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Halloween y, en el caso de distintas partes de América Latina, Día de Muertos están a la vuelta de la esquina, aunque las tiendas ya se han preparado para la temporada desde finales de septiembre colocando los típicos adornos de las calaveras, murciélagos, fantasmas y calabazas. En la televisión empiezan a pasar maratones del cine de terror y suspenso, con títulos clásicos como la saga de Halloween, Hocus Pocus, y El exorcista. Los periódicos de vez en cuando sacan relatos sobre aparecidos y seres fantásticos que aún persisten en la memoria de las comunidades rurales.
En el mundo mitológico grecolatino estas fechas no pasan desapercibidas; inolvidables son los relatos sobre cíclopes, devoradores de sangre y seres que petrifican a sus víctimas con una sola mirada; sobre esta última habilidad, las Gorgonas han sido sin duda las máximas exponentes, y tienen el honor de ser las elegidas para inaugurar este pequeño ciclo mitológico dedicado a esos seres monstruosos cuyas historias han llegado a nosotros a través de la tradición oral y escrita.
¿Quiénes fueron las Gorgonas?
Manfred Lurker (1999) menciona que estos seres fueron hijas del dios marino Forcis y del monstruo marino Ceto. Habitaban al otro lado del mar, en dirección al oeste, cerca del jardín de las Hespérides. Sobre su apariencia física, algunas versiones del mito recopiladas por Pierre Grimal (1981) señalan que estos seres poseían una cabellera llena de serpientes, colmillos semejantes a los de un jabalí, manos de bronce, alas de oro y ojos que echaban chispas de fuego. Tanto Grimal como Lurker señalan que eran tres hermanas: Esteno, Euríale y Medusa, está última la más famosa de ellas debido a su enfrentamiento contra el héroe Perseo, quien la decapita con ayuda del escudo de Atenea; un aspecto interesante es que Medusa era la única de las tres hermanas que no era inmortal.
Versiones sobre sus orígenes
En la mitología grecolatina existen distintas versiones sobre cómo se originaron las Gorgonas. J. A. Pérez-Rioja (1962) destaca que estos seres siempre han tenido una apariencia monstruosa que entremezclaba la belleza con la fealdad, las cuales utilizaban con eficacia para matar a sus víctimas. Sin embargo, en las versiones recopiladas por Nadia Julien (1997), se nos muestra que las Gorgonas fueron antes mujeres humanas de sobrenatural belleza que fueron castigadas por Atenea, sea por el sacrilegio de Poseidón al seducir o violar a Medusa en uno de sus templos o por atreverse a compararse con la diosa en términos estéticos.
Curiosa es la versión recopilada por Grimal (1981), en donde señala que las Gorgonas formaban parte de un pueblo de seres monstruosos que habitaba en los confines de la Atlántida, famoso por su crueldad y sus constantes conflictos con las Amazonas.
La Gorgona como símbolo de protección, vida y muerte
En el mito de Perseo y Medusa, el héroe regala a la diosa Atenea la cabeza de Medusa, la cual es colocada por la deidad en su égida debido a que la cabeza aún conservaba sus poderes petrificadores. En palabras de Christine Harrauer y Herbert Hunger (2008), dicho acto nos muestra el valor que tiene la cabeza de la Gorgona como símbolo de protección, al tener en cuenta la función que tiene el escudo como medio de defensa. De hecho, este simbolismo es reforzado por su uso en los templos y sepulcros como una defensa contra los demonios y los malos espíritus.
Una función parecida se observa en el caso de la sangre que brota de la Gorgona, con añadidura de que representa el equilibrio natural de la vida y la muerte. En el mito de Asclepios, Atenea le regala al hijo de Apolo dos frascos con la sangre de Medusa. El primer frasco contenía la sangre que brotó de la vena derecha, la cual tenía la capacidad de curar de todas las enfermedades y de devolver la vida; el segundo frasco contenía aquella que brotó de la vena izquierda, la cual tenía la capacidad de matar a la persona (Grimal, 1981: 28). Así mismo, su sangre posee una capacidad creadora y fecundadora, en cuanto de su sangre surgieron el caballo alado Pegaso y Crisaor, el hombre de la espada de oro, ambos frutos de su unión previa con Poseidón, dios del mar y de los terremotos.
Bibliografía consultada
- Grimal, Pierre. 1981. Diccionario de mitología griega y romana. España. Paidós.
- Harrauer, Christine, y Hunger, Herbert. 2008. Diccionario de mitología griega y romana. España. Editorial Herder.
- Julien, Nadia. 1997. Enciclopedia de los mitos. México. Editorial Océano.
- Lurker, Manfred. 1999. Diccionario de dioses y diosas, diablos y demonios. España. Paidós.
- Pérez Rioja, J.A. 1962. Diccionario de mitos y símbolos. Madrid, España. Editorial Tecnos.
Súper interesante la temática de tu post Vick, dioses y criaturas mitológicas siempre han llamado mi atención. Sabía parte de la historia de las gorgonas, pero aquí he visto otros detalles que no conocía. Yeah. Graciassss!!!
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