Cuando de vagar se trata la primer persona que viene a mi mente es Raymundo, se la pasaba a diario en la playa contándole historias a los turistas por algunas monedas que luego cambiaba por comida o cerveza. Pero no vallan a pensar que era un vago cualquiera, era uno bastante ilustrado, hablaba en forma fluida inglés, francés y español y era un aficionado lector de la historia universal. Como ya lo han de imaginar resultaba bastante ameno escucharlo.

Así era de divertida la vida de Raymundo quien había empezado en esto de la vagancia apenas saliendo de la primaria. Al correr de los años se le presentaba una oportunidad tras otra, hasta que un día decidió ser guía de turistas. Cuando al fin se decidió a estudiar completó la educación secundaria en solo tres meses, luego la preparatoria por equivalencia en un solo examen obteniendo nivel sobresaliente para luego hacer la licenciatura en turismo en línea en solo dos años.

Actualmente trabaja solo seis horas diarias, el resto del tiempo se la pasa en la plaza caminando como siempre, pero ahora acompañado de su esposa y de su pequeña hija.