Aún recuerdo cuando quería escapar, huir de todo, dejarlo atrás como si nunca hubiese existido, como si todo fuese solo un espejismo o una pesadilla, aquellos días tan tristes, monotonos, dónde la rutina se me hacía tan vacía, llenando mis días de amargura; y así fueron pasando los días uno tras otro sin cambios ni emoción, cuando de repente, mi mundo se conmocionó, fue como cuando dos nubes cargadas que vienen con direcciones opuestas colisionaron creando una gran tormenta con vientos huracanados, que se llevaba todo a su paso, así fue cuando te miré por primera vez.
Desde ese momento, todo cambió, cuando te hablé por primera vez, mi voz temblaba, las palabras no querían salir de mi boca, tenían miedo de tu reacción, acaso estaría bien hablarte, o quizás estaría siendo impertinente, pero tú sonrisa y tu mirada dulce, con esos ojos color caramelo que endulzaron mi vida, fueron un calmante a toda la angustia que invadía mi ser, calentaron mi alma, le dieron vida nuevamente a mi corazón, que latía fuerte por primera vez desde hará Dios sabe cuánto.
Así fueron transcurriendo los días, mientras más te veía, más ganas de vivir sentía, me enamore completa y perdidamente de tí; recuerdo que te lo confesé una tarde de aquel mes de abril, cuando las flores se pintaban hermosas y el amor se sentía en el aire, o solo era yo que me perdía en tu mirada, tu sonrisa y tu voz. Recuerdo el brillo de tus ojos, y aquel beso tan dulce con el que me respondiste, que feliz me sentí, se derramaron de mis ojos lágrimas de felicidad que recorrieron mis mejillas y se evaporaron con la suave brisa de tus caricias.
Cada encuentro entre tu y yo era mágico, único, simplemente perfecto, cada instante se plasmó en mis recuerdos como el óleo al lienzo, pintando aquella obra de nuestro amor que iba cada día creciendo.
Despertar a tu lado, ah! que mágico momento! nada mejor que comenzar mi día viendo tu rostro dibujando una sonrisa, desayunar a tu lado, tomar el café de la mañana, que se endulzaba de tanto amor entre tu y yo.
Sabes, te confieso que hoy me duele cada día despertar, quiero quedarme soñando contigo, amándote en mis recuerdos, acariciando tu piel, saboreando tus besos, pero tristemente cada amanecer me trae la dura realidad que empapa mi corazón al ver que ya no estás...
I still remember when I wanted to escape, to run away from everything, to leave it all behind as if it never existed, as if everything was just a mirage or a nightmare, those sad, monotonous days, where routine was so empty, filling my days with bitterness; And so the days went by one after another without change or emotion, when suddenly, my world was shocked, it was like when two heavy clouds coming from opposite directions collided creating a great storm with hurricane winds, which carried everything in its path, that's how it was when I looked at you for the first time.
From that moment on, everything changed, when I spoke to you for the first time, my voice trembled, the words did not want to come out of my mouth, I was afraid of your reaction, maybe it would be right to talk to you, or maybe I was being impertinent, but your smile and your sweet look, with those caramel colored eyes that sweetened my life, were a calming to all the anguish that invaded my being, warmed my soul, gave life again to my heart, which was beating strong for the first time since God knows how long ago.
Thus the days went by, the more I saw you, the more I felt the desire to live, I fell in love with you completely and madly; I remember that I confessed it to you one afternoon in April, when the flowers were beautifully painted and love was in the air, or was it just me that was lost in your gaze, your smile and your voice. I remember the brightness of your eyes, and that sweet kiss with which you answered me, how happy I felt, tears of happiness spilled from my eyes that ran down my cheeks and evaporated with the soft breeze of your caresses.
Every encounter between you and me was magical, unique, simply perfect, every moment was captured in my memories like oil on canvas, painting that work of our love that was growing every day.
Waking up next to you, ah! what a magical moment! nothing better than starting my day seeing your face drawing a smile, having breakfast next to you, drinking the morning coffee, which was sweetened with so much love between you and me.
You know, I confess that today it hurts me every day to wake up, I want to stay dreaming of you, loving you in my memories, caressing your skin, savoring your kisses, but sadly every dawn brings me the harsh reality that soaks my heart when I see that you are no longer...