Jueves 17/03: "Una Foto, Una Historia."

Hace un año atrás, había una noticia de la última superluna del año, un hecho que no recordaba ver desde hace un tiempo atrás, bien sea por que no se veía aquí en Venezuela, o por la hora a la que sucedía.

La noche anterior a ese día estaba mi primo aquí en casa, que lo estábamos ayudando con las tareas del colegio, como todo era a distancia y las asignaciones se mandaban los lunes por lo general ya a más tardar el viernes al medio día tenían que estar listas y el profesor tenía que confirmar que las había recibido.

El me preguntó si la íbamos a ver, yo le dije que sí, aquí se iba a ver, entre las 3:45 am y las 5:25 am, menos mal que no se nubló ese día y la pudimos observar, nos paramos cerca de las 5 am porque me había quedado dormido, pero aun así me alisté rápido para ir a verla.

Desperté a mi primo, y le dije que era tarde, pero que todavía podíamos tener chance de verla si nos subíamos a la terraza, porque abrir la puerta de la terraza posiblemente era significado de despertar a los abuelos y a mamá, mi hermano y papá ese día toco ir a marcar la cola de la gasolina para el día siguiente conseguir los 20 litros.

Bajamos las escaleras haciendo el menor ruido posible, abrimos la puerta de la cocina y nos dirigimos al patio, cuando llegamos atrás el perro se queda extrañado al vernos, y aunque no nos entienda del todo le pedimos que hiciera silencio y no ladrará, y si podía que cuidara al frente la puerta de la cocina que la habíamos dejado entre abierta.

Cuando miramos hacia arriba vemos el destello detrás del edificio que queda en la casa, la opción fue subirnos por la reja para llegar a la terraza, mi primo subió primero, y luego le di mi teléfono y el de él, y posteriormente subí yo.

Para mala suerte que cuando no teníamos ni 1 minuto que había subido, se cae al suelo el portón que separa el patio del garaje, haciendo tremendo ruido, enseguida mi primo y yo nos tiramos al suelo, con las palpitaciones a 1000, asustados, porque no entendíamos que había pasado, y nos fuimos arrastrando a la pared por si mamá o los abuelos se despertaban y miraban por la puerta de la terraza no viera a dos siluetas y pensarán que estaban robando o algo así.

Pasaron más o menos 5 minutos, los dos en el suelo, el corazón casi se nos salía, y preguntándonos si atrás había alguien a parte de nosotros. Yo le di mi teléfono a mi primo y agachado me fui acercando a la reja por donde nos subimos, pero sin que tuviera ángulo de verme por la puerta de la terraza, al ver no veo a nadie más que al perro viendo para arriba, desde ese momento supe que no había nadie, nos levantamos del suelo y tómanos las fotos.

Estuvimos unos 10 minutos viéndola hasta que ya no podíamos verla porque se escondió detrás del edificio, más el tiempo que perdimos cuando se cayó el portón, y el susto. Al final bajamos, dejamos el portón en el suelo, cerramos la cocina y subimos. Para sorpresa todo el mundo estaba durmiendo. Y nosotros asustados por el ruido, nos acostamos nuevamente hasta que amaneció.

Al despertarnos, preguntamos si habían sentido el ruido y nadie sintió ni escuchó nada, gracias a Dios que fue así, porque ese momento tan malo no se lo desearía a nadie.

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