Noviembre llega a su fin; en los primeros días de este mes sucedieron las festividades del Día de Muertos, los cuales eran honrados en la antigua Roma con las Parentalias y las Lemuralias. También hemos hablado de las Gorgonas, estos seres de belleza monstruosa cuyas miradas petrificaban a todo aquél que se atreva a mirarlas. Y si bien en el mes de diciembre no hablaremos de estos monstruos mitológicos momentáneamente, me gustaría concluir este pequeño ciclo con un interesante personaje que, de forma merecida, es conocido en el mundo grecolatino como la Madre de los Monstruos: Equidna.
¿Quién fue Equidna?
Hesíodo (2000), en su Teogonía, nos describe a Equidna como un personaje “en nada semejante a los mortales humanos ni a los inmortales dioses […], de vigorosa mente, mitad joven de hermosas mejillas y hermosos ojos, mitad terrible serpiente monstruosa, enorme, brillante, salvaje” (pág. 42). Algunos autores, como Pierre Grimal (1981), señalan que vivía en una cueva de la región de Cilicia en la península de la Anatolia (actualmente Turquía), en Arcadia o en el Peloponeso, en donde fallece a manos de Argos, el gigante de los 100 ojos.
Sobre quiénes fueron sus progenitores, Hesíodo menciona que fue hija de Forcis y Ceto, quien la alumbró en una cueva. Pausanias, por su parte, sugiere al río subterráneo Éstige como su progenitor. Apolodoro, en tanto, la ubica como hija de Tártaro y Gea, mientras que otros autores la señalan como fruto de la unión de la oceánide Calírroe y Crisaor, hijo de Medusa y Poseidón (Grimal, 1981: 165).
Madre de los Monstruos
Constantino Falcón Martínez, Emilio Fernández-Galiano y Raquel López Melero (1989) señalan que fue consorte de Tifón, hijo de Gea y Tártaro, y con quien engendró una amplia descendencia, entre la cual destacan los canes Cerbero y Ortro, la Hidra de Lerna, el dragón Ladón, y Escila. Una versión recopilada por Robert Graves (2007) menciona que Equidna también mantuvo relaciones sentimentales con Ortro; de esta unión nacerían la Quimera, la Esfinge y al León de Nemea.
Curiosa es la mención de Heracles como el tercer amante de Equidna. De acuerdo con Grimal (1981), los habitantes de las colonias griegas de Ponto Euxino cuentan que Equidna le había robado sus caballos a Heracles; para salvar a sus corceles, el héroe aceptó la condición de Equidna de convertirse en su amante. De esta unión nacieron tres hijos: Agatirso, Gelono y Escites, quienes fueron los primeros gobernantes de la región griega de Escitia.
Fuentes consultadas
- Falcón Martínez, Constantino; Fernández-Galiano, Emilio, y Raquel López Melero. 1989. Diccionario de la mitología clásica. Vol. 1. México. Alianza Editorial.
- Graves, Robert. 2007. Los mitos griegos. Vol. 1. México. Alianza Editorial.
- Grimal, Pierre. 1981. Diccionario de mitología griega y romana. España. Paidós.
- Hesíodo. 2000. Teogonía. Trabajos y días, Escudo. Certamen. España. Alianza Editorial.
**Portada elaborada con Canva; imagen elaborada con la inteligencia artificial de Starryai**
Interesane el nombre de este personaje mitológico, por un momento lo relacioné con el monotrema que pone huevos y que le da de amamantar leche a sus crías con espinas en todo su cuerpo.
De hecho cuando buscaba información sobre Equidna, justamente me aparecía ese lindo animalito. ¿Quién diría que ese adorable cuadrúpedo llevara el nombre de un ser mitológico? Interesante el dato de que ponga huevos y amamantara a sus crías 😲 ¡Saludos, mi estimado @cosmicboy123!
Toda esta mitología es tan rica y fascinante. Me encanta. La Madre de los Monstruos, yeah!!
¡Ufff! Sinceramente los griegos se lucieron con ella. Es como una telenovela: tiene amor, infidelidad, drama, tragedia, comedia... Si hicieran una serie en Netflix o HBO, no acabarían. ¡Saludos, mi estimado @mostrorobot!