Son tantas las cosas que rondan a estos aspectos que sería imposible llegar a un acuerdo, sin embargo, hasta donde he podido leer y estudiar, el nombre (o los nombres) solo representan la esencia de quién es Dios.
En este lado del hemisferio, parece que no es tan importante, pero por aquellos lares, el nombre representaba lo que sería el futuro de una persona, y en el caso de Dios, lo que representa para el ser humano frente a una circunstancia en particular.
De hecho, hay quienes afirma que, el tetagramatón hebreo יהוה, con el cual se representa el nombre de Dios, refleja el sonido del aire cuando entre y sale de nuestros pulmones, de allí, la imposibilidad de pronunciar y hasta de transliterar a nuestro idioma.
Muchas gracias por tu maravilloso aporte, hermano.