Supongo que cada finalización de un trabajo se puede ver como el fin de una etapa, toca comenzar a trabajar en la siguiente etapa. Admito que soy de los que se ponen ansiosos antes los cambios que significa esto, pero a la larga no queda más remedio que acostumbrarse, aceptar que todo termina, y que todo fin puede ser un nuevo inicio.
Eso de los nombres de una deidad es algo que llama la atención, recuerdo que alguna vez un amigo me dijo que había una larga lista de nombres para dios en la tradición judía, también había varios títulos que le sirven de nombre si se considera a los islamistas como descendientes de Abraham.
Así que bien podría haber más de 100 nombres distintos (o títulos) y puede que todos sean correctos de alguna manera. De hecho, recuerdo que en algún lado leí una lista que llamaban algo así como los 108 Nombres de Dios.
Aunque otros dicen que solo hay 72 en la Kabbalah judía... en fin, que es posible que sea cierto eso de que en realidad los humanos no conocemos el 'verdadero nombre' de dios. Eso es una parte de la tradición semíta, que dice que si se sabe el nombre real, entonces se tiene poder o algún grado de dominio sobre el objeto o ser.
Al ser imposible que una criatura como la humana pueda manejar el poder de un ser supremo, entonces le es imposible conocer el nombre real. Incluso podría pasar que el estar expuesto a tal nombre le arrebate la vida a cualquier humano que tenga el mortal destino de toparse con eso.
Son tantas las cosas que rondan a estos aspectos que sería imposible llegar a un acuerdo, sin embargo, hasta donde he podido leer y estudiar, el nombre (o los nombres) solo representan la esencia de quién es Dios.
En este lado del hemisferio, parece que no es tan importante, pero por aquellos lares, el nombre representaba lo que sería el futuro de una persona, y en el caso de Dios, lo que representa para el ser humano frente a una circunstancia en particular.
De hecho, hay quienes afirma que, el tetagramatón hebreo יהוה, con el cual se representa el nombre de Dios, refleja el sonido del aire cuando entre y sale de nuestros pulmones, de allí, la imposibilidad de pronunciar y hasta de transliterar a nuestro idioma.
Muchas gracias por tu maravilloso aporte, hermano.