Aunque no celebre Navidad, puedo decirte que no eres un Grinch más del mundo, simplemente, con tu reflexión, nos muestras la realidad que se vive en varios lugares del mundo por estas fechas, este tipo de realidades son las que suelen esconderse apenas empieza el mes de diciembre, o a veces mucho antes porque el último mes del calendario gregoriano marca el inicio del fin de un año más y menos a la vez, entonces, esto genera expectativas, grandes listas, inversiones, sueños, consumo, oportunidades fugaces de negocios para los minoritarios y vendedores de temporada, por eso es que ellos lo ven como un negocio, como una oportunidad para expandir sus ventas incluso a través del servicio de catering que como familias se organizan para brindar a su comunidad (esto último lo digo por unos vecinos que son chefs y de paso por mi esposa porque por esta temporada tiene varios pedidos de pasteles y postres en general para las fiestas navideñas y de fin de año).
Lo que tú reflejas en tu escrito es la realidad que suele ocurrir después de las fiestas o incluso en el transcurso de las mismas, lo bueno y lo rescatable de este mes de alto consumo es que no en todas las familias, corazones, intenciones y personas a nivel mundial se desarrolla la tendencia a lo negativo porque han sabido abrazar la sensatez y aun así compartir con el resto en una época que consideran el tiempo en que como no solo un hogar sólido se pueden reunir para compartir mucho más que un regalo o una cena de Navidad.
Gracias por tu publicación Hilary, me gustó mucho el enfoque y tu manera de protesta para generar conciencia, has sido en esta ocasión una voz que genera un eco diferente, una voz que tiene una tonalidad distinta en medio del bullicio de los instrumentos y más voces que se unen para cantar un villancico.
Que tengas un excelente día y saludos para tus padres.
Un abrazo.