"La muerte es el inicio de una nueva vida..."

Muchos piensan que, desde allá, se puede ver todo; la amplitud de los pensamientos y las acciones de la gente, los deseos encerrados tras bastidores, la voz del subconsciente, ese proceder íntimo de cada quién, que los hace pensar las cosas dos veces, antes de cruzar.

En ocasiones nos da la impresión, de que todo, pareciera ser vilmente monitoreado, de algún modo, vigilado, o se podría decir, más bien, violentado, por alguien o algo.

"Un tácito observador, alguien, que por el hecho de no ser persona física, entonces, se considera de inverosímil manifiesto."

No podrá existir un panorama más negro y estático, más innoble y sin razón, como el que miran los ojos de un olvidado. Aquellos, quienes han llegado al fin de los tiempos, y así, de toda ausencia arraigada, de tanto peso que ejerce la exquisita soledad, solo, pasan a jugar un papel secundario.

Su presencia nos acompaña, algo que traspasa la barrera de la comprensión, dos ojos, que sumado a los nuestros, se fijan sobre lo que hacemos y nos coacciona; alguien que en sopeso de nuestras acciones, en un constante diagnóstico, como parte de la intuición, nos ayuda a no caer.

Ese alguien, que, por bien o mal, nos mira…, alguien, buscado por los amantes de lo complicado, los que tratan de ver más allá, abismados, procuran encontrar algo, mientras permanecen parados en el vano de la puerta que les conduce…, hacia el otro lado.

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La concepción del mundo conocido, para nosotros, existe solo en nuestra mente. Esa capacidad de percibir la realidad a través de los sentidos, es el gran reconocedor de todo lo que nos rodea.

"Seríamos torpes, haciendo cosas sin sentido, si no fuera por ese evaluador continuo, que aprueba o desaprueba nuestro proceder."

Tenemos el poder de la inteligencia, es nuestra mayor dote, actuamos mediante un conjunto de impulsos emitidos por el cerebro, lo cual conduce a nuestro cuerpo a reaccionar de forma lógica.

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Los ojos, son la fuente de la imagen; aun, cuando están cerrados, guardamos la noción del espacio. Nuestros sentidos se suplantan unos a otros, en una forma de auxilio, para facilitarnos la comprensión de la realidad.

¡Muy bien!, estoy convencido, somos la maravilla del mundo y su mayor creación…
De este lado, las ventanas de percepción organizan todo específicamente, tal cual, como lo dictan nuestros órganos sensitivos.

"¿Pero del otro lado de la celosía?, ¿Quién habita?, ¿Quién es, ese observador?, Y ¿A ese observador, quién le sirve de guía?..."

Desde el otro lado, la fuerza que nos motiva, la que nos hace ser más que carne y huesos… A cada minuto, nos muestra el inicio de una nueva vida.

En cada paso que damos burlamos a la muerte y le damos un nuevo plazo a nuestra estadía.

"Hay algo atrapado dentro de una caja, somos pasajeros subidos en la nodriza, esa nave a la que llamamos cuerpo, siendo los ojos, las ventanas de los sueños, que nos permiten vivir otras vidas."

Pero, desde el otro lado, es tan oscuro el interior, que siempre buscamos luz, sin ella, la energía de nuestra vida pareciera agotarse.

¡Sí!, el habitante interior, ¿Puede él, estar tan profundamente solo?, ¿Hay algo más, a parte del ego?, teniendo como único juguete nuestra alma, la cual nos entrega como obsequio. Nos hace capaces de sentir amor, amarnos, como si ésa, fuera la verdadera misión que se nos ha encomendado.

El misterioso significado de la vida, nos hace ver lo semejantes que somos, unos y otros, también nuestras marcadas diferencias.

Cuando nos vestimos de dolor y sufrimiento, se pone en juego la esperanza, y es ahí, cuando, desde el otro lado, algo asume forma de compasión y alivia nuestras penas.

"Pero, ¿Podría existir un estado mayor al comúnmente conocido? otro espacio, una fase originaria, la cual es primero..."

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Dicen, que una luz atrapada al final de un túnel, será lo último que veremos. Algunos avanzan otros se quedan retrasados, unidos a la caravana, esperamos a ver quién llega primero. Desde el otro lado, luz y oscuridad van de la mano, quedamos estupefactos en la parte de interior del globo ocular, es como mirar, la tragicomedia desde la primera fila y pacientes, solo esperamos el transcurrir de los días.

"Capítulos enteros, que por algún motivo se nos obliga a protagonizar. Con la vista al frente, los ojos de para en par, inevitablemente, esa extraña sensación de que alguien nos observa se hace presente. Nos deja ver que no estamos solos, somos parte de un plan dirigido, desde el otro lado, donde tal vez, el "fin", es lo que nos motiva a iniciar la travesía."

Seguiré siendo un alma en pena que vaga perdida, aferrado al instrumento, que me permite tener un pie a ambos lados de la realidad, la poesía...

Si la muerte es el inicio de otra vida, quiero mirar, desde el otro lado, asomado en la ventanilla.

"Durante todo el viaje estaré atento para no perderme, ni un solo segundo, del capitulo final y el inicio, de mi nueva vida..."