En esa tarde de prepa sin clases
mientras entrábamos al auditorio,
me gustaba ver tus labios carnosos
que decían mi nombre
para convencerme de ver esa película vieja.
Al fin y al cabo
en la última fila solo éramos tu yo,
nada mas que tu mano sobre mi pierna
y un simple beso en la mejilla
bastaron para hacerme temblar.
Y que mas da?
que si has proyectado el amor por otro
sobre mis ojos cansados
y mi corazón has estrujado
sin reparar.
Y al final te pregunto
que si te ha gustado
mientras te quedas muda
tomándome de la mano
y me me dices:
Si, mucho... y a tí?
-A mi también-