"Un buen libro no es aquel que piensa por ti, sino aquel que te hace pensar."

James McCosh – Filósofo escocés

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Hola, qué tal. Tengo algo muy importante que compartir contigo. Pude habérmelo callado y solo anunciarlo cuando ya sepa que es un hecho inevitable. Pero la verdad es que no quiero callármelo, deseo compartirlo contigo que me sigues en mis redes sociales. Porque quiero que seas parte de esto, que seas testigo de este proyecto personal y de su avance. Tanto quiero que seas parte, que te autorizo públicamente a regañarme y empujarme a avanzar o retomar si parezco postergarlo. Lo que quiero anunciar es que:

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Voy a publicar mi primer libro.

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Ya empecé a escribirlo. Tengo la premisa, el objetivo y algunas propuestas para el nombre. Será un libro de ficción, más no de fantasía; de hecho será muy real y pretendo lograr con él lo que McCosh dice en la frase con que inicié este post: quiero hacerte pensar. Al menos, quiero intentarlo.

Muchas personas, cuando alguien dice que quiere convertirse en autor, piensan: “¿y este qué se cree que piensa que puede escribir un libro?” “¿Acaso se cree superior al resto?”. (confieso que en el pasado llegué a pensar así). Es una opinión válida, pero un tanto absurda, porque un libro no es sinónimo de superioridad, ni de prominencia. Tampoco me hace un maestro ni alguien iluminado. Para mi escribir es como lo veía Oscar Wilde, el célebre escritor irlandés:

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo".

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Y yo siempre tengo algo que decir. Realmente soy una máquina de verborrea imparable. Para que suene más bonito, soy muy locuaz, y aunque no soy hablador por naturaleza, cuando me dan cuerdas, me suelto sin parar. Lo mismo me pasa cuando escribo: lo hago con pasión, casi sin detenerme, palabra tras palabra, y “bla, bla, bla”. (si entendiste la referencia, eres de mi época). Justamente esa tendencia a la verbosidad, me ha traído problemas, en mi vida personal, laboral y en las redes sociales. Y no es que hable o escriba sin pensar (aunque a veces sí), es que lo pienso pero igual lo expreso y en ocasiones es mejor callar. Pero bueno, esa es otra historia.

Nos vemos en la segunda parte de este post. Gracias por leer.