Estimados lectores, el crecimiento y desarrollo de las plantas son dos términos que pueden confundir a muchos estudiantes de agronomía porque en ocasiones piensan que son lo mismo, pero en realidad se diferencian en que el crecimiento implica el aumento del número y volumen de células, mientras que el desarrollo es un conjunto de cambios que tiene la planta durante toda su etapa fenológica desde la germinación hasta la madurez.
El crecimiento se define según Di Benedetto y Tognetti (2016), como un aumento irreversible de las dimensiones de la planta, por otro lado, Fontúrbel, Achá y Mondaca (2007), lo describen como un fenómeno de aumento de la biomasa, por los procesos de división celular que aumentan el tamaño del organismo.
En este sentido, Martínez y Torres, (2013), se refiere al crecimiento como un aumento de tamaño, no sólo aumento de volumen, sino también de peso, de tal manera que se considera como el aumento del volumen y/o masa de las plantas con o sin la formación de nuevas estructuras como órganos y tejidos.
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, en ensayos experimentales donde se desea determinar el crecimiento de cultivos, se puede realizar observando los incrementos de volumen (tamaño) que muchas veces se cuantifican de manera aproximada midiendo la expansión en solo una o dos direcciones, como longitud (altura del tallo), diámetro (de una rama, tronco) o área (de una hoja), utilizando una pequeña regla o cinta métrica, a lo largo de varios días, también podemos utilizar una báscula para pesar las plantas o partes de ellas, pero esta metodología es más factible cuando las partes vegetativas se pasan por una estufa para extraer el agua que contiene, esta metodología la limitante que presenta es que se tiene que destruir la planta para poder registrar los datos de crecimiento.
Una actividad que pueden realizar en casa es tomar algunas semillas de pimentón o cualquier otra planta y sembrarlas en un recipiente de plástico, empezar con riegos diarios y a una de las plantas se le aplican fertilizantes y a otras no, después de que emerjan las plantas se puede empezar a medir con una regla la altura de las plántulas y el largo de sus hojas semanalmente, esto se puede hacer cada dos meses, luego con los datos que han recolectado pueden sacar un promedio de la altura y determinar la tasa de crecimiento.
En este mismo orden de ideas, se puede mencionar que para el Asian Vegetable Research and Development Center (1990), el crecimiento y desarrollo ocurren en dos fases: vegetativa y reproductiva, el periodo de crecimiento que ocurre desde que la semilla germina hasta la etapa en que la planta está lista para florecer es lo que se considera la etapa vegetativa, esta etapa para los cultivos que se aprovechan por las hojas es fundamental ya que, a nosotros solo nos interesa el crecimiento vegetativo de las hortalizas de hoja, a menos que se cultiven para obtener semillas. Entonces la etapa desde la floración hasta la cosecha del fruto es la etapa reproductiva, es el periodo de maduración o la fase adulta cuando la planta es capaz de reproducirse, por ejemplo, en los cultivos de cucurbitáceas y solanáceas, nos interesa la etapa reproductiva, para obtener los frutos, pero la etapa vegetativa es igualmente importante porque las hojas producen carbohidratos y otros compuestos que apoyan el crecimiento de flores, frutos y semillas.
Finalmente, para entrar en la definición de desarrollo, se puede decir que se refiere a la diferencia que sufren las estructuras de las plantas durante toda su etapa fenológica para convertirse en un cultivo maduro, serían cambios como, por ejemplo, la germinación, el crecimiento, la floración, hasta llegar a la madurez. Estimados lectores, como se ha evidenciado, el crecimiento se basa en cambios cuantitativos y forma parte del desarrollo de la planta, pero no es el único indicador que se puede utilizar para determinar el desarrollo de una planta, es decir, la planta durante toda su etapa fenológica sufre distintos cambios secuenciales.
Gracias por leer nuestro artículo, hasta una próxima entrega.
Referencias bibliográficas |
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Di Benedetto, A. y J. Tognetti. (2016). Técnicas de análisis del crecimiento de plantas: su aplicación a cultivos intensivos. Revista de Investigación Agrícola (RIA), ISSN 1669-2314.
Fontúrbel, F., Achá, D. and D. Mondaca (2007). Handbook of Introduction to Botany. La Paz, Bolivia: Editorial Publicaciones Integrales.
Martínez, D. y J. Torres. (2013). Manual Teórico: Fisiología Vegetal. Recuperado de Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Facultad de Biología.
Centro Asiático de Investigación y Desarrollo de Plantas (AVRDC) (1990). Manual de capacitación sobre producción de hortalizas. Tainan, Taiwán: Publicación del AVRDC.
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