En primer lugar, para establecer un programa de biodiversidad se debe contratar un médico veterinario en la unidad de producción, pues por más experiencia empírica que tenga un productor, el médico veterinario es un profesional conocedor de la epidemiología y por ende conocedor de las enfermedades que se desarrollan en las localidades donde se ubica la finca, lo que le permitirá establecer un programa de bioseguridad acorde a las características climáticas y patologías que se hayan presentado en el ecosistema.
De la misma manera, para establecer el programa de bioseguridad, como se mencionó anteriormente, el médico veterinario debe identificar qué enfermedades se han evidenciado dentro de la granja o las que posiblemente puedan estar presentes en el hato, dentro de los planes se especifica cuáles son los medios por los cuales se puede transmitir la enfermedad y establecer medidas preventivas como desinfección de equipos, lavado de patas de los animales, cuarentena de los animales que ingresan entre otras alternativas que se pueden implementar.
Es importante conocer el impacto que pueden ocasionar algunas enfermedades en el hato como abortos, infertilidad, problemas en la ubre entre otras que pueden desequilibrar la economía de la explotación.
Para trabajar de manera organizada es importante que se utilice una metodología de trabajo bien delineada sobre cómo se manejarán los animales, qué medidas higiénicas desarrollar dentro de las instalaciones de apoyo a la producción como las vaqueras (desinfección de equipos, lavado de pisos entre otras), de igual manera como se manejarán los animales dentro de los potreros en cuanto a las condiciones que allí se presenten y la calidad de los forrajes, debido a que un animal bien nutrido es un animal vigoroso. Para establecer estas medidas el médico veterinario debe realizar un diagnóstico minucioso en las diferentes áreas de la granja que le permita detectar los puntos débiles en el manejo.
- En cuanto al hato es importante hacer seguimiento a la situación de cada animal, para facilitar esa labor es importante tener una identificación de cada animal con aretes listados o cualquier otro método, que permita llevar de manera ordenada los registros de cada animal, dentro de la ficha de cada animal se puede especificar los estudios a los que han sido sometidos, análisis epidemiológicos. También como en toda unidad de producción se debe contar con información relevante con datos de producción, reproducción, procedimiento, médicos (informes clínicos), vacunaciones, alimentación, entre otros.
Consideraciones finales |
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Referencias bibliográficas |
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- Servicio nacional de salud animal (2011), Manual de buenas prácticas en la producción primaria de ganado vacuno de carne. Costa Rica.