Estimados lectores, en los últimos años el objetivo de la agricultura ha sido lograr altos rendimientos por unidad de superficie para satisfacer la creciente demanda de alimentos, sin considerar la sostenibilidad de la producción, lo que ha provocado la pérdida de la diversidad biológica, disminución de los recursos forestales, erosión del suelo, cambios climáticos, por tal razón, es necesario encontrar soluciones productivas adecuadas.
En este sentido, la producción agrícola se basa principalmente en la agricultura convencional (agroquímicos) en donde se utilizan una gran cantidad de productos sintéticos que, en opinión del productor, incrementan significativamente la productividad de sus rubros en los primeros años, sin embargo, se sabe que dicha producción no es sustentable en el tiempo, ya que, según Rosales (2016), debido a que diferentes factores se alteran por la incorporación y abuso de estos; destruyendo los microorganismos del suelo provocando su deterioro, contaminando los mantos freáticos y a su vez debilitando el desarrollo morfológico botánico de las plantas, debido a la alta toxicidad de los productos.
Las nuevas tecnologías deben estar encaminadas a mantener la sostenibilidad del sistema mediante la explotación racional de los recursos naturales y la aplicación de medidas adecuadas para preservar el medio ambiente. El aumento de la conciencia sobre el cuidado del medio ambiente y la evidencia del deterioro ambiental provocado por los agroquímicos debe realizarse para que los productores agrícolas, vean como una buena alternativa la aplicación de bioproductos, ya que, en la actualidad se utilizan más que todos los fertilizantes sintéticos, lo que trae como consecuencia un impacto ambiental adverso.
Por esta razón, actualmente se adoptan estrategias de suministro de nutrientes a los cultivos, integrando una combinación inteligente de fertilizantes inorgánicos y bioproductos; todo ello con el objetivo de reducir los daños al medio ambiente, a la salud humana y a los diferentes organismos presentes en los ecosistemas. En Venezuela se han implementado en los últimos años estrategias para la incorporación y aceptación por parte de los productores de una agricultura sostenible, que no ponga en peligro los recursos naturales que intervienen en los procesos productivos suelo, planta y que permite la obtención de productos agrícolas.
La aplicación de bioproductos actúan como fitoestimulantes del crecimiento; pueden beneficiar la nutrición de las plantas, según Castilla (2006), también pueden actuar como agentes de control biológico, disminuyendo microorganismos indeseados en el suelo y favoreciendo organismos que cumplan una función efectiva a favor del ecosistema, con lo que se incrementa la producción de la planta y se reduce la degradación del agroecosistema. Ante esta situación, resulta importante evaluar la eficiencia de los bioproductos en diferentes cultivos en condiciones de vivero y directamente en campo utilizando recursos orgánicos disponibles localmente dentro de las unidades productivas, como una alternativa agroecológica con la finalidad de potenciar su efecto, dando lugar como actividad resultante a la elaboración de fertilizantes orgánicos y bioestimulantes del crecimiento y desarrollo vegetal.
De acuerdo a lo anterior, la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas agrícolas debe promover el uso y manejo efectivo de los recursos internos de los agroecosistemas ya que son un componente vital para que los sistemas se conviertan en un medio económicamente atractivo y ecológicamente aceptable para reducir los insumos externos y mejorar la cantidad y calidad de la producción agrícola..
Consideraciones finales |
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Estimados lectores, hoy en día es posible adoptar estrategias de suministro de nutrientes a los cultivos, integrando una combinación inteligente de bioproductos, con el uso de, por ejemplo, azotobacter sp; siendo de origen bacteriano, trichoderma de origen fúngico, carbo vit que es la esencia de Humus en forma líquida y el solubilizante de fósforo que activa el crecimiento y desarrollo de las plantas. Es por ello que la obtención de biofertilizantes nitrogenados y fitoestimulantes de crecimiento, puede convertirse en un pilar básico para poder conducir, un manejo adecuado y económicamente razonable de los diferentes sistemas productivos agrícolas.
Referencias bibliográficas |
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Rosales, L. 2016. Microbiología y soluciones agrosostenibles y agrosostenibles. Serie Digital Desarrollo Endógeno. Editorial INVER-E-GRUOP VENEZUELA CA pp. 94-111.
Castilla, L. 2006. Biofertilización en el manejo integrado de nutrientes para la nutrición vegetal. En: Biofertilización: Alternativa viable para la nutrición vegetal. Sociedad Colombiana de Ciencias del Suelo. Capítulo Tolima. Pp. 7 – 16.
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