Arquetipo literario
Es el afán de un escritor profundizar, tanto como le sea posible, en los albores de la literatura. Sus modos, su contexto histórico e influencias sobre la humanidad. Son innumerables los autores que preceden a los géneros literarios conocidos. Aquellos quienes dando una cierta connotación de respeto y a la vez admiración, cabales en todas sus obras, las hacen en algunos casos motivo de culto, pasando a ser vistos como gemas de la historia en el ámbito de las letras. De acuerdo a mis consultas y experiencias en la lectura, algunos autores griegos de la era antigua, como: Platón y Sócrates, inundan con sus textos filosóficos la mente deseosa de un escritor experimental, tal es mi caso, lo cual me permite abrir caminos en el mundo de la escritura. Algunos otros como: Voltaire, Shakespeare y Cervantes, consagrados como romanticistas, traen a la escena literaria un modelo cargado de fulgor y de la más viva imagen, el cual realza el espíritu acercándolo a lo real y lo efímero de la historia contemporánea. Franz Kafka, P.H. Lovecraft, Poe, son maestros del relato corto, quienes se dedicaron a exprimir los recursos gramáticos y su dote de conocimiento para lograr la autenticidad, en géneros que van, desde la comedia, la sátira, ficción y suspenso. Un cóctel literario donde se puede sacar el mayor de los provechos para tomar empuje sobre el modo de hacer un escrito trascendente.
Todo Literato, es conocedor profundo de su rama y objeto de investigación. Sería casi imposible lograr una obra influyente sin antes adquirir por algún medio el conocimiento propicio sobre la temática a desarrollar; en otro caso, es como intentar hablar de lo que no se sabe o hacer suposiciones que puedan distar de la realidad. Se ha de saber, el caso de muchos escritores, alemanes e ingleses, de la era temprana del romanticismo, también franceses y españoles, adoptaron más adelante las raíces de tal movimiento artístico; quienes afloraban en su escritura recuentos vívidos de su propia experiencia personal, fundamentadas en sentimientos del amor y la pasión, también recurrieron a la narrativa de sucesos cercanos a la tragedia, la angustia y la muerte. Yo los llamaría, honorablemente, los aventureros Literatos, de finales del siglo dieciocho. Quienes, tal vez sin saber, pero igual tan profundamente inmersos en su tesis y razones sobre el arte, creaban lo que fuera para aquel tiempo, el caldo de cultivo de la literatura hasta hoy conocida. Ésta, es una de las razones que me lleva a pensar, a modo de común denominador, que todo escritor es un visionario, un auténtico creador indiviso, con los ojos puestos en el presente, pero su mente mirando hacia el futuro. Creando parte de un legado para la posteridad donde serán otros los testigos del deleite y la sazón que dejaron contenida en cada frase salida del subconsciente, la cuales como cápsulas del tiempo, cobrarían el más amplio sentido con el pasar del tiempo.
Es increíble para mí, tratar de hacerme una idea de cómo habría de ser el espacio de estudio de un escritor del siglo dieciocho. De seguro, rodeado de un prontuario de libros, documentos oficiales, cartografía, instrumentos de medida, libros de doctrina y religión, leyes, archivos de política, cultura y tradiciones, entre otros. Teniendo su mente como herramienta, apuntes escritos hechos a puño y letra, como único banco de memoria donde guardar su registro. Rodeados del ambiente más grato según sus gustos, el cual le permitiera obtener la concentración necesaria para su advocación. Tal vez, en un pequeño cuarto a la luz del candelabro, tal vez, en un cubículo clandestino que le mantuviera lejos del alcance de la persecución ideológica o la estigmatización recurrente que alguna vez existió sobre los escritores revolucionarios. Aquellos que cambiarían la historia con su modo de pensar y su necesidad de expresar una ferviente idea. Esa lucha por defender su argumento y esa abnegación sobre el trabajo, a mi juicio personal, crea el concepto, de estar delante de un genio de todos los tiempos, un ejemplo digno a seguir que apunta a la preservación de la literatura como un signo de entrega y superación. Como instrumento capaz de cambiar, para bien, la vida de alguien desde su creación, hasta más adelante, en un futuro promisorio.
El modelado de un escrito comprende diversos factores que van de lo estético a lo práctico, del estricto compendio gramatical al resumen sintáctico. Existen multiplicidad de formatos que dan vida a las letras, siendo en mucho casos, la creatividad del autor y su mundo íntimo el único que puede establecer una medida entre la métrica y la densidad de su discurso. Según mi propia opinión, existirán siempre marcadas diferencias entre un modelo y otro de literatura. Habiendo el caso de algunas formas de escritura, como: Poesía, prosas o líricas, en su mayoría de tilde sonoras o con cierta musicalidad, las cuales se rigen por normas estrictas sobre la rima, cadencia y versado. Existe el caso del uso de "Pareados", como la forma más básica de la poesía, composiciones sonoras de dos versos en cadencia los cuales se deben respetar su fórmula al detalle, si se pretende permanecer en la tendencia. Gran parte de la literatura, es cuestión de "Forma". Conteos y posicionamiento de caracteres, que se debe manejar con total habilidad. "La Cuarteta", por ejemplo, parte fundamental de la lírica clásica, necesaria para lograr la prosecución del estribillo, como elemento repetitivo y a la vez contentivo, de una síntesis semántica. El cual, presente durante todo el contexto, influye en la sonoridad, mientras actúa como elemento psicológico de fijación del mensaje.
Cada uno de éstos elementos hacen del escrito una estructura enriquecida que va de la sencillez a la complejidad, sin necesidad de pasar por lo simple, en cuanto a significado se refiera. Es la búsqueda de un modelo consensuado lo que da origen al "Arquetipo".
El Arquetipo en la literatura goza de universalidad, es parte indivisible del argumento, como forma de expresión. Pudiéndose definir de la siguiente manera:
"La exposición de una idea original manifestada de manera categórica, a través de la escritura, como una representación del patrón mental y filosófico que caracteriza a un determinado autor. Transformándolo en la invención de un estereotipo auténtico, que puede obedecer, o no, a una corriente literaria específica, así como, tener ciertas variantes de forma, que le incluyan en el marco de varias tendencias."
"Claro está, la expresión anterior, la cual modestamente he usado para definir Arquetipo Literario, no es más que la interpretación subjetiva creada por mí, en base a mis estudios sobre el tema."
Queriendo decir con esto, que un arquetipo consiste en un concepto, aun más amplio, con diferentes vertientes de conocimiento y enfoques diversos, dados por los investigadores expertos sobre dicha materia. Así mismo, aclaro, que la literatura goza de patrones organizativos, previamente establecidos y de notable reconocimiento, tales como: Movimientos Literarios, géneros, subgéneros, estilos, técnicas, etc. Componentes en los cuales no he tenido la intención de ahondar en este artículo, sino, tomarlas solo como referencias del Arquetipo, por su importancia y procedencia basada en las "Formas".
Ampliando un poco más el concepto, cabe destacar, que el arquetipo se asume también para cualquier forma de arte. Teniendo representaciones emblemáticas en el ámbito de la pintura, la escultura, la música, inclusive llegan a existir arquetipos relacionados con el drama, vinculados al cine y al teatro. A veces, el arquetipo es definido en uno de sus pronunciamientos más profundos, como un proceso mental colectivo, vinculado al comportamiento del hombre y su adaptación al género social. Haciéndome llegar a la conclusión, que el producto ofrecido por el "Literato", así como, ha de formar parte de su acaudalado poder imaginativo, también se relaciona con su entorno y condiciones de vida. Manejando una fracción del arte a nivel de inconsciente y dejando su huella, en la creación de ciertas frases típicas, las cuales son emblema de su naturalidad y condición innata.
De esta forma podemos ver que el mundo de la Literatura tiene mucho que desear, dado su carácter histórico con fundamentos intrínsecos del ser humano, sus orígenes y su cultura. Lo cual deja por asentado que el "Arquetipo", no solo es una forma de expresión literaria, sino también, es síntoma de su propia vida y su razón de ser.