Navidad Vampírica. Un cuento de Navidad al estilo Mostro.

in relatos •  2 years ago 


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Desde el primer semestre en su carrera universitaria la jovencita Anastacia había estado enamorada de Marcellus Dante, un delgado galán deseado por muchas y alcanzado por ninguna. Ante su soltería mucho se había especulado, como que era gay o asexual, sin embargo había dejado clara su heterosexualidad con algunos encuentros con chicas poco conocidas fuera del círculo universitario. Sin embargo, lo que más se comentaba era su origen vampírico, el cual el guapo muchacho nunca había negado o tratado de ocultar, y pese a esto, Anastacia no desistía en algún día materializar su sueño de ser besada por los labios delgados y pálidos de Marcellus.

Fue en la fiesta dicembrina de una de las facultades de la universidad que se vislumbró por vez primera una posibilidad real. En un juego organizado en el jardín del campus, los estudiantes dejaban sus cartas a Santa en un buzón de madera. Anastacia dejó allí su carta y aunque era solo un juego, lo hizo con un sentimiento de fe especial.

Y entonces, ocurrió: en medio de la discoteca improvisada en la cancha de baloncesto, Marcellus apareció entre la multitud y se aproximó a ella con lentitud, flotando, si, así como leen, flotando levemente pero en realidad flotando. Cuando estuvo frente a ella no pronunció palabra, simplemente le extendió la mano y se la llevó al centro de la pista de baile. Allídanzaron un par de largas piezas románticas, a lo que Anastacia aprovecho para platicar:

  • Me.. me halaga que me sacaras a bailar... tu... yo... yo siempre... -

  • Siempre lo has deseado, lo sé - La sinceridad y arrogancia de Marcellus tomó por sorpresa a la chica.

  • Tan evidente es? - dice Anastacia sonrojada.

Marcellus ignora la pregunta y la invita a la fiesta de Navidad en su hogar, una mansión apartada en la zona residencial más exclusiva de la ciudad. Ella parece dudar, y varias preguntas le vienen a la cabeza.

  • Si, aunque no lo creas, los vampiros también celebramos la Navidad - responde el galán, como si le leyera la mente.

-0-

Transcurrió una semana y la gran fecha llegó. Ante la negativa de su familia Anastacia asistió a la fiesta de los Dante con su mejor y más sensual vestimenta. Parecía una princesa cuando bajó del lujoso coche enviado por Marcellus. El galán la recibió en la puerta con un beso en la mano y llevándola tomada elegantemente por la mano.

La fiesta se desarrollaba en un gran salón repleto de utilería costosísima y adornos góticos y antíguos. Se sentía un aroma especial en el ambiente, y Anastacia pronto aprendió a distinguir a los humanos de los vampiros, tanto así que notó que cada vampiro tenía por pareja un humano, incluso aquellos que eran parejas casadas como los padres de Marsellus, situación que le llamó mucho la atención . Se trataba de algo adrede? alguna costumbre vampírica? o sería simplemente casualidad?. Se encontraba en esas cavilaciones cuando Marcelline, la madre de Marcellus y una vampira excesivamente elegante y hermosa hizo un anuncio:

  • Es la hora del intercambio de regalos! - dijo mientras hacia sonar una campanita.

Todas las parejas Vampiros/Humanos hicieron una gran rueda en el salón, y entonces inició el juego. - Comienza la más preciosa del lugar, es decir, yo - dijo Marcelline de forma teatral y humorística, y todos estallaron en risas.

  • Julian!! - Marcelline llamó a quien le había tocado en el sorteo. Enseguida Julian, un viejo y conocido vampiro de la zona norte caminó entre aplausos y algarabía, y recibió su regalo: el jovenzuelo que acompañaba a Marcelline en la fiesta.

  • Karl!! - dijo Julian en voz alta. De entre el grupo apareció un espigado vampiro con una larga barba, y recibió como regalo a la pareja humana que llevó el viejo vampiro: una hermosa y muy jovencita chica rubia.

Así continuaba el intercambio, mientras que Anastacia sentía una gran presión en el pecho, al deducir que ella también sería... regalada? pero que es esto?? Marcellus la llevó solo para regalarla? nuevamente sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó:

  • Marcellus!! - y entonces una extraña vampira que no conocía le obsequió al galán vampiro a una muy guapa modelo inglesa. Todos aplaudieron y celebraron.

Por un instante Anastacia quiso aprovechar la oportunidad de huir, pero no pudo, 'algo' se lo impidió, una extraña fuerza parecía dominarla y hacerla sumisa. Cuando Marcellus nombró a su padre y este entro al ruedo, su cuerpo de manera hipnótica se dirigió a los brazos de su nuevo dueño.

Cuando el juego hubo terminado, Sonaron las campanadas que indicaban la media noche, las luces se apagaron, y una música de estilo electrónico y lúgubre comenzó a escucharse en toda la mansión. Enseguida el dominio mágico sobre los humanos cesó, algunos aterrados intentaron huir de sus captores, iniciando un nuevo juego del gato y el ratón; otros simplemente se entregaron a los colmillos filosos de sus nuevos amos, convirtiéndose en mero alimento.

Anastacia sabía que no tenía posibilidad de escape, así que solo se dedicó a observar fijamente el rostro varonil de Sergian Dante, el padre de Marcellus, y era como mirar al propio Marcellus pero más maduro, más grande y fuerte, más experto. Lo acarició con sus pequeñas manos, y tembló al sentir la mirada sensual y animal del vampiro. Con lágrimas corriendo por sus mejillas cerró los ojos, y abrazándose al cuerpo de Sergian le ofreció el cuello. Este la olía de forma sexual, y de manera sorpresiva y elegante la rodeo con su brazos y beso sus labios, mordisqueando un poco su lengua y apoderándose del interior de su boca. Una extraña y poderosa excitación se apoderó de Anastacia, ésta quiso decir algo pero solo pudo exhalar un gemido al sentir la punzada en la vena de cuello.

Los colmillos de Sergian succionaron con lentitud, con sensualidad, con pasión, y Anastacia sintió morir, que la vida se le iba y al mismo tiempo no.

  • De ahora en adelante serás mi esclava, mi amante, mi amor - le susurró Sergian en el oído con su voz ronca, y el cuerpo de la chica se erizó - hasta la eternidad.

Y mientras en el fondo continuaba escuchándose la música siniestra y los gritos de dolor, las paredes se teñían de rojo oscuro, y Sergian y Anastacia iniciaban entre saliva y sangre una nueva historia.

Fin

Mostrorobot
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Feliz Navidad le desea Mostrorobot a todos los friends de la plataforma!! Yeah

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