"Some people are of the opinion that the love that a mother feels for her child cannot be compared to the love that a father might feel for him. They say that a woman's life changes, her body changes, she sacrifices every little nutrient she has, to offer it to the baby.
What they do not understand is that the kind of love of a mother and a father may be different, but never inferior.
Those people do not understand that a man's body also transforms, his mind is never the same again.
They do not understand that, while the mother is dedicated 24/7 to take care of her child, helping him to survive, the father is dedicated body and soul, in turn, to help them both so that, in this struggle, they lack nothing.
The mother begins her battle: to be the best mother in the world.
The father begins his own battle: to take care of them. And so begin the long working days, the sleepless nights looking for better alternatives to build a better future, the mental and even physical absences, betting everything on work, because deep down he knows that, at that moment, it is the best way he can find to fight his fears.
Because being a father entails the same goal: the mother takes eternal care of her children, the father takes eternal care of his family.
Some people do not understand that, within parenthood, there is no competition.
There is only love and teamwork".
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"Algunas personas opinan que no se puede comparar el amor que siente una madre por su hijo, al amor que podría llegar a sentir un padre por él. Dicen que la vida de una mujer cambia, su cuerpo cambia, sacrifica cada pequeño nutriente con el que cuenta, para ofrecérselo al bebé.
Lo que no entienden es que el tipo de amor de una madre y de un padre podrá llegar a ser distinto, más nunca inferior.
Aquellas personas no entienden que el cuerpo del hombre también se transforma, su mente jamás vuelve a ser la misma.
No entienden que, mientras la madre se dedica 24/7 a cuidar a su hijo, ayudándolo a sobrevivir, el padre se dedica en cuerpo y alma, a su vez, a ayudarles a los dos para que, en esta lucha, no les falte nada.
La madre inicia su batalla: ser la mejor mamá del mundo.
El padre comienza su propia batalla: cuidar de ellos. Y así comienzan las amplias jornadas laborales, las noches en vela buscando mejores alternativas para construir un futuro mejor, los ausentismos mentales e incluso físicos, apostándole todo al trabajo, porque en el fondo sabe que, en ese momento, es la mejor forma que encuentra para combatir sus miedos.
Porque ser padre conlleva la misma meta: la madre cuida eternamente a sus hijos, el padre cuida eternamente a su familia.
Algunas personas no entienden que, dentro de la parentalidad, no existe la competencia.
Solo existe el amor y el trabajo en equipo".
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