá y bueno está bonito que tu mamá a ti si te educara emocionalmente y espiritualmente para no guardar rencor y vieras en tu hermana eso, o sea, familia...
Lamento llegar tarde a la dinámica, aunque nuestro pana Ezequiel dice que nunca es tarde, así que puede que por allí todavía pueda escribir en estos días con relación a tu propuesta amiga.
Te envío un gran abrazote y bendiciones miles para ti y tus afectos 🤗🙏
Señorita Hila, que bonito pox, estamos de acuerdo contigo ya que siempre necesitamos las enseñanzas de nuestros padres hasta el final, es verdad que hay ocasiones que nos rebeldizamos, eso me suele pasar con mis hijos, se ponen malcriados, pero cuando se a sembrado algo bueno, lecciones de vida en los hijos eso queda grabada en el corazón al punto que las ocuparemos en el momento preciso.
Se ve muy nice tu propuesta, gracias por compartirla.
Chau.
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Hilaricita, gracias por propuesta e invitación, cuando tener listo banner publicar también sobre enseñanzas de padres. Ha sido grato leer que das idea nuevamente de tema que hace regresar a la niñez.
Un abrazo, enfermerita linda.
Dear @hilaricita, your content was selected manually by curators @oneray, @ten-years-before to receive a curation from BeBlurt 🎉
Con tu publicación, me hiciste recordar a la relación que tengo con mis hermanos, también en el hecho de pensar cuánto nos ahorraríamos, cuántas lágrimas y dolores de cabeza no existirían en el corazón si tomáramos las enseñanzas y consejos que nos dieron y dan día a día nuestros padres, pero sí, la vida es un aprendizaje completo, en donde tenemos que estrellarnos para luego de curarnos, levantarnos y seguir.
Gracias por la canción, por la nueva invitación y también por esa bonita foto que publicaste como banner, aunque sea de Pixabay, puedo verte en ella, a ti y a tu hermana como un solo corazón y palabras de complicidad.
Un abrazo, mi preciosa Hilary.
Como siempre, saludos a tus padres.
Bendiciones.