No le temas al reloj
que sólo mide el tiempo...
que se acerca a ti
vestido en su túnica de libre albedrío,
rodeandome
cuando pienso en aquella tarde
cubriendo mi invierno con flores marchitas
y haciendo un tapiz de hojas de colores
para recordarnos lo que hemos perdido
que el no vuelve a atrás ni por un amigo.