El amor que nace en abril. #2 Abril, amor con sabor a café
Todo indicaba que sería un día normal, aburrido y rutinario en mi trabajo, sirviendo café como máquina dispensadora, y sí, así iba mi día, estaba allí desde las 6 AM, limpiando, preparando todo y sirviendo café a cada cliente que llegaba buscando su elixir mágico de la mañana.
Al mediodía, en mi hora de descanso, como siempre acostumbraba a comer mi almuerzo allí mismo, me preparaba un café y me sentaba en una mesa a disfrutar de mi comida y aquel café. No me percaté de que en ese momento el local estaba lleno, y que yo estaba ocupando una mesa, pero en ese momento no importaba,en mi hora de descanso, mi rol era de cliente.
Entonces así sin más, apareciste tú, con aquella mirada que me paralizó, y una sonrisa tan encantadora, ah sin contar que aquella voz tan dulce con la que me hablaste, me preguntaste si te podías sentar a la mesa conmigo, casi me atraganto, rápidamente contesté que sí. Cuando llegó tu café, ese aroma solo complementó tu presencia, tu elegancia, tu mirada.
Varios días pasaron de aquel encuentro que marcó mi vida, hasta que te volví a ver entrando al café, te acercaste a mi, me reconociste de inmediato, me saludaste con tu mejor sonrisa, me estremecí, mi corazón bombeaba a toda velocidad, de no ser por la música de ambiente, mis latidos hubiesen retumbado por todo el local. Me pediste tu café, aunque no hacía falta que me dijeras, había recordado como te gustaba el café; me apresuré y te serví, no sé cómo hice para no derramar ni una gota, de los nervios que tenía, todo mi cuerpo temblaba, sé que te diste cuenta, tu sonrisa me lo confirmó.
Así fueron pasando los días, tú venías por tu café sin falta, hasta que un día me atreví y te escribí mi número telefónico en una servilleta y te la dí con tu café, pude ver cuando descubriste la nota, como se dibujó una sonrisa en tu rostro.
No pasó mucho tiempo después de que te fuiste, cuando recibí tu mensaje, qué alegría sentí, fue maravilloso, emocionante. Nos vimos poco después, hablamos largo tiempo, las horas se pasaban como segundos, entre sonrisas coquetas y cruces de miradas.
Cada día nos veíamos al menos dos veces, cuando ibas por tu café y cuando salía de trabajar, nos íbamos a caminar y hablábamos, me enamoré de tí y tú de mí, era obvio ese sentimiento entre tú y yo.
Pero recuerdo aquel día, que te ví por última vez, cuando nos despedimos tomando un café dulce y amargo, así como ese momento en que me dijiste adiós, con lágrimas en los ojos y un beso dulce con sabor a café de tus labios, me dijiste te amo, abrazándome fuerte, resistiéndote a irte. Recuerdo aquella promesa de volvernos a ver, aunque ya ha pasado mucho tiempo, aún así, espero poder verte otra vez.
Love born in April #2 April, coffee flavored love
Everything indicated that it would be a normal, boring and routine day at my job, serving coffee as a vending machine, and yes, that's how my day was going, I was there since 6 AM, cleaning, preparing everything and serving coffee to every customer that came looking for their magic morning elixir.
At noon, in my break time, as I always used to eat my lunch right there, I would prepare a coffee and sit at a table to enjoy my food and that coffee. I didn't realize that at that moment the place was full, and that I was occupying a table, but at that moment it didn't matter, in my break time, my role was as a customer.
Then just like that, you appeared, with that look that paralyzed me, and such a charming smile, not to mention that sweet voice with which you spoke to me, you asked me if you could sit at the table with me, I almost choked, I quickly answered yes. When your coffee arrived, that aroma only complemented your presence, your elegance, your gaze.
Several days passed from that encounter that marked my life, until I saw you again entering the café, you approached me, you recognized me immediately, you greeted me with your best smile, I shuddered, my heart was pumping at full speed, if it had not been for the background music, my heartbeat would have echoed throughout the place. You asked me for your coffee, although you didn't need to tell me, I had remembered how you liked coffee; I hurried and served you, I don't know how I managed not to spill a drop, I was so nervous, my whole body was shaking, I know you realized it, your smile confirmed it to me.
And so the days went by, you came for your coffee without fail, until one day I dared to write my phone number on a napkin and gave it to you with your coffee, I could see when you discovered the note, how a smile was drawn on your face.
It wasn't long after you left, when I received your message, what a joy I felt, it was wonderful, exciting. We saw each other soon after, we talked for a long time, the hours passed like seconds, between flirtatious smiles and glances.
Every day we saw each other at least twice, when you went to get your coffee and when I left work, we would go for a walk and talk, I fell in love with you and you with me, it was obvious that feeling between us.
But I remember that day, when I saw you for the last time, when we said goodbye drinking a sweet and bitter coffee, as well as that moment when you said goodbye to me, with tears in your eyes and a sweet kiss with coffee flavor from your lips you told me I love you, hugging me tightly, resisting to leave. I remember that promise to see you again, even though it has been a long time, I still hope to see you again.