En la sombra profunda y misteriosa,
La muerte aguarda, sin prisa ni reposo,
Un viaje inevitable, en la vida escondida,
Un enigma eterno, que nos guía y nos convida.
En el rincón más oscuro del universo,
Donde la existencia halla su reverso,
La parca implacable, sin rostro ni voz,
Nos lleva al abismo, al umbral de la paz.
Un ciclo infinito, donde todo se despoja,
Las hojas del tiempo, el alma desbroza,
En su danza inexorable, hallamos el misterio,
Un eterno latido, un fin y un nuevo imperio.
La muerte, en su abrazo, nos quita la piel,
Pero el alma persiste, en otro nivel,
Un rincón del cosmos, una estrella fugaz,
Donde el ser se transforma, en el más allá.
Mas no temas, amigo, la muerte es vida también,
Un paso en el camino, un giro en el edén,
En susurros de memoria, en corazones que palpitan,
La esencia perdura, en la eternidad se cifra.
Así, en la penumbra, encontramos consuelo,
La muerte, en su enigma, nos guía con anhelo,
Una puerta que se abre, un renacer sincero,
Donde el alma florece, en su eterno sendero.
La muerte, un misterio que no debe aterrar,
Sino recordarnos la fragilidad,
Y en la danza de la vida, con su inmensidad,
Descubrimos que en la muerte, el amor prevalecerá.
In the deep and mysterious shadow,
death awaits, without haste or rest,
an inevitable journey, in concealed life, an eternal enigma that guides and invites.
In the darkest corner of the universe,
where existence finds its reverse,
the implacable reaper, with neither face nor voice, leads us to the abyss, to the threshold of peace.
An endless cycle, where everything is shed,
the leaves of time, the soul is bared,
in its inexorable dance, we find the mystery, an eternal heartbeat, an end and a new realm.
Death, in its embrace, takes away our flesh,
but the soul persists, on another plane,
a corner of the cosmos, a fleeting star,
where being transforms in the beyond.
But fear not, my friend, death is life as well,
a step on the path, a turn in Eden's spell,
in whispers of memory, in hearts that beat,
the essence endures, in eternity it's complete.
So, in the twilight, we find solace,
death, in its enigma, guides us with longing,
a door that opens, a sincere rebirth,
where the soul flourishes, on its eternal course.
Death, a mystery that should not terrify,
but remind us of our fragility,
and in the dance of life, with its immensity,
we discover that in death, love will always prevail.
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