El cuerpo albiceleste
que deslumbra mis mañanas
no lo puedo comtemplar
es la agustia del rocio
que día a día en las tinieblas
me sumerge.
Me siento entre sus manos
atrapada
me siento
abatida, desgastada,
mis pensamiento se embotellan
en la languida angustia de lo que
no comprendo.
Son las mañanas eternas
y las noches imposibles
de conciliar,
las flores no florecen
pero allí sigues estando tu.
Mi albiceleste consuelo
mi cielo confortable,
el azul de la grandeza
que despeja mi sentidos
por momentaneos espacios.
Dos ojos y un lucero
se esconden para amarse,
dos espacios en las estrellas
para darse cosuelo.
El consuelo de la distancia,
y de no poderse tener,
el consuelo de lo incosolable
que el amor sabe componer.
Mientras,
me disperso
no te miro albiceleste cielo,
mientras no te miro
me pierdo.
Me pierdo de nuevo
en la nube negra de mis pensamientos
en la nube borrosa de los problemas.
Solo me basta tenerte
para obtener mi momento
de amor,
solo me faltas
y si no me faltarás nunca,
¿comó conocería la grandeza de tu amor?
Cielo que no se desgasta
cielo que no se despega
de los sueños de los humanos
a quienes inconmensurablemente
tu grandeza nos dejas.
Muchas veces para escribir un poema solo hace falta mirar y sentir, esta foto la tome ya hace un tiempo y buscando en mis archivos vi lo hermosa que podria ser encontrando una belleza no solo con la vista sino con las palabras también, espero que mi poesia sea del agrado de la comunidad, pues es una de las cosas que más disfruto hacer.
