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Recientemente mi esposo y yo festejamos nuestro séptimo aniversario de bodas, pocos años todavía, sin embargo, tantas vivencias, unas dulces, otras, ácidas, otras amargas, otras saladas e incluso mixturas de todos los sabores que a veces hasta se podían volver indigeribles, pero a la vez superables y jamás sustituibles por otras.
La celebración prometía muchas cosas interesantes, románticas, pasionales, en fin, para qué seguir describiendo todo lo que eleva a otros niveles a una pareja... todo prometía porque lo teníamos planeado, pues decidimos no darnos sorpresas esta vez.
En la tarde salimos a visitar el lugar en donde lo nuestro empezó y luego de darnos una vuelta por el sitio tan cotidiano y a la vez mágico en cada aniversario de los dos, fuimos al restaurante en el que reservamos una mesa con varios días de anticipación, todo bien, hasta ahí.
En medio de la comida tan deliciosa que estábamos degustando y la plática que manteníamos, pasó lo que no debía pasar, pero que puede ocurrir porque hay cosas que no son predecibles dentro del campo de las enfermedades, ya que tuve una crisis de hipocalcemia y nos tocó interrumpir el resto de nuestro día especial.
Teníamos que ir al hospital sí o sí. Benjamín pidió un taxi porque no llevamos el auto, llegó rápido para que yo pudiera recibir atención médica de emergencia, él ya está preparado y con supuesta calma lo tomó mientras me cargó porque yo no podía mover ni un músculo.
En el camino quería pensar muchas cosas, pero mis pensamientos estaban algo desconectados así intentara concentrarme en lo puntual, disparejo y bonito, solo cerré los ojos y ni idea lo que pasó después.
Desperté y vi a Benjamín sentado al lado de la camilla en la que estaba yo recibiendo los medicamentos... ya me conozco su actitud en esta situación que no ha sido la primera vez entre los dos: al escuchar que lo llamé, me besó y cerró mis ojos con su mano porque no quería que lo viera llorando, y más en nuestro aniversario porque las horas indicaban que el mismo no había acabado.
El médico que atendió mi caso dijo que debía pasar la noche en el hospital hasta que estuvieran listos los resultados para recibir el alta, así que le pedí a mi loquero favorito que se fuera para la casa y me dejara sola porque debía atender a los niños, pero su respuesta fue contundente, ni modo, acepté su propuesta de ver una película juntos en su celular, una que la tiene guardada ahí por una razón específica y especial entre los dos en cuanto a sesiones extendidas de risas.
Le hice espacio para que se acostara a mi lado y empezó a rodar el film que nos indica que no hay mejor remedio para olvidar los incidentes que sonreír un momento con las ocurrencias y travesuras de los niños para sentirnos como ellos y así reavivar en nosotros un poco de su inocencia natural, pura. Cheaper by the Dozen (Original), Doce en casa (España), Más barato por docena (Latinoamérica), fue el film elegido.
Por el efecto de los medicamentos me quedé dormida de nuevo, en media película, pero al sentir un leve movimiento en la mano desperté, justo cuando "Fedex" le entrega a su padre un dibujo en el que recuerda su lugar favorito en el mundo: la casa antigua de Midland. Volví a cerrar los ojos y lancé una pregunta después de desearle por enésima vez un feliz aniversario: ¿cuál es tu lugar favorito en el mundo?
Esperaba una respuesta rápida para no mezclarla con mi sueño cortado, no sé, algo que le recordara cualquier cosa, pero en lugar de eso, solo existió el silencio después de apagar el celular.
Regresamos a casa en la tarde del día siguiente y seguía sin escuchar una respuesta de su parte, mi media manzana no estaba raro ni nada de eso, pero no decía nada, me ponía a pensar y mi mente divagaba. Pasaron varios días, todo normal, sumergidos en lo cotidiano, pero sin cambios que me hicieran pensar que algo le pasaba porque cada tarde, al regresar de su trabajo, se tomaba un tiempo para platicar conmigo acompañados de nuestra acostumbrada taza de té moruno.
Al parecer él ya había olvidado la pregunta, pero yo seguía cabilando en ella y en las razones por las que no me contestó si la escuchó muy bien, me picaba los labios por sondear acerca de la razón, el por qué ignoró lo que le dije, sin embargo, preferí quedarme callada para no ahondar en recuerdos que tal vez le sean dolorosos al escuchar esa interrogante tan incipiente que salió de la aparente nada:
Ayer domingo tuvo que salir de viaje a otra ciudad, viene el día martes. Nos despedimos en la estación de trenes y ni siquiera ahí contestó lo que le pregunté, entonces decidí no insistir más con mensajes mudos porque bueno, también tenía algo de culpa al no volver a tocar el tema, y mejor me enfoqué en otras cosas que no robaran la energía que siempre requiero para atender a mis hijos.
Cuando él no está, aunque dice que intente dejarme vencer por Hipnos, no suelo dormir bien porque su presencia me hace falta, es obvio, lo necesito. Me levanté de la cama y me puse escribir más ideas de mi proyecto escritural fuera de Blurt, cada tanto cerraba los ojos, no por el sueño que no tenía, sino porque escuchaba una melodía que él me dedicó en nuestro primer viaje de aniversario y eso me traía recuerdos.
Al imaginar tantas cosas creo que escribí uno de los mejores bosquejos de mis ridiculeces y despojos románticos, no apto para alérgicos a lo cursi, a los recursos como muletillas cosquillosas que causan excelentes efectos auxiliares, a los clichés considerados rellenos innecesarios... no apto para diabéticos ni insulinodependientes.
Un sonido particular en mi teléfono celular me sacó del ensueño literario, se trataba de un mensaje de Benjamín, de voz, y creo que lo guardaré no solo en mi servicio de nube, sino en mi enmarañado neuronal porque, aunque fue corto, sencillo y muy gracioso a mi modo de ver por el tono de voz que empleó, me dejó grandes enseñanzas para el presente y el futuro de los dos como pareja, como padres, como miembros de una familia, lo traduzco tal cual:
Antes de conocerte leí un libro del autor Eshkol Nevo, Los amores solitarios. Una de las frases que más llenó mi alma fue: "El mayor de los milagros ocurre cuando dos personas se encuentran en el momento apropiado y se transforman en un lugar, un lugar real, cada uno para el otro".
Hace unos días, en nuestro aniversario, cuando estuvimos en el hospital me preguntaste sobre mi lugar favorito en el mundo, bueno, ahí está la respuesta por la que sé has esperado y por la que en varias ocasiones quisiste activar tu chakra de chismosa, aunque puede parecer obvio, obsoleto, añejado o repetitivo porque hasta en la cama te lo digo: tú eres mi lugar real y favorito en el mundo.
Te llamaré más tarde, ahora duérmete de una vez.
¡¡Carajo!!
Solo le envié de regreso una ridícula pegatina de corazoncito, es que, ¿qué más decir ante esa respuesta tan completa? Aunque lo repitiera a diario, esta vez lo entendí de verdad: nunca pensé a profundidad en sus palabras, nunca pensé en que yo como ser humano, como un cuerpo, como un todo y unidad, me convertiría en el lugar favorito de alguien más.
Medito en cuán importante es que nos mostremos ante los demás con sinceridad, con los triunfos y traspiés que vienen en el paquete de la personalidad; cuán importante es que, como siempre digo, a pesar de que usemos maquillaje, filtro solar o crema hidratante, no usemos máscaras que solo entorpezcan el desarrollo para mejorar.
Medito en cuán importante es convertirnos en ese lugar en donde quienes vienen a nosotros se sientan tranquilos, seguros, reales, a pesar de que nuestras vidas sean a veces un desastre. Ser el lugar favorito para alguien más es un trabajo que como humanos racionales debemos conseguir, considero que también es uno de los puntos que debemos pulir en el camino para conseguir el éxito, no solo relacionado con los parámetros financieros.
Ains... lo que hace el amor, es que hasta nos obliga, como esclavos voluntarios, a lanzarnos al ruedo para intentar remedos de haikus verdaderos XD
Gracias por acompañarme en la lectura kilométrica de principio a fin. Quiera mi Amo, Creador y Sustentador, permitirme, permitirnos compartir a mi esposo y a mí con cada persona que se acerca con sinceridad de corazón a esta, su casa virtual, para viajar con nosotros a través de las letras, los detalles y las experiencias.
Que tengan un excelente inicio de semana, con paz, con shalom por los cuatro costados, querida familia virtual.
Un abrazote.
Atte,
La familia RebeJumper ©
Esta Cápsula flash me dejó un regusto dulce, un nosequé romántico que me invadió de sentimientos de nostalgia. Rebe, cualquiera que exalte tus virtudes tiene razón. Estoy segura de que eres el lugar favorito de muchas más personas, no sólo reducido al estrecho círculo familiar, sino cualquiera que realmente tenga el privilegio de coincidir y conocerte más allá de los pequeños impedimentos y enfermedades que a veces te aquejan. Tienes suerte de tener a tu loquero personal, de encarnar esa relación matrimonial idílica. Espero que tu salud mejore y puedas disfrutar de muchos aniversarios más, sin contratiempos. Me alegro de poder leerte una ocasión más, de todo corazón.
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