Hristo el Búlgaro [6]

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Hristo el Búlgaro [6]

Estefan y Nikolay regresaban a la mañana siguiente al castillo, venían muy contentos por el camino, habian pasado una buena noche de juerga en la fortaleza de uno de los aliados de su padre, pero lo que realmente disfruban era que estaban seguros que para esas horas, ya se debia saber en el castillo que Hristo y el viejo Borka habian muerto en una emboscada en el bosque, pero cuando entraron por las puertas del castillo se encontraron con la dura realidad, los únicos 3 mercenarios sobrevivientes de la matanza en el bosque estaban encadenados a sendos troncos en el patio del castillo, mientras el viejo Borka los interrogaba ante la mirada atenta de Lord Petar, Hristo no intervenía porque de un golpe hubiera matado a los pobres mercenarios, Stefan se puso nervioso, también Nikolay, pero el astuto Aleksi que estaba allí ya habia corroborado que solo atraparon a 3 mercenarios rasos, solo el Capitán de los mercenarios y su segundo habían visto las caras de Nikolay y la de el mismo Aleksi, por mas que los torturaran no podrían incriminarlos, Stefan luego de pasar el susto estaba otra vez molesto, -¿como se pudo salvar el gigante y el viejo?-, le pregunto a sus hombres de confianza, -seguro tiene un pacto con el diablo!!!-, asevero sin pruebas, ahora tenían que volver a idear otro plan para acabar con Hristo, contratar mas asesinos ya no seria una opción, en una reunión del estado de mayor Lord Petar mando a crear una fuerza especial que se encargaría de patrullar los bosques cercanos minuciosamente, -¿como era posible que acamparan los enemigos practicamente a un lado de su castillo?-, le pregunto indignado a sus Capitanes, al no poder extraerle ninguna información a los mercenarios capturados, se concluyo que algún enemigo del norte, por los tatuajes que llevaban de los mercenarios muertos y capturados, tuvo que ser desde allí que se habia ordenado matar a Hristo para socavar el animo y la moral de las tropas del Sanjaco del Sultán.

El único que no secundo la moción fue el viejo Borka, efectivamente algunos tatuajes eran del norte, pero también llevaban otros, para el experimentado guerrero esos no hombres no eran soldados, ni mercenarios, eran asesinos contratados, pero cuando Lord Petar le pregunto si tenía otra teoría el viejo maestro de armas prefirió callarse, el viejo Borka no podía acusar sin pruebas al hijo de su señor, el astuto viejo habia sentido una punzada en el muñón de su pierna faltante la noche anterior, cuando Stefan sin venir a cuento solicito la escolta de los soldados de la tropa del hombre oso, no es que no pudiera o no tuviera el derecho, pero fue muy raro, ya que Stefan siempre salia escoltado por la espada de Nikolay y la tropa de soldados a cargo de este, si Borka no hubiera acompañado al Hristo a estas horas quizás estaría muerto, muy conveniente para la única persona en aquel castillo que aborrecía y detestaba a Hristo. Unos días después sonaron los tambores de guerra en el castillo, justamente al norte de donde se presumió que provino el ataque de los mercenarios fueron quemadas y saqueadas algunas aldeas, Lord Petar llamo a sus abanderados y en cuestión de unos días estaban marchando a la guerra, partieron con una buena nueva, Freya la esposa de Stefan estaba en cinta de su primogénito!!!, para alegría del Lord y la de su hijo, aunque a este úlitmo los celos y sus sospechas infundadas de los cuernos inexistentes que le ponía Freya con el hombre oso le amargaron como siempre el hígado, el viejo Borka se quedo a cargo del castillo, y agradeció su prudencia en no hablar de sus sospechas en contra de Stefan ya no solo con el viejo Lord Petar si no con Hristo al que no le había comentado nada, cuando los ataques surgieron justo al norte, la teoría de que los mercenarios provenían de aquellas tierras quedo como cierta.

Los enemigos habian tomado varias posiciones al norte, algunas fortalezas ademas de arrasar con varios poblados, la campaña no fue nada sencilla, teniendo que separar sus fuerzas, la caballería de Lord Petar al mando de Stefan hizo su parte pero una vez mas el hacha de doble hoja del gigante hombre oso, repartió muerte y justicia por partes iguales, Stefan vio la posibilidad de arreglar otra emboscada en terreno enemigo, pero Nikolay lo convenció de no hacerlo!!!, si mataban ahora al hombre oso, quizás terminarían perdiendo la guerra, quisieran o no, Hristo era garantía en el campo de batalla, ademas que con el liderando la carga, el ímpetu y la valentía de los soldados se multiplicaban, no podían darse el lujo de perder eso, no ahora!!!, Stefan tuvo que asentir que lo mas prudente era deshacerse de el cuando regresaran de nuevo al castillo, aunque no tenía idea como. En medio de la guerra Stefan celebro con vino una carta proveniente del castillo, Freya habia dado a luz una niña, no le importo que fuese hembra, lo que le importo es que la niña era rubia como su madre y con los ojos azules claros como el, a pesar de haber sido el primer hombre de Freya el fantasma de los celos taladraba a diario la cabeza de Stefan. Unos meses después termino la campaña con una victoria total, no solo recuperaron las fortalezas perdidas y los pueblos, si no que ademas se adentraron en territorio enemigo arrebatándoles algunas posiciones, buenos botines y mucho oro se recolecto, como siempre la tropa de Hristo fue la mas afortunada por que su Capitán siempre compartia su parte con ellos, era otra de las cosas que detestaba Stefan del gigante, el amor y el cariño sincero que todos sus soldados le profesaban, que según Stefan debían ser para el.

De regreso al castillo, se celebro por partida doble no solo la victoria si no el nacimiento de la pequeña Sif, una princesita de cabellos dorados, a pesar de tener buen tamaño y peso gracias a los genes de su madre, la niña cabía en la palma de la mano del gigante, el hombre oso jugaba con la nena, ante la mirada iracunda del padre, cuando Freya organizo un bautizo secreto para la bebe, para evitar la ira de su marido tuvo que cambiar la elección del padrino que quería cuidara durante toda su vida de Sif, optando finalmente por su paisano, aunque la elección del viejo Borka como padrino demostraría varios años después ser la mas acertada, el viejo maestro de Armas acepto orgulloso tal honor, pero le pidió en confianza a su viejo aprendiz, que como el estaba muy viejo, cuando el ya no estuviera sobre esta tierra le prometiera que el cuidaría de Sif!!!, Hristo por supuesto acepto la petición de su viejo y querido maestro. Una vez terminadas las celebraciones en el castillo las reuniones secretas en la biblioteca se dieron lugar, acabar con el gigante era la premisa, Stefan habia escuchado historias de asesinos venidos del medio oriente que eran letales, no haría falta un ejercito, ni una tropa, con un par de ellos podían matar al hombre oso, ¿ pero cuanto tiempo tardarían en llegar y a que costo ?, Aleksi volvió por sus fueros con un plan arriesgado pero que no fallaría, ademas de que funcionaba en muchos sentidos para apaciguar los miedos de su señor, cuando Stefan y Nikolay preguntaron ¿como?, Aleksi respondió -con la peste!!!-, los hombres se asustaron, la peste no era un juego, podía arrasar con comarcas enteras, y matar a medio reino, no respeta raza, si eres noble, rico o un campesino, tampoco sexo o edad, si estas enfermo o eres fuerte como un toro, si eres pequeño o grande como un oso!!!, los ojos de Stefan brillaron, la pregunta era ¿como evitar matar a todos de peste en el castillo ?.

Aleksi tenía la respuesta, no seria sencillo, pero podía conseguir media docena de ratas infectadas, algunos brujos las usan para sus pociones y conjuros de muerte, no seria rápido ni sencillo, pero se podían conseguir, Hristo pasaba la mayor parte del día entrenando con los hombres en el patio, pero en la noche antes de entrar al castillo a dormir en sus habitaciones, suele cenar con su tropa en su barraca, jugar barajas y tomar hidromiel o vino, casi que a diario, allí soltarían las ratas, antes sellarían bien la barraca, en lo que el primer hombre de indicios de tener la enfermedad, el doctor ordenara la cuarentena y nadie que este en la barraca o halla tenido contacto con los soldados podrá salir de esa trampa mortal hasta que estén todos muertos!!!, al doctor se le puede convencer con oro de que apure el dictamen, en tres días o cuatro el gigante y la mayoría de sus hombres leales a el, caerán muertos por la fiebre a manos de la peste, luego se incendiaria la barraca, acabando con el hombre oso y la peste al mismo tiempo, Lord Petar no podrá impedirlo, deberá decidir por el bien común no solo del castillo si no de toda la región, era un plan aprueba de tontos, nada podría ir mal, quisiera o no el gigante y sus hombres acabarían sucumbiendo con la peste y nadie podría culpar a Stefan de estar detrás de su muerte, era un ganar ganar, Stefan dio el consentimiento y puso el oro en las manos de Aleksi para que ejecutara la acción, le tomo unas semanas reunir una docena de ratas infectadas, mientras que en castillo algunos albañiles, hacían trabajos y mejoras en todas las barracas, la de Hristo y sus hombres fue la primera.

Un día después de soltar las ratas uno de los hombres de Hristo cae enfermo con fiebre, el doctor aparece casi que de inmediato y determina que es debido a la temible enfermedad, la peste!!!, el castillo entra en pánico, todos los soldados y sirvientes que tuvieron contacto con los soldados de la barraca son encerrados en ella, el viejo Borka se salva porque se encontraba en un pequeño viaje de reconocimiento con Lord Petar, para cuando el viejo Lord regresa al castillo alertado por un mensaje de la noticia, ya Stefan, Freya, Sif, y buena parte de los soldados y sirvientes acampaban afuera del castillo en unas tiendas, el primer muerto habia caído hace 4 días le indicaron al Lord, luego los días subsiguientes se multiplicaron, casi todos enfermaron, los que no ayudaban con pavor a los enfermos hacinados en la cuarentena de la barraca, solo Hristo les daba consuelo y ayuda, cuando uno mas de sus hombres perecía, lo alzaba en brazos y lo sacaba afuera para llevarlo a la pila funeraria donde eran cremados, ante la mirada de los pocos guardias que quedaban dentro del castillo asegurándose que nadie saliera de la cuarentena, Stefan azuzaba a su padre de que diera la orden!!!, la barraca debía ser incendiada con todos adentros, todos estaban infectados!!!, la seguridad del castillo y el reino estaba por encima de la vida de unos pocos hombres, el viejo Lord estuvo a punto de tomar la decisión con todo el dolor de su alma, pero tenía que ver primero a Hristo a los ojos para decírselo de frente, el cariño y el respeto que sentia el noble señor por aquel leñador gigante que habia reclutado en el bosque era legitimo, lo quería como un hijo, Lord Petar aguardaba con su doctor personal y con el viejo Borka, no hubo necesidad de llamarlo, porque una vez mas salía Hristo de la barraca acarreando a otro muerto.

Lord Petar vio en los ojos del hombre oso su fuerza y determinación, no hizo falta que lo revisara su doctor personal para saber que no estaba enfermo, aunque el doctor personal del Sanjaco insistió antes de permitir que el gigante tuviera un contacto con su señor, Hristo estaba perfectamente de salud, no habia tenido fiebre, ni ningún síntoma en la semana que llevaba encerrado en la barraca, así que el doctor le confirmo a Lord Petar lo que su corazón ya sabia que Hristo no estaba ni estuvo nunca enfermo de peste, -¿ un milagro ?, ¿ su fuerza sobre humana ?-, se comento por todas partes, Stefan no se lo podía creer cuando llego a sus oídos afuera del castillo que pese a estar encerrado una semana con las ratas, y los enfermos, el gigante no habia contraido la peste!!!, -¿ como diantre se salvo ?-, le inquirió a Aleksi, que se encogía de hombros sin tener una respuesta, -Es hijo del diablo!!!-, termino por gritar Stefan evidentemente afectado, aunque el desequilibrado hijo del Lord, no estaba muy equivocado, nadie, ni el propio Hristo sabia quien era su padre, su madre Nevena se llevo el secreto a la tumba, su inmunidad no provenia de su fortaleza física, ni de su gran tamaño natural, fueron los genes de la pequeña Nevena que en su juventud había logrado sobrevivir a la peste cuando acabo con toda su familia, la que le trasmitió a su hijo el escudo para repelear la enfermedad!!!. A petición de Hristo solo 5 hombres de su tropa que no presentaban sintomas se les permitio escapar del fuego de la muerte, Lucius, Morat, Loan, Vasil y Emil lograron pasar el examen medico, Lord Petar dio la orden y el propio hombre oso con todo el dolor de su alma se encargo de prenderle fuego a la barraca, debiendo soportar los gritos de algunos de sus soldados enfermos que adentro seguian con vida!!!, la peste no perdona, ni al débil ni al fuerte, ni al rico ni al pobre, el fuego devoro toda la barraca hasta sus cimientos, pero esta vez quiso Dios, el destino o quizas el diablo, que la mas pequeña de las ratas infectadas escapara de las llamas, escalara por los muros y se acomodara en la habitación mas grande, cómoda y caliente de todo el castillo donde olió un buen trozo de queso.

Continuara...

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