Veo en el contraste del cielo de noviembre
las ganas de llorar que me he aguantado,
al pájaro volar desesperado
ante la cruda sensación del frío que viene.
Permíteme explicarlo si no se entiende,
mis huesos se han casado de esperarte
pues no le basta ya con contemplarte
a mi cuerpo que intranquilo no comprende.