Recuerdo que cuando mi mamá tenía que corregirme lo hacía cuando yo era niña, al inicio yo creía que ella lo hacía porque no me quería, pero conforme fui madurando, comprendí mucho mejor sus palabras cuando decía que yo tenía que aprender a hacerme responsable de mis actos, tanto positivos como negativos. Soy una persona que yerra todos los días y cuando hago las cosas mal, aunque me cuesta asumir que tuve la culpa, voy resolviendo el lío poco a poco hasta quedar en paz incluso conmigo misma.
En la actualidad la corrección parece, en vez de corrección, una premiación porque le han mentalizado a la sociedad que corregir es un acto de maltrato. Sí, es verdad que golpear a los niños está mal, pero ponerles correctivos es necesario porque de lo contrario miramos día a día casos en donde los hijos gritan a los padres, les levantan la mano, y hasta se roban el dinero, todo porque como padres no corrigieron.
El asunto del ecubrimiento aquí en Colombia es común, incluso el programa séptimo día en una ocasión sacó a la luz casos de madres que por ese supuesto amor de madres, no denunciaban a sus hijos asesinos, sino que los escondían y como las leyes a veces son un tanto absurdas y laxas, el crimen quedaba impune.
El teatro del indulto de Joe Biden para su hijo nos demuestra qué tan justa y verdadera es la justicia, se nota que para nada es equitativa porque si Hunter Biden hubiese sido el hijo de cualquier otra persona que nadie conocía, incluso siendo inocente lo hubieran metido a la cárcel para pagar en vez del verdadero culpable, como se ha visto en miles de casos a nivel mundial.
Muchas gracias por la publicación, Rebe, muy buena. Saludos y un abrazo para ti, para el doctor Benjamín, y para toda la familia que los acompaña. Que Dios los bendiga grandemente 🤗🤗