Son cosas que pasan, el clima es algo impredescible, por más planes que hagamos.
Lo bueno es que a pesar de todo, pasaron un día en un lugar nuevo, disfrutando de buena compañía. ¡Qué más se puede pedir!
Leyendo tu escrito recordé una experiencia que viví en familia cuando mis niños estaban pequeñitos. Fuimos a la playa más cercana, Varadero, y a mediodía rompió una lluvia tan fuerte que nos tocó guarecernos hasta que el autobús llegara a recogernos. En fin, cosas que pasan...