El agua cae sobre mi rostro
como la pena que inunda el corazón
que amaste algún día.
Hoy regreso a casa después de la jornada
y aunque estarás ahí, se bien que no va a importarte.
Las rosas que te traje ayer
aún están sobre la mesa,
aún exhiben su fragancia
mientras el sol que entra por la ventana
poco a poco las quema.
No espero que digas que me amas,
tampoco espero que me invites a cenar,
se bien que no te da la gana.
Ni siquiera espero que voltees a mirarme.
Pero no te apures.
Que no moriré de hambre o desconsuelo.
Ya tu hermana me ha brindado su cariño,
ya tu madre me ha hecho la merienda
y cada que llego a casa el perro ladra
como saludando a un gran amigo
que nunca cambia...
The water falls on my face
like the pain that floods the heart
that you loved some day.
Today I go home after the work day
And although you will be there,
I know well that you will not care.
The roses that I brought you yesterday
are still on the table,
still show their fragrance
while the sun coming through the window
little by little it burns them.
I don’t expect you to say that you love me
I don’t expect you to invite me to dinner either,
I know well that you don’t feel like it.
I don’t even expect you to turn to look at me.
But don’t be in a hurry.
That I will not die of hunger or grief.
Your sister has already given me her love,
your mother has already made me a snack
and every time I get home the dog barks
like greeting a great friend
that never changes ...
Poetry
@nocturnus