[Eng/Esp] Short story: The Tragic Flight - Part III/ Microrelato: La Huida Trágica - Parte III

Agent Ramirez returned to the police station, determined to find a lead that would lead him to those responsible for the attack. He pored over the reports and interviews, looking for anything he had missed.

It was then that he noticed a detail that had gone unnoticed. In the description of the attackers' vehicle, the victim had mentioned that it was an SUV, but had not specified the model or color. Ramirez wondered if that information might be relevant.

Determined to pursue that line of investigation, the detective contacted border security agencies and provided them with available information about the incident. He asked them to keep their eyes open for any suspicious vehicles matching the description.

Meanwhile, at the hospital, the injured man was slowly recovering, but his mind kept wandering back to the attack. Who were these men and why had they targeted him? Had it been a case of mistaken identity or was there something darker behind it all?

One night, as he was trying to fall asleep, he heard a noise coming from the hallway. Alarmed, he pressed the nurse call button, but no one answered. Fear gripped him as he saw a shadow approach his room.

The door slowly opened and a hooded figure entered the room. The man held his breath in terror as the intruder approached his bed. But instead of attacking him, the stranger dropped an envelope on his lap and vanished as quickly as he had appeared.

Trembling, the man opened the envelope and found a handwritten note: "You need to get out of here. It is not safe for you. Follow the enclosed instructions and disappear."

Next to the note was a plane ticket and an overseas address. The man was puzzled, not knowing what to think. Who had sent him that warning and why? Was he still in danger inside the hospital?

Determined to find out the truth, the man got out of bed, ignoring the pain of his injuries. He had to escape from there and find a safe place where he could hide. But as he made his way to the door, he realized he was not alone. Someone else was watching him from the shadows, and that person seemed to have all the answers he was looking for.

The wounded man stopped in his tracks as he saw the figure watching him from the shadows. It was an older man, his face marked by experience and concern.

"Who are you, what's going on?" the man asked, his voice trembling.

The stranger took a step forward, revealing his face. "My name is Enrique. I'm an undercover agent who has been investigating the men who attacked you."

The man looked at him suspiciously. "How do you know what happened to me? Did you have anything to do with this?"

Enrique held up a hand in a sign of calm. "No, I had nothing to do with the attack. In fact, I've been trying to protect you ever since."

"Protect me? From whom?" the man was becoming increasingly confused and frightened.

"From the men who attacked you," Enrique replied. "They are part of an international criminal organization that is behind a dangerous arms deal. And I think you've been drawn into something you don't understand."

The man dropped back on the bed, processing the information. "What do you mean, what do I have to do with any of this?"

Henry walked over and handed him the envelope he had left earlier. "That note and the documents it contains are your ticket out. You need to get out of here as soon as possible. Those men won't stop until they find you."

"But... where am I supposed to go, how can I trust you?" The man was overwhelmed by the situation.

"I know it's hard to believe, but right now, I'm your only chance of survival," Henry said earnestly. "You have to trust me and follow instructions to the letter. Your life depends on it."

The man looked at the envelope with uncertainty, but he knew he had no choice. If what Henry said was true, his only hope was to run and hide. Taking a deep breath, he nodded with determination.

"All right, I'll trust you. But I want to know the whole truth when I'm safe."

Henry nodded. "I promise. Now, you need to get out of here as soon as possible. I'll take care of distracting the guards. Good luck."

Without further words, the wounded man struggled to his feet and left the room, leaving the safety of the hospital behind and stepping into an uncertain future, but with the hope of escaping the dangers that lurked ahead.

Source of the images*
Image created with Starryai.

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Versión en Español

El agente Ramírez regresó a la estación de policía, determinado a encontrar una pista que lo llevara a los responsables del ataque. Revisó minuciosamente los informes y entrevistas, buscando algo que se le hubiera pasado por alto.

Fue entonces cuando notó un detalle que había pasado desapercibido. En la descripción del vehículo de los atacantes, la víctima había mencionado que era un todo terreno, pero no había especificado el modelo o color. Ramírez se preguntó si esa información podría ser relevante.

Decidido a seguir esa línea de investigación, el detective se puso en contacto con las agencias de seguridad fronteriza y les proporcionó la información disponible sobre el incidente. Les solicitó que mantuvieran los ojos abiertos por cualquier vehículo sospechoso que coincidiera con la descripción.

Mientras tanto, en el hospital, el hombre herido se recuperaba lentamente, pero su mente no dejaba de darle vueltas al ataque. ¿Quiénes eran esos hombres y por qué lo habían elegido a él? ¿Acaso había sido un caso de identidad equivocada o había algo más oscuro detrás de todo esto?

Una noche, mientras intentaba conciliar el sueño, escuchó un ruido proveniente del pasillo. Alarmado, presionó el botón de llamada de enfermería, pero nadie respondió. El miedo se apoderó de él cuando vio una sombra acercarse a su habitación.

La puerta se abrió lentamente y una figura encapuchada entró en la habitación. El hombre contuvo la respiración, aterrorizado, mientras el intruso se acercaba a su cama. Pero en lugar de atacarlo, el desconocido dejó caer un sobre sobre su regazo y se desvaneció tan rápido como había aparecido.

Tembloroso, el hombre abrió el sobre y encontró una nota escrita a mano: "Tienes que irte de aquí. No es seguro para ti. Sigue las instrucciones adjuntas y desaparece."

Junto a la nota había un pasaje de avión y una dirección en el extranjero. El hombre se quedó perplejo, sin saber qué pensar. ¿Quién le había enviado esa advertencia y por qué? ¿Acaso estaba en peligro aún dentro del hospital?

Decidido a averiguar la verdad, el hombre se levantó de la cama, ignorando el dolor de sus heridas. Tenía que escapar de allí y encontrar un lugar seguro donde pudiera ocultarse. Pero mientras se dirigía a la puerta, se dio cuenta de que no estaba solo. Alguien más lo observaba desde las sombras, y esa persona parecía tener todas las respuestas que buscaba.

El hombre herido se detuvo en seco al ver la figura que lo observaba desde las sombras. Era un hombre mayor, con el rostro marcado por la experiencia y la preocupación.

"¿Quién eres tú? ¿Qué está pasando?" preguntó el hombre, con la voz temblorosa.

El desconocido dio un paso adelante, revelando su rostro. "Mi nombre es Enrique. Soy un agente encubierto que ha estado investigando a los hombres que te atacaron."

El hombre lo miró con desconfianza. "¿Cómo sabes lo que me pasó? ¿Acaso tú tienes algo que ver con esto?"

Enrique levantó una mano en señal de calma. "No, no tengo nada que ver con el ataque. De hecho, he estado tratando de protegerte desde entonces."

"¿Protegerme? ¿De quién?" El hombre se sentía cada vez más confundido y asustado.

"De los hombres que te atacaron," respondió Enrique. "Ellos son parte de una organización criminal internacional que está detrás de un peligroso tráfico de armas. Y creo que tú has sido involucrado en algo que no entiendes."

El hombre se dejó caer de vuelta en la cama, procesando la información. "¿Qué quieres decir? ¿Qué tengo que ver yo con todo esto?"

Enrique se acercó y le entregó el sobre que había dejado anteriormente. "Esa nota y los documentos que contiene son tu boleto de salida. Tienes que irte de aquí lo más pronto posible. Esos hombres no se detendrán hasta encontrarte."

"Pero... ¿a dónde se supone que vaya? ¿Cómo puedo confiar en ti?" El hombre se sentía abrumado por la situación.

"Sé que es difícil de creer, pero en este momento, yo soy tu única opción de sobrevivir," dijo Enrique con seriedad. "Tienes que confiar en mí y seguir las instrucciones al pie de la letra. Tu vida depende de ello."

El hombre miró el sobre con incertidumbre, pero sabía que no tenía otra alternativa. Si lo que Enrique decía era cierto, su única esperanza era huir y esconderse. Tomando un profundo respiro, asintió con determinación.

"Está bien, confiaré en ti. Pero quiero saber toda la verdad cuando esté a salvo."

Enrique asintió. "Te lo prometo. Ahora, tienes que irte de aquí cuanto antes. Yo me encargaré de distraer a los guardias. Buena suerte."

Sin más palabras, el hombre herido se levantó con dificultad y salió de la habitación, dejando atrás la seguridad del hospital y adentrándose en un futuro incierto, pero con la esperanza de escapar de los peligros que lo acechaban.

Fuente de las imágenes
Imagen creada con Starryai.