It's simple to make snap decisions before all the information is in, especially if a buddy has been injured. As he relates his unfairness, my natural inclination is to support him. He might have all of his suppositions correct. I can console my friend without denouncing his suspected perpetrator, though. Love is willing to listen to the entire account. I can make an intelligent judgment when I take the time to learn the truth. By God's grace, I exhibit humility rather than pride when I stop from passing judgment. Mercy and forgiveness withstand the urge to exude moral superiority.
Jesus addresses a group of pious scribes and Pharisees who were quite dogmatic in their religious beliefs. No joy. No hilarity. No grins. No stopping to smell the roses. Only a rigid, steely-jawed, unyielding expression. tense about everything and laid back about nothing. They mistakenly believe a house a mile away is on fire after spotting a faint rising of smoke from it, but it was actually a functioning chimney. They are oblivious that their house is on fire behind them as they stand in front of their own.
The falsely spiritual frequently pass judgment using their own interpretation of reality, but they very infrequently validate reality and personally apply it to their own lives. How can you prevent your prejudices and opinions from forming a jury of your own? Avoiding embarrassing "why" queries is one technique. Rather than asking, "Why did you go to that movie, read that book, eat that food, or wear those clothes?" refrain from asking judgmental or probing questions. Moral superiority strains friendships and alienates those in need of acceptance and love.
Someone who does not share our preferences might quickly become the target of our shame projection. Without working a second job to criticize friends, it takes a full-time job to recognize and own our own flaws. Yes, being judgmental is simpler than being empathetic. We can throw criticism at another person in an instant, like a grenade, and watch as they reel from the impact while we walk away. Alternately, we can request that the Holy Spirit perform spiritual healing on us so that we are fit enough to assist the emotionally injured. Don't pass judgment and submit to Jesus as your judge!
Es sencillo tomar decisiones rápidas antes de tener toda la información, especialmente si un amigo ha resultado herido. Mientras relata su injusticia, mi inclinación natural es apoyarlo. Él podría tener todas sus suposiciones correctas. Sin embargo, puedo consolar a mi amigo sin denunciar a su presunto perpetrador. El amor está dispuesto a escuchar todo el relato. Puedo hacer un juicio inteligente cuando me tomo el tiempo para conocer la verdad. Por la gracia de Dios, muestro humildad en lugar de orgullo cuando dejo de emitir juicios. La misericordia y el perdón resisten el impulso de exudar superioridad moral.
Jesús se dirige a un grupo de escribas y fariseos piadosos que eran bastante dogmáticos en sus creencias religiosas. Sin alegría. Sin hilaridad. Sin sonrisas. Sin parar a oler las rosas. Sólo una expresión rígida, de mandíbula de acero e inflexible. tenso por todo y relajado por nada. Creen erróneamente que una casa a una milla de distancia se está incendiando después de detectar una leve salida de humo, pero en realidad era una chimenea que funcionaba. No se dan cuenta de que su casa está en llamas detrás de ellos mientras están frente a la suya.
Los falsamente espirituales frecuentemente emiten juicios usando su propia interpretación de la realidad, pero muy pocas veces validan la realidad y la aplican personalmente a sus propias vidas. ¿Cómo puedes evitar que tus prejuicios y opiniones formen un jurado propio? Evitar vergonzosas consultas de "por qué" es una técnica. En lugar de preguntar: "¿Por qué fuiste al cine, leíste ese libro, comiste esa comida o usaste esa ropa?" Abstenerse de hacer preguntas críticas o de sondeo. La superioridad moral tensa las amistades y aliena a aquellos que necesitan aceptación y amor.
Alguien que no comparte nuestras preferencias podría convertirse rápidamente en el objetivo de nuestra proyección de vergüenza. Sin trabajar en un segundo trabajo para criticar a los amigos, se necesita un trabajo de tiempo completo para reconocer y reconocer nuestros propios defectos. Sí, juzgar es más simple que ser empático. Podemos lanzar críticas a otra persona en un instante, como una granada, y ver cómo se tambalea por el impacto mientras nos alejamos. Alternativamente, podemos pedir que el Espíritu Santo realice sanidad espiritual en nosotros para que estemos lo suficientemente aptos para ayudar a los heridos emocionalmente. ¡No juzgues y sométete a Jesús como tu juez!