Como toda historia de paseo empieza con un ajetreo,
corres por aquí y por allá, hasta que llegas a donde vas.
En mi caso, me he ido a un pantano, para poder disfrutar del ocaso,
que dicho sea de paso, pude llegar temprano.
Al estar tranquilo contemplando y para la foto posando,
he oído en el agua un fuerte coletazo,
Mayor fue mi espanto al ver una silueta flotando,
era un pequeño caimán que a mi lado esta llegando.
Se imaginarán el tamaño de mi espanto,
que en cuestión de segundos ya estaba temblando.
Se supone que en este paseo estaría bastante tranquilo,
pero las circunstancias dieron un gran giro.
Producto del susto que me dio ese animal,
no me he podido aún parar ni para descansar.
En estas extrañas circunstancias ocurren estas cosas,
que por las desgracias de uno seguro que otros gozan.
Escrito original de @josevas217