Las Aventuras de Corcho Marcano [17]

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Acá

Ada Mays y la Morena

«La bella, sensual e inteligente secretaria Ada Mays, tomaba las llaves de su deportivo y verificaba que su par de automáticas estuvieran cargadas antes de salir en persecución de su jefe el famoso detective Cork Mars, ese mismo día mas temprano ella habia atendido la llamada del jefe de policía de la ciudad que solicitaba el apoyo del aguerrido detective, para que lo ayudase con una truculenta trama de apuestas ilegales en la que estaban involucrados un par de detectives corruptos del departamento, Cork Mars no dudaba nunca en apoyar a las fuerzas de la ley cuando sus experticias eran requeridas, gracias a sus contactos conocía cada tugurio y sala de apuestas ilegales en la ciudad, por eso lo habia llamado el jefe de la policía, hasta allí todo habia sido normal, pero a Ada no le gusto mucho cuando el enlace del departamento que envio el Capitán Mons fue una espectacular rubia que lo único que le faltaba era tamaño!!!, la detective encubierta Jules Hooper se marcho con Cork Mars que se retiro de la oficina un tanto distraído por las curvas curvas y el escote de le pequeña rubia.

El deportivo de la secretaria serpenteaban entre el trafico de la ciudad, Ada Mays iba con un ojo sobre el camino mientras con el otro verificaba la posición de su jefe en la pantalla de su smartphone, gracias un rastreador de GPS que habia colocado oculto en uno de los botones de su chaqueta favorita, Ada se repetía para auto convencerse que solo seguía a su jefe para cuidarlo como siempre hacia, no porque estuviera celosa de la detective rubia Hooper!!!. Unos minutos después la señal de GPS se detiene en un viejo edificio del peligroso barrio de Chinatown, mafias koreanas, chinas y japonesas se dividían el poder, Cork jugaba a los dados con todos, pero mejor estar pendiente, porque el par de detectives corruptos, un gordo apellidado Voltio y un flaco de nombre Residente no conocían a su jefe y si se veían en peligro quizás pudieran reaccionar mal. Ada estaciona su deportivo a un par de cuadras del local, «The Golden Goose» un restaurante que en realidad era una mampara para el juego ilegal, antes de entrar como siempre preparada se coloca una de las tantas pelucas que lleva en su maleta mas un sexy chino-dress para pasar desapercibida y que su jefe no la note.

Entrar a «The Golden Goose» fue pan comido!!!, la sonrisa de Ada no solo podía derretir el hielo, si no que le abría muchas puertas, una vez dentro no fue muy difícil localizar a su guapo jefe, Cork lanzaba los dados en una mesa de apuestas sin mucha suerte mas preocupado por el escote de la detective Hooper que estaba parada justo a su lado, -allí estaba pintado su jefe, nunca sentaría cabeza!!!-, pensaba Ada Mays, en ese momento la dueña del local, una anciana china que debía tener como 300 años si no mas, se acercaba al detective para invitarlo a el y a su chica a una partida privada, el detective y la policía rubia siguieron a la anciana perdiéndose por un pasillo vigilado por un Goliat asiático, eso no iba a detener a Ada, se acerco pícaramente llamando su atención simulando estar muy acalorada, cuando el gigante se agacho para ayudarla y echarle un ojo a su escote, Ada Mays lo pateo tan fuerte en las gónadas que creo que escuche un -Crack!!!-, el gigante caía de bruces inconsciente mientras Ada iba tras de su jefe.

Luego de avanzar por un oscuro pasillo llego a un amplio salón, en su centro Cork Mars sentado en una mesa jugaba ahora al poker con varios jugadores asiáticos, con la rubia detective siempre a su lado, la secretaria se queda escondida agazapada detrás de una columna, de improviso Ada Mays observa como por las espaldas de Cork irrumpen los detectives corruptos, el flaco iba por su derecha, el gordo por su izquierda este sostenía una cachiporra con la que pretendía dejar inconsciente a Cork, Ada no se lo iba a permitir, se lanza primero por el gordo que tiene mas cerca, con un salto felino le vuela de las manos el objeto contundente, cuando Voltio trata de desenfundar su arma para someter a su agresora, Ada se gira conectándole una patada voladora en todo el hueso maxilar, el gordo, su arma y tres dientes ruedan por el piso, cayendo fuera de combate, Ada se voltea rápidamente para ir por el flaco, pero cuando levanta la vista ya la pequeña detective Hooper lo tenía comiendo piso con su rodilla presionando su cuello mientras le colocaba las esposas, Cork se levantaba de la mesa de juego a destiempo para ayudar a la detective de la policía, Ada supo en ese momento que esa enana sería un hueso muy duro...».

-Adamaaaaarisssss!!!-, el grito vernáculo del detective privado Corcho Marcano impiden que su secretaria complete de teclear la frase para cerrar el capitulo de su novela detectivesca.

-Coño jefe!!!, un día de estos me va a matar de un susto!!!.

-Adamaris ese preparado tuyo no funciona, ya son tres días poniéndome ese menjurje que me diste todas las mañanas en la cabeza y este color rubio no cede ni tantito!!!.

-Carajos Jefe !!!, ¿ usted cree que yo hago magia ?, le dije claramente desde el primer día que mi preparado le iba a desteñir el pelo paulatinamente, esas greñas rubias no desparecerán de un día para otro, este proceso llevara unos pocos días mas.

-Que dolor de cabeza contigo Adamaris, ¿ no puedes hacer otra cosa ?, llevo 3 días con este pelo encendido rodando por toda la ciudad.

-Mmmm, pero yo no veo cual es el problema, en la partida de domino estuvo de lo mas feliz con su melena rubia agrandado como un león porque se la piropeo la Teniente Hoops, no le paro bolas a ninguna de las bromas de los policías y ahora no puede andar por la calle de rubio!!!, no me joda jefe!!!.

-No te burles, la Teniente fue amable eso es fue todo, tu deberías aprender una o dos cosas de ella, voy de salida, tengo que seguir tras la pista de Don Rigoberto, vigila el fuerte Adamaris.

-¿Todavía no consigue la foto del millón?.

-Nada de nada, no se que espera ese viejo para llevarse a ese mujerón para un hotel, yo no me aguantaría un segundo con esa princesa africana!!!.

-Guaa!!!, ni que estuviera tan buena la tal Raiza.

-Bueno eso lo dices tu porque no la has visto Adamaris, chau ya me voy.

-Bye Jefe, que Dios me lo bendiga y me lo proteja.

Corcho Marcano se ve obligado por las circunstancias a salir a la calle con su pelo amarillo una vez mas, pero sin la preciosa policía rubia diciéndole que estaba guapo, se marcha con su gorra de los Leones puesta otra vez!!!, Rigoberto seguía sin dar una pista inequívoca de su infidelidad, Corcho habia evitado mencionar la existencia de la bella morena Raiza a su cliente la señora Arismendi en sus reportes telefónicos diarios, no fuera cosa que la señora se hartara de esperar y fuese por si sola a pedir cuentas a la peluquería de la amante de su esposo, eso podría dar por terminado con el único caso que sostenía su endeble economía, mientras el rojo y negro luchaba contra el trafico de Caótica, Corcho analizaba el caso hasta ahora, era evidente que Rigoberto tenía una fuerte relación con Raiza, porque un días después de la partida la volvió a visitar en su peluquería, los tres afrodescendientes que tanto le molestaban a la Señora Arismendi, también habían vuelto a visitar a Rigoberto en su oficina del centro el día anterior, pero aun Corcho no habia podido establecer si existía alguna conexión entre Raiza y los tres mosqueteros como empezó a llamarlos el detective privado.

Ya sabiendo la rutina diaria de Rigoberto y a donde se dirigía cuando se salía de ella, Corcho había dejado de seguirlo desde la primera hora del día, ahora esperaba hasta la media mañana para conducir hasta la oficina que tenía en el centro de la ciudad, y desde allí comenzaba con la vigilancia del sujeto, así ahorraba gasolina, y el desayuno que su fiel secretaria Adamaris no dudaba en brindarle cada mañana, Corcho se estaciona al frente del edificio cruza la calle para echar un ojo en el estacionamiento para verificar que Rigoberto estuviera arriba en su oficina, pero este día no tuvo suerte, el Santo no había ido, ni el mercedes ni la camioneta negra estaban en el estacionamiento, Corcho camino de regreso hasta el rojo y negro y se sentó a esperar, tarde o temprano debía aparecer Rigoberto.

-Catire, ¿cuanto por una carrera hasta el parque central?.

-Señora, estoy trabajando, permítame.

-Bueno por eso digo Catire, una carrera, ¿tu no eres taxista pues?.

-No señora, creo que me confunde con mi hermano que a veces toma mi auto para salir a taxear.

-Déjate de tonterías, si yo conozco muy bien esa cara, así traigas ahora las mechas rubias, me has echo mas de una carrera.

-Señora con todo respeto, le estoy diciendo que mi hermano que se parece mucho, pero mucho a mi, aunque no somos gemelos ni mellizos!!!, a veces usa mi auto para taxear, pero yo no soy taxista, así que hágame el favor de retirarse que estoy en estos momentos muy ocupado.

-Caracha, te hubieras quedado con el pelo negro, porque de Catire estas de un impertinente y creído!!!.

La señora se retira algo molesta, refunfuñando!!!, pero justo a tiempo porque en ese mismo instante llegaba Rigoberto pilotando la camioneta negra y con Raiza de copilota!!!, -aja hoy te agarro condenado viejo!!!, dijo nuestro detective, su instinto le indico que aquel cambio en la rutina de Rigoberto significaba que iba ocurrir algo, hasta ese momento solo habia ido a visitar a Raiza un par de veces a la peluquería, hasta ahora la bella morena no se habia montado en su auto, ese par iban para algún lado, Corcho esperaba que fuese para algún motel, saco su pequeño teléfono analógico y verifico que tuviera carga, seria necesario para tomar la foto del millón!!!.

Rigoberto no entro en el estacionamiento, aparco la camioneta Toyota al frente del edificio, bajo del auto y entro rápido al edificio, -quizás olvido las pastillas azules en su oficina-, pensó Corcho, la bella morena no bajo con el, se quedo sentada en la camioneta esperándolo, Corcho seguía observando con atención desde el otro lado de la calle, todo iba bien hasta que Raiza hizo contacto visual con Corcho, cuando el detective vio que la mujer lo saludo desde el auto y descendió del mismo para dirigirse hacia su auto, Corcho se apresuro a quitarse su chaqueta de cuero y la gorra que arrojo al asiento de atrás, tomo sus lentes oscuros de la guantera y simulo sorpresa.

-Raiza corazón de melón!!!.

-Buenas, buenas!!!, ¿como estamos por acá?.

-Yo bien, gracias, ¿y tu como estas mi morena bella?.

-¿No me ves?, bien buena !!! jajaja.

-Si que lo veo, jejeje.

-¿Que paso y esa gorra ?.

-¿Cual gorra?.

-La que llevabas puesta hace un minuto, ¿que paso no te gusto el color?, se que se me paso la mano con el tinte, pero te sientan bien esas mechas rubias con tu color de piel.

-A veces me la pongo cuando salgo a taxear!!!-, Raiza se acerca aun mas cuando nota algo raro en el pelo de su nuevo cliente.

-¿Que Carajos te echaste en el pelo ?, que se ve todo cenizo.

-No se, creo que me equivoque con el champú, me puse por error un acondicionar de aguacate que prepara mi hermana y me esta oscureciendo el pelo.

-Mmmm ¿ aguacate ?, que raro, bueno no importa mi servicio es garantizado, pásate por la peluquería esta tarde y te pongo esas mechas doraditas otras vez!!!.

-Claro corazón, como tu digas, esta tarde sin falta paso por allá, si no se me presenta alguna carrera importante u otro asunto cuenta que hoy antes de la noche paso por tu negocio!!!-, en eso la Morena ve salir a Rigoberto del edificio.

-Bueno mi rey me tengo que ir, estoy muy emocionada porque me están llevando a ver mi nuevo local, chau!!!-, la morena le estampo un beso en la mejilla al Águila antes de regresar corriendo.

-Bye Raiza!!!.

-¿Nuevo local, en que estarás metiéndote Rigoberto?- dice Corcho mientras ve como las esculturales curvas de Raiza se contonean al cruzar la calle regresando a la camioneta, de verdad que daba gusto solo verla alejarse, Corcho encendió al rojo y negro, tomo su chaqueta de cuero, la gorra y se las volvió a colocar, guardo los lentes en la guantera, esta persecución ameritaba que el detective privado estuviera detrás del volante, su álter ego no le serviría para nada, esto de estar cambiando de personaje de un momento a otro, pasando de detective privado a taxista se le daba muy bien a nuestro aguerrido y valiente protagonista, un minuto después arranco la camioneta, Corcho Marcano espero unos segundos y emprendió la persecución, ahora tendría que guardar mayor distancia, Raiza logro identificarlo desde el otro lado de la calle y se fijo hasta en e detalle de su gorra, la morena tenía muy buena vista y no solo curvas!!!, zigzagueando entre el trafico para que no lo notasen nuestro detective saca las cuentas nuevamente, si Rigoberto ya estaba gastando dinero a manos llenas poniéndole un local a Raiza, la infidelidad estaba mas que confirmada, hoy tendría que conseguir la foto del millón o como mínimo ver donde quedaba el dichoso local.

Continuara...

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