Cambios

Los cambios en la vida del ser humano son inherentes, a veces estos pueden resultar beneficiosos, otras, no tanto, esto, dependiendo de la percepción y el concepto personal que tengamos acerca de lo que implican las palabras: calidad de vida, las cuales, están sujetas a varios parámetros como son: la cultura, la economía, la religión, la filosofía, etc.

Nuestros cuerpos sufren cambios desde la etapa en la que nos encontramos dentro del vientre materno y continúa todo en un ciclo cronometrado hasta incluso cuando llega el momento en el que nos convertimos en polvo y aire. Leí hace un par de días una publicación de @angelica7 en donde exponía algunos puntos acerca de la menopausia, un sendero importante en la vida de una mujer.

Aunque no soy ginecólogo es mi obligación aclarar que menopausia no es lo mismo que climaterio, ambos términos suelen usarse como sinónimos y de manera empírica fuera de la carrera médica e incluso muchos galenos las unifican no aclarando a sus pacientes que cada proceso es distinto, aunque estén relacionados con el tema hormonal y generen cambios significativos que afectan la salud física, emocional y social.

Menopausia no es más que el cese de la menstruación; podemos decir que alguien ha entrado en esta etapa cuando han pasado doce meses de falta de sangrado mensual, cabe aclarar aquí que no es lo mismo tener ciclos irregulares a una total ausencia (para eso están los estudios de imagen y laboratorio como apoyo también). Existen causas y casos distintos para declarar clínicamente a una mujer en etapa de menopausia, entre ellas está la histerectomía (extracción del útero) o la ooforectomía (extracción de los ovarios).

Climaterio es la involución del ovario, el cual, va perdiendo la capacidad de producir hormonas (principalmente estrógenos), óvulos y también folículos, por ende, hace más dificultosa la reproducción y la concepción. Empieza antes de la menopausia, varía en tiempo y en síntomas clásicos como los bochornos, resequedad, pérdida de elasticidad, problemas cardiovasculares, oncológicos y metabólicos, insomnio, incontinencias, disfunciones, osteoporosis, etc.

Dicho esto, sé que nunca atravesaré ese tiempo en carne propia, sin embargo, por la carrera que escogí he atendido muchos casos de pacientes en donde esta etapa natural se transforma en una pesadilla no solo para quien la vive, sino para quienes la rodean, ya que se ven afectados muchos canales neuropsiquiátricos que pueden llevar a depresiones profundas, psicosis, neurosis e incluso el suicidio porque pueden llegar a prevalecer inseguridades, tabúes, percepciones y sensaciones equivocadas, estereotipia por desconocimiento, angustia, vergüenza, violencia intrafamiliar, estrés, frustración, divorcios, abandono.

Hay casos en donde una mujer se transforma en un espiral de emociones, tanto, que no sabe cómo canalizarlas para llevar una vida plena, tranquila, estable, es como si tuviera un espectro de la bipolaridad, lo he visto en la consulta cuando me envían casos desde Ginecología (diagnosticadas con climaterio y menopausia) para una evaluación psiquiátrica y posible prescripción de psicofármacos porque alguna paciente afirma estar volviéndose loca, ya que un día siente que el corazón se saldrá de su cuerpo y al otro parece que está sin pulso; un día el intestino decide hacerle una mala pasada y al otro, la vejiga no deja que salga de la casa con tranquilidad a laborar.

Su pareja (si es que la acompañan, que creo sería lo más lógico y correcto) afirma que un día a su esposa no le entra ese lindo pantalón que la semana pasada lucía, y al otro debe ocupar la máquina de coser para hacerle unos ajustes porque se le cae hasta puesta una correa; se queja de manera camuflada porque ella un día tiene ganas de comer y conversar, pero al otro se vuelve anoréxica y tiene solo ganas de llorar sin vacilar; o también que un día le posee el espíritu del Kama Sutra, pero al otro, sin siquiera entenderlo, se vuelve asexual, irritable e intocable.

La menopausia y el climaterio causan luchas y desajustes con la identidad en un porcentaje alto de la población mundial femenina, esto también suele ser independiente del ambiente sociocultural y económico en el que se desarrolla y todo porque un día tiene el cabello envidiable, pero al otro se pasa el cepillo y piensa que le ganó la calvicie; o porque un día ni desnuda al lado de un iceberg se le quita el calor, aunque sea invierno; o también porque un día afirma tener la piel de un bebé recién nacido, pero al otro parece un estropajo de aluminio para ollas; o cuando un día Hipnos le toma en sus brazos como gran amante, pero al otro, como gran adúltero, como si fuera un objeto de sus caprichos banales, la sentencia a un insomnio que ni contando ovejas podrá dormir.

Aunque normal y real porque hay distintas recomendaciones para atravesar ese camino atiborrado de cambios (ejercicios, medicamentos, dieta controlada por un especialista, terapias alternativas, etc.), a la menopausia y el climaterio es necesario entender en unidad para luego vivir de manera interna y en plenitud, así habrá el apoyo integral no solo a través de terapias de sustitución hormonal farmacológica de acuerdo al caso, fisiología y la necesidad que el especialista analice en la consulta, sino también se levantará una voz constante y confiable que diga con sinceridad algo positivo, algo constructivo para la vida de una mujer en momentos de confusión.

Considero que la menopausia y el climaterio también son retos dentro de la salud pública, los gobiernos deberían prestar atención a estas etapas del ciclo vital y no ser los promotores principales de estigmas sociales que tanto daño generan en la actualidad, por ejemplo, debe existir más educación y concientización acerca del tema, ya que no solo las mujeres deben estar informadas sobre los síntomas, las opciones de tratamiento y estrategias de afrontamiento en este proceso de la vida.

Creo que las consultas regulares con profesionales de la salud, como ginecólogos, endocrinólogos, psiquiatras, terapeutas, también proporcionan orientación, un consejo adecuado y un tratamiento oportuno que incluye la desintegración de malos hábitos y cambios en el estilo de vida para mejorar incluso el bienestar emocional dentro del núcleo familiar.

La musicoterapia, masajes, bailoterapia, el yoga, el mindfulness, la aromaterapia, la pintura, el tejido, el compartir experiencias y preocupaciones con personas que pasan por situaciones similares, el asistir a grupos de apoyo para obtener un amplio sentimiento de comprensión también son algunos de mis consejos cuando tengo que medicar a pacientes con síntomas psiquiátricos que derivaron del climaterio.

En general, la lectura no puede faltar dentro de mis píldoras terapéuticas; en el caso del climaterio y la menopausia, más que páginas de Internet, a mis pacientes les he recomendado algunos libros que hablen del tema de forma clara y con cierto aire vivencial, los he leído con mi esposa, por ejemplo:

✓La mujer renovada, de Louann Brizendine.
✓Los placeres secretos de la menopausia, de Christiane Northrup.
✓La sabiduría de la menopausia, de Christiane Northrup.
✓Con hormonas y a lo loco, de Clotilde Vázquez.
✓El hombre joven, de Annie Ernaux.

Con el título 'Por qué la menopausia también puede ser la mejor época de la mujer', dejaré este corto video de YT en donde el especialista explica algunos puntos resumidos del tema que desarrollé.