Hoy nos has traído, en pocas letras, descripciones hermosas sobre tres países a través de melodías y una profunda poesía: Turquía, Alemania e Israel, interesante mezcla de inspiración turística y elevaciones religiosas en pro del agradecimiento. Me encantaron ambas canciones que nos dejas para escuchar.
Sinceramente, me pongo a reflexionar en dos cosas de las tantas que vi en tu rompecabezas familiar: el agradecimiento y la familia, realmente ¿estamos agradecidos por ellos?, ¿les regalamos una sonrisa, un beso, un "buenos días/tardes/noches?, por la misma razón de verlo todo tan cotidiano, tan normal sus presencias o sombras, es que ahora vemos hogares fragmentados, vemos distancias, a pesar de estar cerca, vemos dolor ante las pérdidas cuando ya nada podemos hacer y nos damos golpes de pecho que tal vez no deberían existir si tan solo nos unimos más con los consanguíneos.
Sé lo que significa el proceso de tu enfermedad porque en emergencias lo he atendido cuando el médico de turno me ha pedido que controle la bomba de perfusión de gluconato, es angustioso y un alivio cuando todo vuelve a la normalidad, por eso es que para ti el síntoma es una muerte, pero el salir victoriosa por mano de Dios es una resurrección que ahora puedes compartir con quienes los leemos en cada entrega.
Siento que a veces estoy oprimida el pecho como dice la poesía, pero también puede latir el corazón junto con la estrella más remota.
Gracias por la reflexión tan profunda que nos propones en esta publicación.
Que tengas un lindo inicio de semana también.
Me alegra saber que ya estás de regreso en tu puzzle familiar.
Saludos al doctor Benjamín y a cada pieza que forma parte de ti al acompañarte en el proceso, en el duro proceso que significa vivir.
Un abrazo, mi querida Rebe.
Tomo este fragmento de toda tu reflexión para dejarte mi respuesta, mi preciosa Hilary: Cada cosa que pueda ser considerada una simpleza aporta a la unidad familiar un sabor distinto cada mañana que los ves o puedes escuchar. Hemos pasado por muertes aparentes que nos han dado grandes lecciones a nosotros aquí en nuestro hogar, por eso tal vez es que valoramos cada segundo compartido porque la separación de quienes amamos y a veces no lo expresamos es un golpe muy duro que a veces tarda toda la vida en recuperarse.
Qué hermosas palabras, corazón mío, me conmueven porque así es, sin la mano del Creador que tiene la facultad de resucitarnos a cada instante no podría caminar entre las espinas de la vida que como seres humanos debemos pisar descalzos para crecer.
Gracias por la visita, por el comentario, por el rebluteo y por supuesto, por ser parte de este puzzle familiar virtual, te quiero mucho.
Un abrazote mi preciosa enfermera.
Saludos a tus papis y a Daniel.
El Creador bendiga tu semana.