At the first lightning flash, Fido runs to hide under the blankets that were left on the carpet, his gaze reflects fear at first, but after he feels safe, it reflects a calm that one can hardly reach so quickly.
My grandmother said, repeating what the father had told her, that animals do not have souls, that they do not have feelings, but nevertheless on numerous occasions I have seen that they make the effort to communicate, they almost seem to speak, their faces are sometimes more expressive than many humans, and your company helps me reduce stress caused by work.
I remember the day that came into our lives, he was begging for some food near a fast food stand. That day I was not very hungry, so I gave him half of my food. From that moment he did not want to separate from me and after a while I did not want to leave him either.
Today, two years ago since he died, I never took any photo to remember him, but when I see an image like this, I can remember him.
Al primer relámpago, Fido corre a esconderse debajo de las cobijas que se quedaron sobre la alfombra, su mirada refleja miedo al principio, pero luego que se siente seguro, refleja una calma que difícilmente uno puede alcanzar tan rápidamente.
Mi abuela decía, repitiendo lo que el padre le había dicho, que los animales no poseen alma, que no tiene sentimientos, mas sin embargo en numerales ocasiones he visto que hace el esfuerzo por comunicarse, casi parece que habla, sus rostro es a veces mas expresivo que el de muchos humanos, y su compañía me ayuda a reducir el estrés causado por el trabajo.
Recuerdo el día que llegó a nuestras vidas, él mendigaba por algo de comida cerca de un puesto de comida rápida. Ese día yo no tenía mucha hambre, así es que le di la mitad de mi comida. Desde ese momento no se quiso separar de mi y pasado un tiempo yo tampoco de él.
Hoy ya hace dos años que murió, nunca le tomé ninguna foto para recordarlo, pero al ver una imagen como esta puedo recordarlo.