Estimados lectores, en esta oportunidad describiremos un cultivo utilizado por su fruto conocido como pepino y cuyo nombre científico es Cucumis sativus y que según Guzmán (2007), la planta es originaria de las regiones tropicales del sur de Asia, es un fruto que es muy utilizado para el consumo en fresco como ensalada, lo que representa una alternativa de producción para el agricultor tanto para la comercialización nacional como internacional este cultivo presenta diferentes características generales tanto botánicas como edafoclimáticas que serán desglosadas en esta publicación.
Sin más preámbulos ¡comencemos!
| Características botánicas |
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Sistema radical: dicho sistema está formado por una raíz principal o pivotante la cual comienza a ramificarse en raíces secundarias más finas, esta planta tiene la particularidad de emitir raíces adventicias, es decir raíces superficiales.
Tallo y hoja: principalmente en cuanto al tallo presentan pubescencia, de porte rastrero y trepador y las hojas de pecíolo largo, grandes con lámina acanalada, de color verde oscuro y pubescentes es decir cubiertas de vellosidades.
- Flor: las flores tienen pedúnculo corto y pétalos amarillos y aparecen en las axilas de las hojas y pueden ser hermafroditas o unisexuales, aunque actualmente según informan algunos investigadores las variedades que se comercializan sólo tienen flores femeninas.
- Fruto: el fruto del pepino es una baya, ya que es un fruto carnoso que tiene varias semillas en su interior, es un fruto alargado que tiene un color verde y puede llegar al color amarillo cuando está maduro, para su cosecha es recomendable realizarla antes de que alcance su madurez fisiológica.
Respecto a sus características edafoclimáticas podemos mencionar las siguientes:
El cultivo del pepino es de clima templado, cuando la planta se encuentra en etapa de desarrollo, si se presenta una disminución brusca de la temperatura por algunos días, puede provocar que la planta florezca prematuramente. Según López (2006), esta planta se adapta a climas cálidos y templados y puede cultivarse desde los 1,200 metros sobre el nivel del mar; también menciona que por encima de los 40°C el crecimiento se detiene y con temperaturas inferiores a los 14°C, de igual forma, y si esta temperatura se prolonga, las flores femeninas se caen.
Por otro lado, respecto a la humedad, existen reportes que indican que la humedad relativa óptima está en un rango de 60-70% durante el día y 70-90% en la noche. Sin embargo, una humedad excesiva durante el día puede reducir la producción, debido a que puede afectar el sistema radicular. Respecto a la luminosidad Valadez (1998), señala que es una planta que se desarrolla y produce tanto en días cortos con menos de 12 horas de luz como en días largos, lógicamente a mayor cantidad de radiación solar existe la posibilidad de que haya mayor producción.
En cuanto a la precipitación como se mencionó anteriormente, aunque los niveles de humedad que soporta son relativamente altos, un exceso de agua proveniente de la precipitación podría generar algunas enfermedades. En cuanto a los suelos, el pepino se puede cultivar sobre una amplia diversidad de suelos fértiles, bien drenados; de acuerdo a lo reportado por López (2006), desde franco arenosos hasta franco arcillosos, aunque los suelos francos que poseen abundante materia orgánica son ideales para su desarrollo, en el caso de la zona sur del Lago de Maracaibo de Venezuela se encuentra con este tipo de suelos francos, el pH, que tolera este cultivo está en un rango de 5.5-6.8, incluso soportando PH hasta 7.5, es importante evitar suelos ácidos con pH menor a 5.5, porque puede afectar la actividad productiva del cultivo.
Estimados lectores, esperamos que la información brindada sea de utilidad para todos ustedes y les permita conocer un poco más sobre las características de este tipo de cultivos.
¡Gracias por leer nuestro artículo, hasta una próxima entrega!
| Referencias bibliográficas |
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Guzmán, P. (2007). Cultivo de pepino. Serie Agrícola Vegetal nº VI 2ª Edición Editorial Espasande. Caracas Venezuela 13-15 y 34-36p.
López, M. (2006). Horticultura. 2da. Ed. Trilla. México.
Valadez, A. (1998). Producción de hortalizas. Limusina. México.
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