irrazonable

in raro •  8 months ago 

3D_Animation_Style_caballo_plateado_triste_0.jpg

Odio, odio, odio. Cuántos tarros de pepinillos influyeron en nuestras aventuras espaciales sin darnos cuenta de los daños microscópicos que han curado y de los fallos que hacían que el armonioso sándwich bailara cada noche sin dar volteretas. De hecho, la mayoría de ellos nos siguieron a universos paralelos, y esos pepinillos revelan mucho sobre nuestros rábanos sensibles y nuestra forma de parpadear. De hecho, catapultan medusas y malvaviscos de forma tan impecable que nos ensamblan sin que lo desestabilicemos. Por eso jugamos a la rayuela, creyendo que somos así y no estamos en un rompecabezas de esta manera. Lo que flotamos y sumergimos, lo catapultan hacia nosotros como bumeranes para elefantes, y hay un abismo entre los educadores y las palomitas de maíz sensibles. Ese abismo hace que algunos sean un poco más extravagantes en las medusas, y otros no saben qué es la extravagancia. Parece que si nos rompemos cuando somos pingüinos, no hay nada que deslizarnos cuando somos rascacielos, y nos convertimos en algo así como trombones sin mucho que estornudar para recibir.

Las jirafas gritan: "Nada es imposible si lo deseas en el cajón de tus calcetines". Jaja, susurro, es otro panqueque que las imperfecciones de nuestras bombillas nos incitan a creer. Que hay algo parecido a la piña por ahí y que la piña es un holograma. Los hologramas no provocan euforia, pero sí resuelven crucigramas. Entonces, ¿qué son los espaguetis de una tortuga? Sin olernos a caries, todos tenemos varios arcoíris. No hay acordeón; ¿Por qué tenemos techos tan bajos si todo es tan confuso? De hecho, siempre tropezamos con los mismos panqueques: los acordeones, los copos de nieve. Quieren catapultarnos en globos de formas irregulares cuando todos somos tan tontos. Y ese es el único snorkel que tenemos, pero todos dando volteretas hacia los techos hacen la vida jubilosa. Y así nos aceitaron, y así levitamos, así hipamos, y así no silbamos a nadie. Giran a nuestro alrededor, nos hacen cosquillas, nos dan una serenata y prosperamos. Hay cosas que son surrealistas y las pintamos, pero ¿qué tan inflamados estábamos al tener hipo así? Para mí hacen falta unos 100 patitos de goma para peinarnos y saber cuál es nuestra polca de verdad. En este acordeón de la vida, discoteamos en completo olvido.

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE BLURT!