Una rápida visita a la Pizzería Genova

Particularmente me encantan los sitios eclécticos. Esos espacios en los que puedo perderme viendo detalles en todas partes, son una delicia cuando logro salir un rato, y si estoy sola, pues mucho mejor, pues me dedico a detallarlo todo y disfrutar como si fuera una niña exploradora.

Y esa ocasión se me cumplió al entrar a la Pizzeria Genova, ubicada en Lanús, provincia de Buenos Aires.

Realmente entré al lugar tentada por una promoción de café, pero ya luego dije que si o si debo volver para degustar no solo comida salada sino también los postres, pues todos se veían divinos!

En la entrada tienen mesas para los que desean estar al aire libre, y unos ventanales de cristal permiten ver el área de cocina y café, además de las coreografías de meseros y cocineros en plena faena, que me resultó casi poética.

Un rincón lleno de plantas, me resultó un oasis natural dentro de este espacio lleno de colores, luces y estructuras rígidas, realmente un lindo detalle.

Al entrar, me ubiqué en una mesa justo en medio del local. Desde allí podría ver no solo el ambiente sino también los detalles que estaban en ambos lados. Cartelitos con las "maximas pizzeras" de un lado y del otro un gran mural alusivo a lo que se dedican principalmente: hacer pizzas.

Bastó que me sentara a la mesa, cuando un mesero super amable me acercó la carta. Creo que nunca me habían atendido tan rápido en un lugar de acá. Pero yo solo iba por café, así que ni revisé el menú, solo para no caer en la tentación...

Me dispuse a sacar mi agenda, para ir organizando mi semana, pues ese era el plan del café: estar en un espacio neutral que me permitiera concentrarme en eso. Son tantas las cosas que quiero hacer, pero al no plasmarlas en papel, se van diluyendo en mi mente y termino divagando casi toda la semana.

Cuando llegó mi café, venía acompañado de dos media lunas y una copa con jugo de naranja recién exprimido. Todo muy prolijo y realmente delicioso.

Una de las cosas que me gustó del local es que tiene espacios familiares y también individuales, y la acústica es agradable, ya que había una familia numerosa en la que todos hablaban y reían, pero no se sentía molesto para los demás, pues no había eco dentro del local.

Justo antes de salir, empecé a fotografiar un poco de toda la magia que había dentro, y más de uno me miraba como si yo fuera una influencer! en el fondo me daba gracia eso, pero no me cohibí de documentar antes de irme de ahí, todo lo que me había llamado la atención.

Este lugar es un sitio para volver, no una sino muchas veces, realmente tiene una vibra agradable que invita a regresar. Así que pronto estaré de vuelta y les comentaré un poco más sobre mi experiencia gastronómica en mi nueva visita a la Pizzería Génova