Aspectos a tener en cuenta en la lombricultura

Estimados lectores, los productores deben tener claro que los sistemas de producción agrícola son empresas ecológicas, donde los nutrientes de los recursos que producen deben reciclarse para evitar desequilibrios en estos espacios con el uso de técnicas no sustentables y contaminantes. En la actualidad, el desarrollo productivo está enmarcado en el desarrollo sustentable con el objetivo de mejorar la calidad de vida a partir de la protección del medio ambiente en los agroecosistemas. En la agrotecnia teniendo en cuenta lo antes mencionado, desde hace algún tiempo hemos comenzado a incursionar en la lombricultura, porque consideramos que es una actividad de gran beneficio para la agricultura, teniendo en cuenta que se utilizan organismos como las lombrices rojas californianas, para la producción de abonos orgánicos sólidos y líquidos a partir de residuos vegetales y estiércol que logran descomponer satisfactoriamente.

En ese sentido, desde nuestra perspectiva, la lombricultura es una de las mejores formas de tratamiento de residuos y producción de fertilizantes, opinión compartida por investigadores como Ramón, Morejón, Ojeda y Vale (1996), quienes mencionan que, entre las tecnologías para el tratamiento de residuos, la lombricultura es una de las que ofrece mayores ventajas por las siguientes razones:

En función de ir estableciendo progresivamente espacios destinados a desarrollar el proceso de descomposición de la materia orgánica en nuestro hogar hace un tiempo empezamos a establecer en pequeños contenedores “lombriceras” donde colocamos los desechos orgánicos de la cocina para que sean descompuestos por las lombrices californianas que logramos adquirir hace un tiempo. Hace unas semanas, con la intención de empezar a recolectar datos importantes sobre esta actividad, establecimos una estructura que cuenta con tres contenedores de 1 metro de largo por 40 centímetros de ancho, donde se distribuyeron aproximadamente 2000 lombrices rojas californianas y esperamos obtener una cantidad moderada de abono sólido y líquido, estos datos los compartiremos con ustedes en aproximadamente 6 meses.

En este mismo orden de ideas, consideramos que para tener éxito con esta tecnología ecológica para la producción de fertilizantes orgánicos, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

- Materia orgánica: la materia orgánica es el alimento y donde se van a desarrollar las lombrices, el material biodegradable que se suele utilizar son los desechos vegetales obtenidos en cocinas, ventas de verduras, estiércol de bovino entre otros, este tipo de alimento se puede suministrar fresco o semidescompuesto, dependiendo de cual de las dos formas se le haga más factible al productor utilizarlo, a nosotros particularmente nos gusta suministrarlo fresco por el aporte de humedad que ofrece al sustrato y lógicamente tarda un poco más en descomponerse en comparación con la materia semidescompuesta.

Es importante estar chequeando el pH del sustrato de las lombrices, ya que los organismos no soportan condiciones muy ácidas, de preferencia se desarrollan en ambientes con pH neutro. Al iniciar con una lombricultura es necesario garantizar que tenga las condiciones ideales antes de introducir las lombrices, una prueba sencilla y práctica que se puede realizar es colocando 50 lombrices adultas en un recipiente con el sustrato que se utilizará, a las 24 se verifica el recipiente y si hay menos de 49 lombrices vivas es un indicador de que el material utilizado no es óptimo para su desarrollo, se recomienda en estos casos iniciar un proceso de semi descomposición del sustrato y luego realizar la prueba nuevamente.

- Humedad del sustrato: la humedad en el ecosistema de las lombrices es vital para su desarrollo, la humedad debe estar en un rango aproximado de 78 y 85 %, de no ser posible mantener estos parámetros con el aporte de materia orgánica fresca, se deberá regar semanalmente dependiendo de las condiciones climáticas presentes en la zona geográfica donde se encuentren, en zonas templadas el riego puede ser menor que en zonas más áridas. Según Longson (1998), el agua ejerce un efecto regulador sobre la temperatura del sustrato.

En cuanto a este aspecto, es importante señalar que los recipientes donde se establezcan estas lombrices deben contar con drenaje para evitar el riego y la pérdida de lombrices por exceso de agua. Cuando se aplica riego, el lixiviado que sale del drenaje se recoge y se considera como fertilizante líquido, debido a que el agua arrastra una cantidad adecuada de nutrientes y estos se concentran en dicha solución. Por ello, en agrotecnia dentro de las investigaciones que realizaremos esperamos recolectar información sobre la calidad nutricional emitida en lombrices con diferentes frecuencias de riego.

Estimados lectores, cuando se mantienen sustratos con valores adecuados de humedad y pH, esto favorece que las lombrices se reproduzcan y descompongan eficientemente la materia orgánica, pudiéndose lograr rendimientos óptimos como material descompuesto y lixiviado obtenido para la fertilización de los cultivos.