[Eng/Esp] Short story: The Hallucinogenic Mushroom/ Microrelato: El Hongo Alucinógeno

-Do you see it?
-Yes.
-It looks pretty gross.
-Of course it does!
-And even disgusting.
-So what?
-Are you going to touch that?
-Ummm... let me think about it.
-Crazy.
-Crazy you.
-Marrano.
-Shut up!

The little girl accompanying our protagonist, a boy who was staring with a magnifying glass at the mushroom that recently appeared on the tree in his backyard, laughs out loud at the exchange.

-It's certainly fascinating.
-Tarado.
-Go to sleep!
-And what are you going to do with that?

The boy begins to touch it with his fingertips. He notices that it is soft to the touch and not slimy as he thought. Then he decides to rip it off.

-Crazy.

The boy stares at her with narrowed eyes, implying that he doesn't care what she says.

-Then eat it.

It seemed like a good idea, so she put it in her mouth to start chewing and tasting it. Magical colors and strange sounds make him feel like he is on an extrasensory journey, where the things around him lose their defined shapes to become abstract. Everything moves, nothing is static. He no longer knows where he is up and where he is down. It seems crazy. He feels his body as light as a feather, that he can no longer experience carnal pain and that....

-Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa -he barely opens his eyes and realizes that he is in the hospital.

The boy's eyes are so wide that they look like two fried eggs as he looks around him, still under the effects of the hallucinogenic mushroom. Everyone around him watches in amazement, thanking heaven that the boy has come to his senses and may be better off if he gets some rest; except for his cousin, who laughs out loud knowing that her cousin looks like a deranged man.

At the hospital, his mother, Mrs. Garcia, and his aunt, Mrs. Lopez, are sitting next to him, worried and with tears in their eyes. Dr. Garcia, the family doctor, is reviewing the test results and consulting with the nurse, Mr. Martinez, about the boy's condition.

Mrs. Garcia, in a trembling voice, asks:

-How is my son?

Dr. Garcia replies:

-The child is recovering. The effects of the fungus have been very strong, but it seems that he has already overcome the crisis. He needs to rest and he must not touch the fungus again.

Mrs. Lopez, with a mocking smile, says:

-Poor cousin of mine, what a misfortune!

Mrs. Garcia, with a sigh, replies:

-I hope he never does anything like that again!

The boy, with his eyes still open, looks around and sees his family worried. Then, with a sigh, he closes his eyes and falls asleep.

The boy wakes up in a hospital room, surrounded by strange devices and monitors. His mother, Mrs. Garcia, is sitting next to him, with a worried expression. Dr. Garcia enters the room and explains that the boy has been in a coma for three days due to a serious infection.

-How did I do this to myself? -asks the child, confused.

Dr. Garcia answers:

-The child suffered a serious infection after touching a poisonous mushroom. It was very serious and he almost lost his life. But thanks to the quick intervention of the doctors, the boy has been able to recover.

Mrs. Garcia, with tears in her eyes, hugs her son and says:

-I am so happy to see you awake, my son!

The boy, with a sigh, realizes the seriousness of his situation and promises his mother that he will never touch a mushroom again.

-Why didn't you tell me? -asks the child, in a weak voice.

Mrs. Garcia, in a soft voice, answers:

-My son, don't worry about that now! The important thing is that you are alive and recovering. Now, rest and don't worry about anything.

The child, with a sigh, closes his eyes and falls asleep.

Days later, the boy is at home, surrounded by his family and friends, celebrating his recovery. His cousin, Miss Lopez, approaches him with a mocking smile and says:

-Hey, cousin, I heard that you saw unicorns and fairies when you were high on that mushroom!

The boy, with a shy smile, replies:

-Yeah, it was a crazy experience! But I don't plan to touch those mushrooms ever again, they almost killed me!

Everyone bursts out laughing, relieved that the boy has learned his lesson and is safe. Mrs. Garcia, with a proud smile, gives her son a kiss on the cheek and says:

-I'm so proud of you, my son! Now, how about celebrating with a delicious chocolate cake?

The boy, with a beaming smile, replies:

-I think that's a great idea, Mom!

And so, family and friends enjoy a delicious celebration, laughing and reminiscing about the boy's crazy adventures with the hallucinogenic mushroom.

Source of the images
Image created with Starryai.

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Versión en Español

-¿Lo ves?
-Sí.
-Se ve muy asqueroso.
-¡Obvio que sí!
-Y hasta repugnante.
-¿Y qué?
-¿Vas a tocar eso?
-Ummm... déjame pensarlo.
-Loco.
-Loca tú.
-Marrano.
-¡Calla!

La niña que acompaña a nuestro protagonista, un niño que se quedó mirando fijamente con una lupa el hongo que apareció recientemente en el árbol de su patio trasero, se ríe a carcajadas ante el intercambio.

-Sin duda que es fascinante.
-Tarado.
-¡Ve a dormir!
-¿Y qué vas a hacer con eso?

El niño comienza a tocarlo con la punta de sus dedos. Nota que es suave al tacto y no baboso como pensaba. Luego decide arrancarlo.

-Loco.

El niño la mira fijamente con los ojos entrecerrados, dando a entender que no le importa lo que ella diga.

-Entonces cómetelo.

Le pareció una buena idea, así que se lo llevó a la boca para empezar a masticarlo y degustarlo. Mágicos colores y sonidos extraños lo hacen sentir que está en un viaje extrasensorial, donde las cosas a su alrededor pierden sus formas definidas para pasar a ser abstractas. Todo se mueve, nada es estático. Ya no sabe dónde está arriba y dónde está abajo. Parece una locura. Siente su cuerpo tan ligero como una pluma, que ya no puede experimentar el dolor carnal y que...

-¡Mamaaaaaaaaaaaaaá -apenas abre los ojos se da cuenta de que está en el hospital.

Los ojos del chico están tan abiertos que parecen dos huevos fritos mientras mira a su alrededor, aún bajo los efectos del hongo alucinógeno. Todos a su alrededor lo observan estupefactos, dando gracias al cielo de que el chico haya vuelto en sí y pueda estar mejor si guarda reposo; salvo su prima, quien se ríe a carcajadas al saber que su primo parece un desquiciado.

En el hospital, su madre, la señora García, y su tía, la señora López, están sentadas a su lado, preocupadas y con lágrimas en los ojos. El doctor García, el médico de la familia, está revisando los resultados de las pruebas y consultando con el enfermero, el señor Martínez, sobre el estado del niño.

La señora García, con voz temblorosa, pregunta:

-¿Cómo está mi hijo?

El doctor García responde:

-El niño está recuperándose. Los efectos del hongo han sido muy fuertes, pero parece que ya ha superado la crisis. Necesita descansar y no debe volver a tocar ese hongo.

La señora López, con una sonrisa burlona, dice:

-¡Pobre primo mío, qué desgracia!

La señora García, con un suspiro, responde:

-¡Espero que no vuelva a hacer algo así!

El niño, con los ojos aún abiertos, mira a su alrededor y ve a su familia preocupada. Entonces, con un suspiro, cierra los ojos y se duerme.

El niño despierta en una habitación de hospital, rodeado de extraños aparatos y monitores. Su madre, la señora García, está sentada a su lado, con una expresión de preocupación. El doctor García entra en la habitación y le explica que el niño ha estado en coma durante tres días debido a una grave infección.

-¿Cómo me hice esto? -pregunta el niño, confundido.

El doctor García responde:

-El niño sufrió una grave infección después de tocar un hongo venenoso. Fue muy grave y casi perdió la vida. Pero gracias a la intervención rápida de los médicos, el niño ha podido recuperarse.

La señora García, con lágrimas en los ojos, abraza a su hijo y le dice:

-¡Estoy tan feliz de verte despierto, hijo mío!

El niño, con un suspiro, se da cuenta de la gravedad de su situación y promete a su madre que no volverá a tocar ningún hongo.

-¿Por qué no me lo dijiste? -pregunta el niño, con una voz débil.

La señora García, con una voz suave, responde:

-¡Hijo mío, no te preocupes por eso ahora! Lo importante es que estás vivo y recuperándote. Ahora, descansa y no te preocupes por nada.

El niño, con un suspiro, cierra los ojos y se duerme.

Días después, el niño se encuentra en su casa, rodeado de su familia y amigos, celebrando su recuperación. Su prima, la señorita López, se acerca a él con una sonrisa burlona y le dice:

-¡Oye, primo, escuché que viste unicornios y hadas cuando estabas drogado con ese hongo!

El niño, con una sonrisa tímida, responde:

-¡Sí, fue una experiencia muy loca! Pero no pienso volver a tocar esos hongos nunca más. ¡Casi me matan!

Todos se ríen a carcajadas, aliviados de que el niño haya aprendido la lección y esté a salvo. La señora García, con una sonrisa orgullosa, le da un beso en la mejilla a su hijo y le dice:

-¡Estoy muy orgullosa de ti, hijo mío! Ahora, ¿qué tal si celebramos con un delicioso pastel de chocolate?

El niño, con una sonrisa radiante, responde:

-¡Me parece una excelente idea, mamá!

Y así, la familia y amigos disfrutan de una deliciosa celebración, riendo y recordando las locas aventuras del niño con el hongo alucinógeno.

Fuente de las imágenes
Imagen creada con Starryai.