Autoría: Towfiqu barbhuiya. Fuente Unsplash
¿Cómo crear una entrada que abarque varios temas a la vez?, ¿cómo dar una responsa adecuada que sacie interrogantes?
Fue lo primero que se me pasó por la cabeza después de ser interrumpido en mi descanso por uno de mis hijos. Shprintzel está despierta porque odia el calor, así la tenga con ropa fresca y la habitación climatizada.
Me tiró de la barba porque la tenía rendida en mi pecho, pero despertó de repente, así que mejor para que me permita escribir tranquilo la puse en el coche, cerca del ventilador regulado para que deje dormir a su mamá y a sus hermanos, eso sí, ya mismo cae, aunque yo no.
Bueno…
Cuando me las daba de maestro universitario, en una ocasión tenía que tomar un examen final. Pensaron que los sumiría en la tortura por una hora en el salón de clases, llegaron preparadísimos a recibir de mi parte un centenar de disparos capciosos que pondrían a prueba su lógica más que su memoria.
Podía respirar su concentración cuando me saludaban e iban ocupando sus asientos, sin embargo, al mirar la hoja que les entregué, creo que más de uno tenía ganas de matarme porque lo que encontraron en ella fue una sola pregunta, lo que significaba que se estaban jugando su pase al siguiente nivel, pues la calificación estaría basada en la responsa acertada que le dieran a mi “inocente” curiosidad.
Pasaron 45 minutos y todavía ninguno se arriesgaba a entregarme su escrito, por eso, me levanté del escritorio y les dije:
Vayan ultimando detalles porque el tiempo ya no va más, tengo pendientes que resolver en otro curso.
Palidecieron todos…
¡Denos un tiempo extra, por favor!
Se oyó al unísono, accedí a la petición con una pista para que resuelvan ya de una vez todo. Transcurrido el plazo me entregaron sus hojas y les dije que en la cátedra ninguno iba a reprobar, pues lo que yo quería era que estén conscientes de la carrera que escogieron, que no pueden entrar de asistentes a un quirófano sin antes saber lo básico, sus rostros cambiaron y hasta me invitaron a jugar baloncesto como de costumbre, en pocas, me hicieron recordar la época en la que yo también fui como ellos, un estudiante que se quemó las pestañas estudiando nombres horrorosos en los libros que después tuvo que identificar en vivo.
La pregunta era:
¿Qué significa tener SALUD?
Sí, más nada: una ridiculez para jóvenes que ya tenían en ese tiempo casi la mitad de la carrera, que habían pasado hasta las materias más elementales y las primeras complejas.
Cuando hablamos de la salud, lo primero que se nos viene a la cabeza es:
Ausencia de enfermedades físicas.
Y sí, en parte no se equivocan quienes le dan ese concepto, sin embargo, la respuesta está un poquito incompleta. Esta palabra engloba armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu; nos lleva a un estado de fortaleza, bienestar y consciencia para, a través de las distintas capacidades, poder afrontar los problemas, tensiones y retos en el ambiente en el que nos desarrollamos.
Aunque la más olvidada siendo la más aquejada, a la salud mental es importante prestarle atención, ya que síntomas como los que compartiré con ustedes en esta oportunidad tienen que ver con lo que no se ve a simple vista, pero se siente hasta el punto de medicar.
Todos alguna vez hemos pasado por las palabras:
Estoy estresado.
Estoy ansioso.
Me agarró la depre.
Sin embargo, ¿las tenemos en realidad?, ¿podemos reconocerlas para buscar ayuda oportuna, no en Internet Resuelve Problemas o en AI Absorbe Cabezas, sino en un profesional que se haga cargo del caso y la situación?
Hace unos días, otra usuaria muy querida para nosotros y respetada por nosotros me formuló una pregunta y le prometí que apenas tuviera algo escrito contestaría, bueno, en este escrito trataré de saciar sus dudas desde el punto de vista psiquiátrico, no filosófico ni experimental.
Sé que han escuchado las palabritas: ESTRÉS, ANSIEDAD, DEPRESIÓN; sé también que muchos las confunden porque forman parte del diccionario coloquial y ya no son solo temas exclusivos de revistas médicas de Neurología, Psiquiatría y Psicología; o del CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades expuesto por la OMS); o del DSM (Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, lanzado por primera vez en los años 50 por la Sociedad Americana de Psiquiatría).
Estos trastornos ligados a la psiquis son distintos y más porque, aunque interfieren en las actividades cotidianas de quienes los padecen, aunque se ocupen fármacos y terapias parecidas para bajar las incidencias que exacerben el mal, su clasificación, subtipos, sintomatología y factores que los desencadenan son diferentes. Vamos a ellos:
Es la reacción celular fisiológica ante cualquier cambio importante, ante cualquier demanda, condición ambiental o estímulo que puede provenir directamente “desde adentro” o llegar “desde fuera” por medio de multifactores; en resumen: es un mecanismo de adaptabilidad, de defensa o de ataque. La palabra estrés es demasiado general; como una moneda tiene dos caras, el estrés también. Existen dos tipos:
EUTRÉS
No todo el estrés es un ente negativo. El Eustrés es llamado también “estrés positivo”. Es una respuesta en donde no existe un desequilibrio o daño a nivel celular u orgánico; nos permite enfrentar situaciones en las que se obtengan sensaciones placenteras; forma parte del estado de consciencia, del pensamiento, de la emoción. Se relaciona con el neurotransmisor llamado dopamina. Nos orienta a la “energía positiva”, a un estado psíquico que activa situaciones en búsqueda de armonía.
Ejemplos de estresores positivos:
✓Amar y sentirse amado.
✓Los pasatiempos personales.
✓Las relaciones sexuales.
✓Los viajes de aventura.
✓La llegada de un hijo.
✓Conseguir un trabajo.
✓Enfrentar desafíos.
DISTRÉS:
Llamado también “estrés negativo” es aquel en donde ya se rompe el equilibrio celular (llamado homeostasis) causándole un desorden fisiológico que lo convierte en patológico, un envejecimiento prematuro, una fatiga muscular, somatizaciones, irritabilidad, angustia. Se relaciona con el cortisol.
Si el distrés se mantiene por mucho tiempo existe una mayor pérdida de energía celular, lo que nos dará como resultado trastornos no solo a nivel emocional o psíquico, sino físico pues existe un agotamiento y descenso de la fuerza.
La causa es mayor al efecto de reacción, existe un excesivo aumento de las cargas en relación a lo que podemos llevar en nosotros. Para dar una terapéutica adecuada los clasificamos en varios tipos, pero los más comunes son: Postraumático. Laboral. Agudo.
Ejemplos de estresores negativos:
✓Una enfermedad.
✓Factores climáticos.
✓Accidentes.
✓Duelo.
✓Dependencias.
SÍNTOMAS:
✓Pérdida de memoria (puede ser transitoria o permanente).
✓Apatía.
✓Tristeza.
✓Indiferencia.
✓Falta de concentración y de toma de decisiones.
✓Pensamientos negativos y constantes.
✓Cambios importantes en el humor.
✓Agitación.
✓Cambios en las funciones fisiológicas: sueño, alimentación.
✓Alteración de la conducta.
✓Cefaleas.
✓Mareo.
✓Náuseas.
✓Molestias gastrointestinales.
✓Aumento de frecuencia cardiaca y respiratoria.
✓Síncopes.
✓Disminución de la libido.
✓Riesgos de infartos cerebrales, renales y cardiacos.
✓Mayor probabilidad de infecciones debido a la inmunodepresión o supresión.
La ansiedad en cierta medida también tiene su lado positivo, pues es un mecanismo de defensa ante una amenaza inminente, visible, nos ayuda a tomar acción, a luchar o a huir dependiendo del caso, a supervivir; este tipo de ansiedad no patológica presenta somatización y, cuando pasa el agente estresor, todo vuelve a la normalidad, ejemplos:
✓Taquicardia.
✓Hiperventilación.
✓Sudor.
✓Paralización.
✓Temblor de extremidades.
✓Cutis anserino.
✓Piloerección o la famosa piel de gallina.
La ansiedad de tipo patológico no es una sola, sino un grupo de trastornos mentales en donde existe una excesiva, sostenida, exagerada o inapropiada somatización del miedo, del nerviosismo, de la preocupación o del terror, es decir, aunque no haya una amenaza o un agente estresor inminente o visible, la persona que los padece sobrepasa el umbral del equilibrio del cuerpo generando conductas negativas y peligrosas porque llegan a nublar el juicio y el razonar.
No hablaré de cada uno de los trastornos, pero para que los conozcan los mencionaré de acuerdo a cómo solemos clasificarlos por test que formulamos, síntomas y factores desencadenantes para luego poderlos medicar y dar seguimiento:
✓Ansiedad generalizada.
✓Ansiedad social.
✓Ansiedad por separación.
✓Pánico.
✓Mutismo selectivo.
✓TOC.
✓Fobias (así como existe un gran número de seres humanos en el planeta, también existen las fobias, las cuales, van desde las más conocidas hasta las más increíbles o difíciles de comprender, pero son reales, se deben tratar y no minimizar o ser objeto de burlas, que no sé si lo hacen por ignorancia u osadía).
SÍNTOMAS:
✓Sequedad bucal.
✓Sudoración.
✓Disnea.
✓Dolor precordial (sienten como si fuera un infarto cardiaco).
✓Arritmias.
✓Aerofagia.
✓Dispepsia.
✓Gastritis.
✓Colitis.
✓Úlcera.
✓Náuseas.
✓Vómitos.
✓Vejiga hiperactiva.
✓Problemas sexuales.
✓Agobio.
✓Compulsiones.
✓Obsesiones.
✓Gula.
✓Ira.
✓Insomnio.
✓Aprensión.
✓Sensación de muerte inminente.
✓Miedo a perder el control.
✓Coitos dolorosos.
✓Irritabilidad.
✓Desasosiego.
✓Problemas con el ciclo menstrual.
✓Falta de concentración.
✓Evitación.
✓Personalidad tímida y temperamento negativo.
Igual que la ansiedad, la depresión no es una sola, sino un grupo de trastornos en donde el afectado es el estado de ánimo opresivo, de embotamiento y pesimismo, son, hoy por hoy, catalogados como una discapacidad que traen bajas laborales en muchos países; mencionaré los más comunes:
✓Trastorno depresivo mayor único o recidivante (que se repite).
✓Distimia.
✓Ansioso-depresivo.
✓Atípico.
✓Estacional.
✓Ciclotímico.
✓Posparto.
SÍNTOMAS:
Para que podamos catalogar el estado de ánimo dentro de este grupo de trastornos depresivos debemos analizar varias cosas:
✓Continuidad de un periodo mayor a dos semanas y alteración importante en las actividades cotidianas.
✓Ataques de llanto.
✓Embotamiento afectivo.
✓Desesperanza.
✓Falta de concentración.
✓Culpa.
✓Confusión.
✓Pérdida de peso.
✓Descuido personal.
✓Problemas con la memoria.
✓Irresponsabilidad.
✓Pérdida de motivación por lo que antes le parecía placentero.
✓Desinterés.
✓Pérdida del deseo de vivir.
✓Irritabilidad.
✓Pensamientos suicidas.
✓Reflejos lentos, es decir: les pesa la vida.
La sintomatología presente en estos trastornos no es propia de ellos, existen muchas enfermedades en las que también están presentes las molestias, es por eso, que en una entrevista psiquiátrica o de cualquier otra especialidad, se deben analizar bien los síntomas con pruebas complementarias (imagen, hematológicas, bioquímicas, hormonales etc.), así podremos darle una transferencia a la especialidad que realmente necesita.
Estos trastornos, aunque complejos, son tratables y tienen una terapéutica que va a estar encaminada no solo a reparar y controlar la psiquis, sino que, de acuerdo al grupo celular, aparato o sistema que se vio afectado durante el padecimiento sea de DISTRÉS, ANSIEDAD O DEPRESIÓN, se recibirá un tratamiento oportuno por especialidad (Cardiología, Neurología, Gastroenterología, Hematología, Nefrología, Neumología, Endocrinología, etc.).
Nunca debe faltar la compañía de la Psicología pues su apoyo es vital en la aplicación de terapias de realidad virtual, grupos de apoyo, cognitivas, conductuales, o ambas.
Una vez detectados los síntomas y el diagnóstico definitivo, son tratados por curso crónico con gran posibilidad de recaídas, por eso, la terapia siempre será un compromiso dual entre la Medicina y el paciente.
Para evitar que estas reacciones sobrepasen el umbral de fisiológico y desestabilicen el equilibrio de nuestro cuerpo podemos aplicar algunas técnicas a corto y a largo plazo, es decir, pueden transformarse en un estilo de vida, ya que son bases del tratamiento integral para paliar este tipo de trastornos y nos da resultados óptimos cuando sabemos cómo implementarlas de acuerdo al mal psíquico, en qué momentos y horas específicas del día pedirles a los pacientes que se apropien de ellas, esto, incluso por las mesetas y fluctuaciones que tiene el cortisol, cada entrecruce bioquímico con los psicofármacos prescriptos, y varios juegos entre los neurotransmisores en el cuerpo.
✓Terapia respiratoria.
✓Ejercicio físico y lúdico.
✓Juegos mentales.
✓La lectura.
✓Hipnosis (superficial o profunda, depende del caso).
✓Escritura (más que en celular o portátil, a mano).
✓Mascotas (Para algunas personas un animalito de compañía suele ser más bien un estresor negativo, por eso primero hay que preguntarles si les gustan las mascotas y si se van a hacer responsables de ellas y sus necesidades puesto que en algunos espectros de estos padecimientos psiquiátricos las personas no velan por ellas mismas, como en el caso de las depresiones).
✓Control nutricional.
✓Liberación de endorfinas a través de la risa no forzada.
✓Senderismo (A pie o con bicicleta).
✓Aroma y Mesoterapia.
✓Acuterapia.
✓Tocar un instrumento musical, incluye el canto.
✓Musicoterapia/bailoterapia.
✓Práctica de idiomas (No se necesita ser superdotado para aprender idiomas que sean de su interés, solo es cuestión de concentración, dedicación y tiempo).
✓Cocina.
✓Arreglo y Bricolaje.
✓Costura y tejido.
✓Relajación (Yoga. Mindfulness. Taichi).
✓Acupuntura.
✓Acupresión y Moxibustión.
✓Fitoterapia... Ojo aquí: sé que algunas plantas tienen el poder de mantener estables los síntomas de estos trastornos, pero debemos estar conscientes que, al ser principios activos de algunos fármacos usados en Psiquiatría pueden causar interacción medicamentosa.
He leído hasta blogs que recomiendan este tipo de medicinas naturales, a veces sin conocimiento de fondo; sé que no lo hacen con mala intención, pero deben saber que lo natural no es sinónimo de libre de efectos secundarios. Por favor, de manera encarecida y con el respeto que se merecen, en caso de tomar antidepresivos, antipsicóticos, recaptadores, antagonistas, estimulantes, moduladores, hipnóticos, miorrelajantes, betabloqueantes, psicotrópicos terapéuticos, opiáceos, etc., no mezclar con la fitoterapia; en mi carrera he visto casos graves por mezclar psicofármacos con valeriana, tilo, espino blanco, planta de San Juan, rhodiola, pasiflora, etc.
Si están bajo tratamiento, por favor, coméntele a su psiquiatra que toman con frecuencia una que otra plantita para cura nervios, así le dan una gran ayuda para que los pueda medicar bien y se eviten efectos secundarios no solo desagradables, sino fatales.
Mis pacientes a veces piensan que porque soy psiquiatra no me voy a estresar nunca, ni a deprimir, y jamás sentir ansiedad, pero siempre les digo que todos los seres humanos vamos a pasar por situaciones negativas, situaciones de peligro que harán que tengamos una respuesta adaptativa; que en algún momento vamos a sentirnos tristes, nostálgicos, a llorar sin razón aparente; que nos puede faltar el sueño, podemos respirar agobio por nuestros poros, sin que estas percepciones indiquen que tengamos algún trastorno de cuidado que requiera ayuda farmacológica.
Dos aristas he podido experimentar e incluso las he descrito en mi libro de memorias personal: como paciente y también como un profesional que trata a diario trastornos mentales no solo a través de psicofármacos, emergencias psiquiátricas, o en clínicas de salud mental.
COMO PACIENTE:
Yo fui un paciente con el Trastorno Depresivo Mayor por bastante tiempo debido a situaciones complicadas, dejé un tiempo la Psiquiatría para concentrarme en mi propia salud, así que sé de lo que se trata y como siempre he dicho, a qué suena, a qué sabe, a qué huele, cómo se siente tener este tipo de dolencia mental, de la que, si se sigue un tratamiento con orden y rigurosidad, se vive para contarlo y brindar apoyo.
El trastorno era para mí una muerte inminente, cronometrada, sin necesidad de sentir ganas o impulsos de darme un disparo (porque no siempre una persona deprimida siente deseos de quitarse la vida). Me sabía, me olía, sentía que se trataba de un desollo almático; acusaciones; insomnios a pesar de estar en un sitio de ensueños; latidos aletargados; miradas perdidas y silencios agresivos porque casi no podía, no me nacía hablar.
El trastorno era para mí igual a somatizar; a palabras inaudibles yuxtapuestas; a cosquilleos culposos; a una pérdida total de los sentidos y la voluntad; a profundidad negativa; a un abismo sin final; a pasados hirientes; a distopía emocional; a una terrible anhedonia; a no tener psicosis, pero tampoco sentirme estable; a un sin saber parecido al que tuvo el protagonista de la película Manchester by the Sea; a un vacío tan, o más nuboso a lo que describió el escritor turco Nâzım Hikmet Ran en su magistral poema "Angina Pektoris".
La música era, cuando la escuchaba, el único aliciente, el relax que hacía una interacción positiva con los psicofármacos que tomé por tiempo reglamentario según me lo envió el profesional que estuvo al frente de mi caso.
COMO PSIQUIATRA:
Los trastornos anímicos son puestos como sinónimos de tristeza, agobio, algo nervioso o hasta expectante, por eso es que existe un alto índice de la población que, al no sesgar conceptos, se vuelve víctima de verdaderas polifarmacias enviadas por grupos de galenos, a veces irresponsables, que sin tener el conocimiento previo porque no es su especialidad, a los pacientes les envían pildoritas para la tristeza o los nervios cuando en realidad no las necesitan y más bien acumulan efectos secundarios indeseables.
Estos trastornos son desgastantes, y por la sociedad en general, minimizados, tomados a la ligera y trivialidad porque no es cuestión de baratijas y motivaciones, sino de fuertes oscuridades y mal entendidas realidades.
Aunque le compete a la Medicina diagnosticar de manera correcta y dar solución, la familia y el entorno deben formar un equipo multidisciplinario para sacar a la persona de un trastorno de distrés, de ansiedad, o depresión.
Es vital que asistan a charlas para desmitificar, para que puedan entender el trastorno de mejor manera, que sepan que lo que tienen en frente es real y no lo minimicen ni piensen que es pura debilidad, por eso, a los familiares y amigos de quien padece estas comorbilidades, les aconsejo que mejor se lleven en el corazón lo que dijo el psiquiatra y ensayista suizo Carl Gustav Jung:
Debemos conocer todas las teorías, dominar las técnicas existentes, pero al tocar el alma, debemos ser también otra alma.
Creo, en mi opinión personal, al punto de convertirse en almas gemelas.
Hasta aquí llegaré, espero que la duda haya quedado resulta. Muchas gracias por el tiempo que se toman en acompañarnos en cada lectura de principio a fin. Quiera mi Amo, Creador y Sustentador permitirnos, a mi esposa y a mí, compartir en una nueva oportunidad.
Que tengan un bendecido día.
Un placer escribir para ustedes, por ustedes, con ustedes.
Atte,
La familia RebeJumper ©
Mi querido Binyamin, qué placer leer post tuyo. Agradezco infinito porque dedicar una publicación entera para responder mis dudas sobre términos, ha sido de aprendizaje y beneficio porque así poder yo entender mejor estados de ánimo y sus dolencias, llevarme tu escrito a mi perfil.
Ser doctor que analizar la mente tú, pero eso no quitar de corazón y alma que sufrir en algún momento estrés, depresión o ansiedad, incluso por casos de pacientes que tener que tratar, sé que has pasado malos ratos y has llorado sin obtener respuesta satisfactoria o inmediata. Sé que entristecerte por partida al más allá de muchos de ellos, por tal razón no sorprender que tú aquejado por depresión mayor estar un tiempo.
Gracias, muchas gracias, Binyamin.
Saludos a Rebecita, a bebitos de los dos, a Ari, a Konstancita y sus tres bebitos también.
Que tengan todos hermoso mitad semana.
Beso tu mano.
Paz y bendición.
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