The word Passion often has varying connotations. Some biblical verses tell us to renounce our bodily desires and passions, even to escape the passions of the world! However, Scripture urges us to lead a passionate life. The Psalms exhibit fervor in a magnificent way, where the psalmist yearns for the divine.
To fully comprehend passion within religious texts, one must concentrate on the target of our yearning.
Despite being instructed to eliminate bodily desires, this doesn't imply that we should strive for a dull and robotic existence. The path of a Christian isn't solely characterized by avoidance of wrongdoing, but also involves pursuing what is righteous, sacred, and genuine.
Jesus desires that you lead a life filled with passion, but He also wishes to guide you towards what's worthwhile. He is aware that worldly ambitions lead to emptiness, pain, and suffering. While we may believe that sexual desires, power, and wealth will bring us happiness, they only strengthen our egoistic and indulgent tendencies. Pay attention to Scripture and abandon such desires.
Disregard the deceitful words whispered in your ear. Do not entertain the idea that anything apart from devotion to Jesus and his intended path for your existence can bring fulfillment.
The outcome of separating passion from God's plan is always agony, while submission of passion to God's plan leads to a purposeful life.
When you renounce sin and wickedness, make sure that it does not extinguish your fervor and aspiration. Being a follower of Christ entails embracing a passionate lifestyle, although it must be a special kind of ardor- an ardor for God. We refuse to indulge in earthly cravings so that we may have ample space in our lives to welcome God wholeheartedly and extensively.
By setting aside certain desires, we can prioritize God and rekindle our commitment to Him as our ultimate and most profound longing.
La palabra pasión a menudo tiene diferentes connotaciones. ¡Algunos versículos bíblicos nos dicen que renunciemos a nuestros deseos y pasiones corporales, incluso para escapar de las pasiones del mundo! Sin embargo, la Escritura nos insta a llevar una vida apasionada. Los Salmos exhiben fervor de una manera magnífica, donde el salmista anhela lo divino.
Para comprender completamente la pasión dentro de los textos religiosos, uno debe concentrarse en el objetivo de nuestro anhelo.
A pesar de recibir instrucciones para eliminar los deseos corporales, esto no implica que debamos luchar por una existencia aburrida y robótica. El camino de un cristiano no se caracteriza únicamente por evitar el mal, sino que también implica buscar lo que es justo, sagrado y genuino.
Jesús desea que lleves una vida llena de pasión, pero también desea guiarte hacia lo que vale la pena. Es consciente de que las ambiciones mundanas conducen al vacío, al dolor y al sufrimiento. Si bien podemos creer que los deseos sexuales, el poder y la riqueza nos traerán felicidad, solo fortalecen nuestras tendencias egoístas e indulgentes. Preste atención a las Escrituras y abandone tales deseos.
Ignora las palabras engañosas susurradas en tu oído. No entretenga la idea de que cualquier cosa aparte de la devoción a Jesús y su camino previsto para su existencia puede traer satisfacción.
El resultado de separar la pasión del plan de Dios es siempre agonía, mientras que la sumisión de la pasión al plan de Dios conduce a una vida con propósito.
Cuando renunciéis al pecado ya la maldad, procurad que no apague vuestro fervor y aspiración. Ser seguidor de Cristo implica adoptar un estilo de vida apasionado, aunque debe ser un tipo especial de ardor, un ardor por Dios. Nos negamos a complacernos en los anhelos terrenales para que podamos tener un amplio espacio en nuestras vidas para recibir a Dios de todo corazón y ampliamente.
Al dejar de lado ciertos deseos, podemos priorizar a Dios y reavivar nuestro compromiso con Él como nuestro último y más profundo anhelo.