DEUDAS...

Estaba firmando y sellando algunos papeles que aparecieron en mi escritorio, en eso, recibí una llamada a mi teléfono celular, era mi mamá. Toda agitada, me dice llorando que el banco le quitó la casa a mi primo porque no había pagado la hipoteca que estaba sobre la misma.

¿Qué hacer? Ni así entre todos los primos nos juntáramos para ayudarlo él podría recuperar el bien inmueble, ha sido demasiado tiempo sin abonar las cuotas que debe y por la que debió ser responsable porque es bien sabido que si adquieres una deuda tienes que pagarla.

Yo también me he endeudado, no soy descendiente de los Rockefeller, pero algo que he tenido bien en claro desde que mis padres me enseñaron acerca del tema de la responsabilidades es a pagar lo que adeudo, entregar lo que me han prestado porque solo se trató de un préstamo, no de un regalo.

Creo que en la otra red social en donde nos conocimos algunos amigos que ahora transitamos por acá en Blurt, les conté que yo adquirí una deuda, que la pagué a las dos semanas cuando recibí mi cheque en el trabajo, pero la persona quiso pasarse de lista diciendo que no lo había hecho porque mi error fue, lo admito, no tener documentos de cómo probarlo, era su palabra contra la mía, por supuesto que yo no iba a pagar otra vez.

Ya parecía extorsión gota a gota su acoso... me metí en un lío enorme, se armó un escándalo tremendo en el departamento que vivía, tal fue el conflicto que hasta la vecina intervino llamando a mi papá que en ese tiempo su domicilio era en otra ciudad con su ex, así que agarró un avión y me buscó para solucionar el problema de la deuda y con la persona que me amenazó hasta físicamente.

Las deudas son una realidad que muchas personas enfrentan en su vida, y aunque pueden ser útiles en ciertas circunstancias, también pueden causar una serie de daños significativos en la vida de quienes las adquieren. Es importante reflexionar sobre estos daños para tomar decisiones más informadas y evitar caer en una trampa financiera.

Uno de los daños más evidentes de las deudas es el impacto económico inmediato. Cuando adquirimos una deuda, estamos comprometiendo una parte de nuestros ingresos futuros para pagarla, lo que puede limitar nuestras opciones y oportunidades de distribución del dinero. Esto significa que cada vez que recibimos un salario o entradas extras (puede que de ventas online, rentas, etc.), una parte de él se destina a pagar deudas en lugar de invertir en nuestras metas personales o ahorrar para el futuro. Esta falta de flexibilidad puede generar estrés y ansiedad, ya que nos sentimos atrapados en un ciclo de pagos constantes.

El estrés asociado con las deudas puede llevar a problemas de depresión y tensiones en las relaciones personales, como mínimo porque hay quienes terminan en el borde del abismo quitándose la vida. El sentimiento de estar constantemente abrumado por las obligaciones económicas puede socavar nuestra calidad de vida y bienestar general.

Cuando estamos desesperados por aliviar la presión de las deudas, podemos caer en la trampa de tomar préstamos adicionales con tasas de interés altas o recurrir a opciones de financiamiento poco recomendables, como las usuras. Estas decisiones impulsivas pueden empeorar nuestra situación en lugar de mejorarla, nos empujan a discusiones intrafamiliares que no deben existir.

Muchas personas aplazan sus sueños y metas, como comprar una casa, emprender un negocio o viajar, debido a las deudas acumuladas. Estos sueños pueden parecer inalcanzables mientras estemos atrapados en un ciclo de deudas, lo que puede generar sentimientos de desilusión y resignación.

Entendamos que las deudas no son inherentemente malas, lo satánico y brutal es NO CANCELARLAS. Antes de adquirir una deuda, es fundamental evaluar si es realmente necesaria y si podemos hacer frente a los pagos sin comprometer hasta el estado emocional.

Les dejaré un video que me gustó el otro día que me lo recomendó YT... de verdad, si mi primo hubiese escuchado esta joya de pocos minutos, no estuviera tal vez ahora en sufrimientos y tensiones eternas.