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Ante la inminente llegada de un nuevo año y la finalización de otro, comienza de manera involuntaria un análisis de todo lo acontecido, así como una evaluación de los logros o de los asuntos que quedaron por hacer, pero sin duda alguna siempre existe un recuento de lo aprendido en esos 365 días próximos por finalizar.
Una manera de poder hacer que un año sea productivo, desde cualquier arista que lo enfoquemos, es contar con un plan que nos permita generar una ruta a seguir. Aunque sin duda debemos mantener cierto margen de flexibilidad ante los imprevistos que se nos puedan presentar, organizarnos y enfocarnos en todo aquello que queremos lograr u obtener nos permitirá hacer del año que está por llegar en un extraordinario motor, inicio o culminación de proyectos o incluso cambios de hábitos importantes de vida.
Por esa razón es muy útil tener una lista de ¨Propósitos de Año¨. Mucho se ha dicho sobre éstos y que al final, cuando nos toque revisarlos nos damos cuenta que no hemos cumplido con ninguno de nuestros cometidos o ni siquiera pusimos de nuestra voluntad para ello. Motivo por el que debemos realmente tomar noción de que el tiempo es algo que debemos aprovechar de la mejor manera, comprender que cada paso que demos, por pequeño que sea, mientras esté enfocado al camino correcto para la consecución de nuestros proyectos o deseos, siempre serán un avance importante. Sí bien todo puede tomar su propio tiempo, empezar hoy y continuar mañana, y un poco cada día nos permitirá verificar que el mejor camino es aquel que está en dirección opuesta a la procrastinación.
Nuestra lista de propósitos debe estar redactada de un modo que nos permita conectarnos con cada uno de ellos, un estilo que nos permita comprometernos con su cumplimiento y que nos haga posible el identificarnos de manera natural con todo aquello que nos gustaría cumplir.
Cada propósito debe estar redactado de una manera afirmativa. En un propósito, así como en los deseos, no puede existir ninguna palabra que represente negación u opuesto. Ejemplo; sí uno de nuestros propósito es ser más activos, la forma correcta de redactarlo sería: ME COMPROMETO A SER PROACTIVO Y CONSECUENTE EN MIS ACCIONES Y PROYECTOS. Nunca debemos expresar alguno de ellos con palabras de negación como: dejar de…, no ser más… Ninguna de esas palabras deben ser utilizados, al contrario se debe utilizar todas aquellas que nos permitan afirmar o dar por cumplido nuestros propósitos: me comprometo a…, mejorar lo relacionado a… Tomando conciencia de que las palabras tienen su propio poder, debemos enfocar de la manera más clara y precisa todo aquello que queramos lograr; pueden haber lapsos de tiempo, personas que queramos que estén incluidos, lugares que estén relacionados con nuestros propósitos...
La organización es la clave para lograr todo lo que nos tracemos como meta, por esa razón debemos enfocar cada propósito de un modo organizado, claro y que nos garantice ser consecuentes, pero aceptando que no es una regla fija, ni tampoco una lista enumerada, sino una ruta y guía para una mejor calidad de año. Se hace obligatorio ser honestos, y anclar cada uno de los propósitos a la realidad de lo que queremos lograr, por ende no podemos mentir ni tampoco ser irrealistas con ellos, porque el principal fin de esto es: Cumplirlo.
Organizar la lista de propósitos en items que nos permitan una mayor claridad es una de las mejores formas de redactarla y nos garantiza un enfoque preciso con todo aquello que incluiremos en nuestro nuevo año. Algunos de los items que podemos colocar son:
*Personales: se relaciona con todo aquello que queremos mejorar, desarrollar, ampliar, o incluir en nosotros mismo, es algo enfocado a nuestro propio ser, personalidad, carácter o temperamento…
*Profesionales: se relaciona todo lo que queramos lograr desde nuestra profesión u oficio, área laboral… tanto sea que queramos obtener, desarrollar, empezar, terminar, o cambiar.
*Crecimiento Personal: esto se diferencia de los propósitos personales, en que éste se relaciona con todo aquello que nos haga crecer, mejorar como personas. Aquello que nos guste o nos gustaría desarrollar o mejorar desde un punto de vista más humano, relacionado con nuestras habilidades, talentos…
*Saludables: esto se enfoca a todos aquellos hábitos que queramos cambiar, o iniciar en nuestra vida, en los aspectos de salud física y mental, alimentación…
*Educativos: éste puede ser opcional, pero sí hay en tus propósitos alguno relacionado con la educación, la cultura o cursos, es aquí donde deben ser incluidos.
*Proyectos: éste está al final porque se trata de aquel proyecto o proyectos que queramos desarrollar durante el año. Puede ser estructurado por etapas o por pasos que se cumplan de acuerdo a lapsos de tiempos que se establezcan para cada uno.
Toda lista de propósitos podrá ser efectiva en la medida en la que se haga un compromiso real para hacer posible cada uno. No son una lista inflexible que debe ser cumplida al pie de la letra, sin embargo debemos entender que sí no podemos cumplir un propósito, podemos cumplir con actividades o acciones más pequeñas que nos permitan llegar al objetivo mayor, pero nunca detener nuestros pasos hacia aquello que nos propongamos lograr u obtener.
Mis mejores deseos de año nuevo para todos, que cada uno logre hacer del 2023 el año de inicio para obtener la versión más efectiva, poderosa y mágica de nosotros mismos.
Feliz año 2023.
Florencia Renata.
Nota: La presente entrada fue publicada anteiormente rn mi blog de Hive.