Quiero contarles una historia sobre una experiencia que tuve hace unos años. Siempre he sido muy aventurero, siempre me ha gustado hacer muchas cosas, me gustaría poder viajar mucho más, pero la realidad es que no siempre se tienen los recursos económicos necesarios para hacerlo, sin embargo, esto no limita el hecho de poder conocer algunas áreas naturales que el mundo nos da para nuestro disfrute.
Un día, un poco acosado por ciertos problemas personales, quise dedicarme a una expedición a un lugar lejos de casa, totalmente natural, y con poco o casi nada de tráfico humano. Eso era justo lo que quería, lo que necesitaba, así que fui a un parque nacional cuyo nombre ni siquiera quiero recordar...
Ese 14 de septiembre amaneció, y empecé a huir, ¿de qué estaba huyendo?, en gran medida estaba huyendo de mí mismo en el espacio en el que estaba, quería encontrarme en otro espacio, era así de simple. Tomé mis cosas, una bolsa con algunos implementos, algo de comida, agua, y adiós casa, por un día... por lo menos esa era la intención.
Llegué a ese espacio que había estado buscando, entré poco a poco, perdido en mí mismo, cuando vi a mi alrededor sólo vi grandes árboles, no pensé en nada, sólo caminé sin parar, sin una dirección previamente prevista. Seguí caminando durante algunas horas, hasta que decidí detenerme, no escuché nada, sólo la brisa moviendo las hojas de los árboles, y algunos pensamientos en mi mente que poco a poco se fueron disipando cuando me di cuenta de que no sabía dónde estaba, es decir, sabía que estaba en ese lugar donde quería ir, pero si quería volver a casa? ¿qué camino debo tomar?
No me importaba mucho en ese momento, aunque la pregunta: ¿cómo vuelvo? pasó por mi mente, sin embargo, me senté un momento, saqué un recipiente de agua que tenía en mi bolsa, bebí un poco, luego me acosté en una especie de colchón de hora seca que construí, fue gratificante, relajante, tanto que me quedé dormido.
No sé cuánto tiempo he dormido, lo hice de una manera que no puedo hacerlo en la casa, así que me doy cuenta de que la tarde ya ha entrado, y hay una posibilidad de que llegue por la noche, pero la pregunta surge de nuevo, ahora si con un poco de preocupación: ¿cómo y dónde llego a casa?
Caminé durante horas, hasta que se hizo de noche, no sabía qué hacer sino prepararme para dormir en ese lugar, sin sábanas. Así que hice una pequeña cama improvisada y me arropé para pasar la noche con unas grandes hojas de árbol. Prácticamente no dormí, pero a pesar de estar perdido, no me sentía como tal, mi tranquilidad predominaba sobre todo, pensé "al amanecer debo buscar la manera de volver ".
Así que los días pasaron, pensando en cómo volver, hasta que se me acabó el agua y la poca comida que había traído, día tras día caminando, no sé si en círculos, o si en línea recta, sólo sé que seguía perdido, hasta que se me acabaron las fuerzas, y en algún momento todo se apagó, lo último que pensé fue esto es el final, mi final, mientras me desvanecía...
No sé exactamente lo que pasó, entonces cuando abrí los ojos, me encontré en una cama de hospital, siendo tratado por gente desconocida, a partir de ese día, debo confesar, que todavía me siento perdido.
Las imágenes de mi autoría fueron captadas con mi teléfono Huawei Y5.
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