Cuerdas y Letras | "In memory of those on the scaffold"

Y así se nos fue la vida, entre detalles que se nos escapan a cada momento y resguardando el más fino recuerdo en nuestras mentes dándole valor al tiempo compartido.

Y es así, porque la vida está llena de momentos que para la línea temporal que nos rige a todos somos menos que un segundo, que por más lento que queramos ver la vida o por más rápido que necesitemos llegar al día siguiente, siempre tendremos que contarnos entre nosotros.

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Somos uno detrás del otro, naciendo, viviendo y muriendo en una fila infinita que nunca nos lleva a nada, porque así como entramos al universo nos vamos, pero ese rato que permanecemos de pie es lo que nos distingue a uno del otro, y la importancia que le demos a quienes nos acompañan en este viaje es directamente proporcional a la felicidad de nuestra alma.

Nos ha tocado despedir amigos, algo que de niño escasamente experimentamos, pero a medida que el tiempo avanza hemos tenido que dar ese último adiós a personas que han sido cercanas, esto crea una sensación de ansiedad que nos hace querer vivirlo todo en un solo momento, y esto no es más que comprensión a la vida, saber que un día más es un día menos.

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Alguien una vez dijo que:

"Si vives con el puño cerrado nunca tendrás nada el día que abras la mano."

Y no hay nada más cierto, porque somos lo que damos y recibimos de igual forma, por lo tanto, mientras respiremos tenemos que ser nuestra mejor versión, apreciando este significado de la vida y darle valor a cada una de las personas que caminaron al lado, porque ningún camino es fácil y uno nunca es suficiente.

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