Estrategias sostenibles para el desarrollo de forrajes

Estimados lectores, el desarrollo sostenible tiene hoy una gran importancia estratégica, desde este punto de vista, en las regiones del trópico existe una gran diversidad de recursos naturales que pueden ser aprovechados racionalmente con el fin de conservar los ecosistemas y preservar la biodiversidad. En este sentido, la implementación de un modelo de desarrollo ecosostenible en los sistemas de producción pecuaria puede mejorar la productividad a través del uso eficiente de los recursos disponibles.

En ese sentido, para que haya un desarrollo sustentable en el sector agrícola se debe cumplir con el principio de la conservación de los recursos naturales, lo cual se puede lograr si manejamos las unidades de producción bajo el enfoque de sistemas, analizando los vínculos existentes entre los componentes presentes en el agroecosistema, fortaleciendo los recursos endógenos y disminuyendo las técnicas que desequilibran los ecosistemas y además algunas son muy costosas, lo cual resulta insostenible para los productores.

De la misma manera, Macilla (2000), propuso que para lograr una agricultura forrajera sustentable, se debe realizar un manejo racional de los indicadores bióticos y abióticos del ecosistema de pastizal, en búsqueda de lograr el máximo potencial del mismo, para ello el hombre debe conocer la dinámica de cada uno de los elementos dentro del área de pastoreo: Planta, animal, suelo, hombre y clima, con la finalidad de lograr una producción ganadera rentable y sustentable.

Cabe decir también que, en la actualidad, como forma de desarrollo de la agricultura forrajera, en las regiones tropicales presentan excelentes oportunidades para incrementar la producción, reduciendo los recursos económicos y el impacto ambiental, con el aprovechamiento de recursos locales como las fabáceas forrajeras que al asociarlas con las poáceas permite la diversificación de los recursos forrajeros y reducción de insumos externos. Estas asociaciones fabáceas-poáceas, es la sinergia entre dos o más especies, con el objetivo de mejorar las condiciones agronómicas y productivas de los agroecosistemas, se pueden utilizar especies nativas o introducidas (naturalizadas).

Las fabáceas forrajeras dentro del ecosistema pastizal mantienen valores nutricionales aceptables para la nutrición de los rumiantes, especialmente los contenidos proteicos, mejorando el valor nutricional de las fabáceas asociadas, es decir que desde el punto de vista agronómico las asociaciones presentan un potencial nutricional dentro de los ecosistemas, proporcionando al ganado forraje de una calidad aceptable, permitiendo una mejor capacidad de ingestión, mejor digestibilidad, presencia de minerales e incrementos en los porcentajes de proteína manteniéndolos por encima del nivel crítico 7%, además, Calsamiglia (1997) considera que el contenido proteico de las pasturas es uno de los factores determinantes en la calidad de los forrajes; aunque la capacidad de consumo (FND) y digestibilidad (FAD), juegan un factor fundamental dentro de los valores nutricionales de las especies forrajeras.

En consecuencia, se puede considerar que el desarrollo forrajero sustentable está ligado a la interpretación del ecosistema donde se desarrolla y a la implementación de un manejo adecuado, teniendo en cuenta que los agroecosistemas pecuarios están integrados por componentes o indicadores esenciales como suelo-planta-animal que deben ser tomados en cuenta para la producción de biomasa dentro del sistema y que deben ser manejados por el hombre bajo un enfoque sustentable que permita equilibrar la producción, incrementar la productividad, conservar los recursos naturales, para de esta manera lograr y mantener la seguridad alimentaria.

Las estrategias forrajeras que se podrían desarrollar en los ecosistemas de pastizales, es el establecimiento de poáceas en asociación con fabáceas, como una alternativa multipropósito para elevar la producción forrajera, mejorar la calidad nutricional de los recursos forrajeros, lo que permitirá mantener una biomasa adecuada y una calidad aceptable en la dieta del animal en pastoreo y así dar respuestas a la problemática de la alimentación del ganado en regiones tropicales, desarrollando la sostenibilidad alimentaria dentro del sistema.

Estimados lectores, en definitiva, conociendo tal estrategia agrosustentable, surge la necesidad de realizar progresivamente la conversión de un sistema de monocultivo de pastizales a sistemas asociados de pastizales y fabáceas, creando un ambiente propicio para la producción de forrajes, ecológica y económicamente sustentable para mantener y/o restaurar la fertilidad a los suelos y en consecuencia producir pasturas con excelentes características morfoagronómicas en forma equilibrada con los recursos naturales y la biodiversidad funcional del agroecosistema ganadero.