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En el post anterior se abordó el simbolismo del Caduceo, cuyo uso en el campo de la medicina surge a raíz de una confusión con la Vara de Asclepios. Hemos señalado como en el gremio médico aún se perpetúa esta distinción entre ambos símbolos, teniendo en cuenta sus distintos orígenes mitológicos. El día de hoy hablaremos de una divinidad cuya figura es detestada por unos y glorificada por otros: Ares, el dios de la guerra.
¿Quién es Ares en el Panteón Grecolatino?
De acuerdo con Pierre Grimal (1981), Ares era el dios de la guerra y la fuerza bruta, nacido de la unión de Zeus y Hera; en algunas versiones posteriores, sobre todo en la mitología romana, se señala que solo era hijo de Hera al nacer por partogénesis. Fue hermano hermano de Hebe (diosa de la juventud) e Ilitía (diosa del parto y de las comadronas); algunas versiones incluso señalan como sus hermanas a Eris (diosa de la discordia) y Enio (diosa de la destrucción, la conquista y la brutalidad).
En cuanto a sus consortes y descendencia, algunos autores, como Hermann Steuding (1961) y Ángel Garibay K. (2020), señalan que sostuvo diversas relaciones amorosas tanto con deidades como con mortales; la mayoría de sus hijos se caracterizaban por ser violentos, despiadados y de espíritu belicoso. Algunas de sus consortes y descendientes más conocidos fueron los siguientes:
a) Afrodita, la diosa del amor y la belleza. De su unión con esta divinidad nacieron Deimos, la personificación del terror; Fobos, la personificación del temor; y Harmonía, diosa de la concordia. Algunas versiones añaden a Eros, dios de la atracción sexual, y a Antero, dios del amor correspondido.
b) Tisífone, una de las Erinias. De esta unión surge un dragón que custodiaba los manantiales de la ciudad de Tebas.
c) Harpina, ninfa de los ríos. De su relación nacería Enomao, rey de Pisa, famoso por sus celos.
d) Aglauro, hija del rey Cécrope de Atenas. De su unión nacería Alcipe, quien fuera madre del inventor Dédalo.
e) Rea Silvia, hija del rey Númitor en la mitología romana. De su unión nacerían Rómulo y Remo, fundadores de Roma.
El más detestado de los dioses... Y un buen padre
De acuerdo con Silvia Blanco Rodríguez (2005), Ares no era una deidad muy apreciada por sus pares olímpicos (en especial sus padres) debido a su violencia desmedida, su deslealtad, su brutalidad, su sed de sangre, su ferocidad, y su poca inteligencia. Jaime Alberto Pineda (2015) sostiene que su comportamiento se debía principalmente a que era la personificación de la venganza y soledad de Hera ante las infidelidades de Zeus.
Homero, en su obra La Ilíada, menciona que Ares ha tenido relaciones conflictivas con su media hermana, Atenea, tanto por sus diferentes perspectivas sobre la guerra como en las cuestiones políticas. Ares luchó primero a favor de los aqueos, encabezados por Menelao; sin embargo, pronto torna su mirada hacia los troyanos. Aquella actitud fue duramente criticada por los habitantes del Olimpo, siendo Apolo el único que lo apoyó en su decisión. Una de las escenas en donde se reflejan bien este conflicto es el enfrentamiento entre Ares y Diómedes, protegido de Atenea, acontecido en el Canto V; con arengas, Atenea anima a Diómedes a luchar contra Ares:
¡Diomedes Tidida, carísimo á mi corazón! No temas á Marte ni á ninguno de los inmortales; tanto te voy á ayudar. Ea, endereza los solípedos caballos á Marte, hiérele de cerca y no respetes al furibundo dios, á ese loco voluble y nacido para dañar, que á Juno y á mí nos prometió combatir contra los teucros en favor de los argivos y ahora está con aquéllos y de sus palabras se ha olvidado. (La Ilíada, Canto V)
La lucha entre ambos contrincantes fue singular, culminando con la derrota de Ares. Éste, herido, acudió de inmediato a reclamarle a Zeus las acciones de Atenea. Éste en respuesta, dijo estas palabras que dejaban en evidencia el sentimiento albergado hacia el dios de la guerra:
¡Inconstante! No te lamentes, sentado á mi vera, pues me eres más odioso que ningún otro de los dioses del Olimpo. Siempre te han gustado las riñas, luchas y peleas, y tienes el espíritu soberbio, que nunca cede, de tu madre Juno, á quien apenas puedo dominar con mis palabras. Creo que cuanto te ha ocurrido, lo debes á sus consejos. Pero no permitiré que los dolores te atormenten, porque eres de mi linaje y para mí te parió tu madre. Si, siendo tan perverso, hubieses nacido de algún otro dios, tiempo ha que estarías en un abismo más profundo que el de los hijos de Urano (La Ilíada. Canto V)
Un aspecto interesante que Blanco Rodríguez (2005) señala sobre esta deidad es su profundo amor hacia sus hijos, el cual lo llevaba a realizar los actos más sanguinarios. Famosa fue su venganza contra Halirrotio, hijo de Poseidón, a quien asesinó luego de enterarse o, como señalan algunas versiones, presenciar cómo éste violaba a su hija Alcipe. Como consecuencia, Ares fue sometido a juicio en el monte Areópago, del cual fue declarado inocente de todos los cargos al probar que su proceder estaba justificado. Este mito en particular es de carácter fundacional, debido a que el monte Areópago fue el lugar en donde se celebraban juicios contra los asesinos.
Culto en Grecia
Arthur Cotterell (2008), y Mark Cartwright (2017) señalan que su culto se concentraba en las regiones del centro y del norte de Grecia, siendo Esparta, Atenas, Tracia y Eritrea las ciudades en donde gozaba de amplia estima, dado su cultura militarista. Sobre las festividades organizadas en su honor, se sabe que el perro y el buitre son sus animales sagrados; el perro, particularmente, era reservado para realizar un sacrificio ctónico o heroico. Tales sacrificios se llevaban a cabo con la finalidad de obtener algún favor por parte de las divinidades vinculadas con la guerra y el Inframundo ante los conflictos bélicos o una crisis (Blanco Rodríguez, 2005: 18: Burgaleta Mezo, 2004: 261).
Pineda (2015), por su parte, señala que durante las celebraciones religiosas se le invocaba bajo los epítetos Androphones (asesino de hombres), Aidelos (destructor), Brotoloigos (azote de los mortales), y Miaiphonos (homicida), en apelación a su naturaleza impetuosa y a los horrores de la guerra.
Culto en Roma
En Roma, Ares se convierte en una figura muy favorecida, pues no solo representaba la guerra. Cotterell (2008), Grimal (1981) y Pineda (2015) explican que los romanos veían en el dios de la guerra una representación de la juventud, la vegetación y la primavera, puesto que la guerra era una actividad realizada por los jóvenes durante aquella estación del año. Esta concepción tiene origen en el Versacrum, o Primavera Sagrada, llevada a cabo por los sabinos; esta celebración consistía en la migración de los jóvenes a distintas partes de la región itálica, con la expectativa de que hicieran fortuna con el trabajo o con la guerra. En cuanto a su vínculo con la vegetación, Cotterell (2008) señala que los romanos amalgamaron al dios de la guerra con Silvano, dios de los bosques; de hecho, entre los atributos que le agregaron a su figura se encontraba el de protector de los granjeros y los pastores.
Ahora bien, las festividades más importantes en su honor se llevaban a cabo en los meses de Marzo y Octubre. En el mes de Marzo se realizaban las Feriae Marti, cuyo objetivo central era la preparación de las campañas militares. Los sacerdotes de este dios, denominados Salii, danzaban y simulaban luchas con espadas, lanzas y escudos durante su procesión por las calles principales de la ciudad, hasta llegar al Campo de Marte, en donde se encontraba el altar principal.
En el mes de Octubre se llevaba a cabo el Armilustrium. Esta celebración consistía en la purificación de las armas del ejército, así como la revista de éste. El ejército se agrupaba en el Monte Aventino, de donde parten en procesión hacia el Circo Máximo. Ahí, se realizaban sacrificios animales y se elevaban oraciones por una próxima campaña exitosa.
Mitos sobre Ares / Marte
- La infidelidad descubierta de Afrodita. Estando casada con Hefesto, dios de los herreros, Afrodita había iniciado una aventura amorosa con Ares. Aquella infidelidad fue presenciada por el dios solar Helios, quien informó posteriormente a Hefesto sobre el asunto. Enfurecido, Hefesto confeccionó entonces una red o cadena invisible, la cual colocó en el lecho. Al amanecer, la trampa cayó sobre los amantes; Hefesto llamó entonces a las demás divinidades para exhibirlos hasta el punto de la vergüenza (Garibay, 2020: 21).
- Encerrado en una vasija. Los alóadas, una pareja de gigantes llamados Otus y Efialtés, secuestraron y encerraron a Ares en una urna de bronce en venganza por haber sido derrotados por los dioses olímpicos, con quienes lucharon con el objetivo de raptar a Atenea y a Hera, a quienes deseaban ardientemente. Durante 13 meses, Ares pidió socorro a gritos, siendo liberado después por Hermes (Grimal, 1981: 45).
- La burla de Anna Perenna. Decidido a seducir a Minerva, diosa de la sabiduría, Marte recurrió a la anciana diosa Anna Perenna, famosa por sus comentarios subidos de tono. Anna Perenna, sabiendo que Minerva no cedería a los flirteos del dios de la guerra, decidió haciéndose pasar por ella. Como resultado, Marte fue objeto de burlas obscenas (Masiá Veriscat, 2017: 54).
- La seducción de Rea Silvia. Rea Silvia, hija del rey Númitor de Alba Longa y sacerdotisa vestal, yacía dormida en los claros de un bosque. Marte, al verla, se prendó de ella y la sedujo. De aquella unión nacieron Rómulo y Remo, fundadores de Roma (Pineda, 2015: 33).
Bibliografía
- "Armilustrium", en: Wikipedia. Consultado el 25 de noviembre de 2021.
- Burgaleta Mezo, Francisco Javier. 2004. "El animal en la fiesta griega antigua: el sacrificio animal de consumición", en: Valeriano Sánchez Ramos y José Ruiz Fernández (coordinadores). La religiosidad popular y Almería: Actas de las Terceras Jornadas. España. Instituto de Estudios Almerienses. Obtenido de: Dialnet, el 24 de noviembre de 2021.
- Blanco Rodríguez, Silvia. 2005. "Ares, el dios más odiado del Olimpo griego", en: Minius, Revista del Departamento de Historia, Arte y Geografía. Vol. 12. Universidad de Vigo, España. Págs. 15 - 26. Obtenido de: Dialnet, el 15 de noviembre de 2021.
- Cartwright, Mark y Soto, Francisco (traductor). 2017. "Ares", en: World History Encyclopedia. Consultado el 24 de noviembre de 2021.
- Cotterell, Arthur. 2008. Diccionario de Mitología Universal. España. Editorial Planeta.
- "Feriae Marti", en: Roman Republic. Consultado el 25 de noviembre de 2021.
- Garibay K., Ángel María. 2020. Mitología griega. México. Editorial Porrúa. Colección "Sepan cuántos...", núm. 31.
- Grimal, Pierre. 1981. Diccionario de mitología griega y romana. España. Paidós.
- Homero. La Ilíada. Consultado en: Wikisource, el 24 de noviembre de 2021.
- "Marte", en: Wikipedia. Consultado el 24 de noviembre de 2021.
- Masiá Veriscat, Concepción. 2017. Mitología romana. España. Albor Libros.
- Pineda, Jaime Alberto. 2015. "El acontecer de Ares: un mito entre el amor y la guerra", en: Geograficidade. Revista do Grupo de Pesquisa Geografía Humanista Cultural. Vol. 5. Universidade Federal Fluminense, Niterói – Rio de Janeiro. Págs. 30 - 49. Obtenido de: Dialnet, el 15 de noviembre de 2021.
- Steuding, Herman. 1961. Mitología griega y romana. España. Editorial Labor.