Soñando con trompos.
Anoche estaba soñando
con mil trompos en mi patio,
de muchísimos colores
y diferentes tamaños.
Le conté el sueño a mi tío
quien después salió callado
a hacer una dligencia
rapidísimo en su carro,
y en su cara yo veía
mucho agrado y entusiasmo.
Como a los treinta minutos
volvió con un bolso blanco
lleno de bonitos trompos
que depositó en mis manos.
Vale la pena soñar,
y en la mañana contarlo.