Mi amiga imaginaria

Las selfis se han convertido en una actividad de uso diario, principalmente para las mujeres.

Te contaré lo que hacía Zulma, mi amiga imaginaria, en su día a día, respecto a este tema.

No existe un día en el que se levante de mal humor; Todo para ella era sonrisas y buena vibra, de manera que, cada mañana, al despertar, lo primero que hacía era tomar su teléfono y capturar su rostro en diferentes ángulos, buscando la luz perfecta y la expresión ideal.

¡Qué gran habilidad para hacer de las fotos más sencillas, verdaderas fotos de portada!

Para ella, cada foto era una obra de arte en constante evolución, si le parecía que la foto no era la ideal, la borraba, y repetía la captura tantas veces como fuese necesario, hasta producir lo que para ella era la foto perfecta.

No obstante, detrás de cada imagen, de cada momento, había una historia que nunca era compartida con nadie; solo la guardaba en su corazón. Así, llegaron a ser muchas historias las que tenía ocultas, las cuales mostraban una parte de su realidad, aquella que no le gustaba, pero tampoco podía deshacerse de ella.

En una de esas selfis radiantes llenas de maquillaje y color, Zulma ocultaba el cansancio de noches en vela, donde trabajaba en su proyecto de arte, su principal objetivo. En otras, escondía la tristeza por una amistad perdida o por un desamor. Y en aquella sonrisa deslumbrante, ocultaba el dolor de un corazón que había sido roto muchas veces, tanto, que era casi imposible juntar los pedazos.

Pero nadie sabía de estas historias detrás de cada fotografía. Para el mundo, ella era la chica alegre y siempre positiva que mostraba en sus redes sociales, lugares deslumbrantes donde muchos ansiaban estar. Una mujer llena de luz y positivismo a la que muchas envidiaban, pero que nadie notaba las lágrimas que se escondían tras esa pantalla brillante, cuando cerraba la sesión de fotos.

En una ocasión, mientras revisaba las fotos de la galería de su teléfono, Zulma se detuvo en una selfi tomada hace varios años. En la imagen, se veía genuinamente feliz, sin poses, risas forzadas ni filtros artificiales. Era una sonrisa verdadera, una que reflejaba la alegría de un momento compartido con amigos de verdad, pero que hoy, esos amigos verdaderos, ya no están.

En ese momento, Zulma entendió que las selfis no eran solo una forma de mostrar su imagen, sino también una manera de ocultar sus verdaderos sentimientos, mostrar sus pocos triunfos, pero también, ocultar sus múltiples fracasos.

Fue justo allí cuando decidió que, a partir de ese momento y a esa misma hora, mostraría su autenticidad en cada foto, mostrando no solo su rostro y los tantos lugares que tenía planificado visitar para compartir, sino también su verdadero ser en cada captura frontal de su móvil.

No será fácil porque ¿Qué puede decir la gente o pensar sus seguidores?

A pesar de esto, estaba harta de querer complacer a todos, menos a la persona más importante: A ella misma.

Desde entonces, comenzó una nueva faceta en sus redes sociales. Era el tiempo del verdadero yo, de la Zulma que vivía en la realidad y no en la apariencia. Desde ese día, después de confrontarse a sí misma, comenzó su verdadera carrera al éxito.

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“La vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes.”

_{John Lennon}

_{Todas las imágenes son mías, a menos que indique lo contrario y pueden haber sido editadas con Canva}

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Versión en Inglés

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Selfies have become a daily activity, mainly for women.

I will tell you what Zulma, my imaginary friend, did in her daily life, regarding this topic.

There isn't a day when she wakes up in a bad mood; Everything for her is smiles and good vibes, so that, every morning, when she woke up, the first thing she did was take her phone and capture her face at different angles, looking for the perfect light and ideal expression of it.

What a great ability to turn the simplest photos into real cover photos!

For her, each photo was a work of art in constant evolution. If she thought that the photo was not ideal, she would delete it and repeat the capture as many times as necessary, until she produced what she considered to be the perfect photo.

However, behind each image, each moment, there was a story that was never shared with anyone; She only kept it in her heart. Thus, there became many stories that she had hidden, which showed a part of her reality, the one that she did not like, but she could not get rid of it either.

In one of those radiant selfies full of makeup and color, Zulma hid the fatigue of sleepless nights, where she worked on her art project, her main goal. In others, she hid sadness over a lost friendship or heartbreak. And in that dazzling smile, she hid the pain of a heart that had been broken many times, so much so that it was almost impossible to put the pieces together.

But no one knew about the stories behind each photograph. To the world, she was the happy and always positive girl who showed on her social networks, dazzling places where many longed to be. She was a woman full of light and positivity that many envied, but no one noticed the tears that were hidden behind that bright screen when she closed the photo session.

On one occasion, while she was reviewing the photos in her phone's gallery, Zulma stopped at a selfie taken several years ago. In the image, she looked genuinely happy, with no posturing, forced laughter, or artificial filters. It was a true smile, one that reflected the joy of a moment shared with true friends, but today, those true friends are no longer there.

At that moment, Zulma understood that selfies were not only a way to show her image, but also a way to hide her true feelings, show her few triumphs, but also, hide her multiple failures.

It was right there when he decided that, from that moment and at that same time, he would show his authenticity in each photo, showing not only his face and the many places he planned to visit to share but also his true self in each frontal capture of his phone.

It won't be easy because what can people say or think about her?

Despite this, she was tired of wanting to please everyone, except the most important person: herself.

Since then, she started a new facet of her social networks. It was the time of the true self, of the Zulma who lived in reality and not in appearance. From that day, after confronting herself, she began her true race to success.

“Life is what happens while we are making other plans.”

_{John Lennon}

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_{All images are mine unless otherwise stated and may have been edited with Canva}

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